Orbital EOS, la startup que sedujo a la Agencia Espacial Europea

La firma desarrolla una herramienta que permite vigilar la contaminación en el mar sin tener que desplazarse, en tiempo real y en todo el mundo

Equipo de la startup EOS Equipo de la startup EOS

La startup valenciana Orbital EOS ha logrado, casi acabada de nacer, un gran hito: fue una de las cuatro ganadoras, a principios de julio, de la prestigiosa ESA Startup Competition que organiza la Agencia Espacial Europea (ESA) y que se dirige a las startups europeas que utilizan tecnología espacial para desarrollar servicios y productos innovadores. Esta plataforma emplea un algoritmo propio de inteligencia artificial y las imágenes de satélites ópticos y radares del ESA y la NASA para detectar la contaminación marina en todo el mundo y trabaja dentro de la aceleradora GoHub, de Global Òmnium. ¿Cómo ha llegado tan lejos, en tanto poco de tiempo?

Uno de los cofundadores de la empresa, Juan Peña, admite que todo el que están viviendo estas últimas semanas "es una absoluta pasada" y que están "en una nube". La startup empezó a funcionar como proyecto hace dos años, aunque la dieron de alta como empresa en junio de 2019. Peña trabajaba en Salvamento Marítimo con el segundo socio, Pablo Benjumeda, y se aliaron con un tercero, Alejandro Mengual, a quien conocieron en la Universitat de València. Hoy ya son cinco personas trabajando en la startup. Entre los tres fundadores invirtieron 20.000 euros, a los que se añade la inversión -que prefieren no concretar- de Global Omnium.

De salvar vidas en el mar a vigilar la contaminación

Así que Orbital EOS nació, "literalmente", "a 4.000 pies sobre el nivel del mar". Peña explica que a Salvamento Marítimo tenían la función de detectar la contaminación en el mar, por petróleo y sus derivados. Sin embargo, en los últimos cuatro años prácticamente sólo se dedicaban a "buscar pateras en el mar": "Vimos que era un reto a resolver. El problema es que tienes que estar vigilando durante mucho tiempo la misma zona y necesitas un nivel de detalle muy bueno para poder detectar estas embarcaciones tan pequeñas. Hoy en día es muy complicado hacerlo con satélites que vuelan a 700 kilómetros de altura, pero en cuatro años, será posible". De hecho, cree que "habrá mejorado" tanto la tecnología, con más presencia de satélites por la bajada de los precios, que tenderemos a que sus imágenes sean "una commodity": "Casi te harás un selfie con un satélite. Pero el valor no estará en la imagen, sino en la información que extraes de ella".

Peña: "Casi te harás un selfie con un satélite. Pero el valor no estará en la imagen, sino en la información que extraes de ella"

Por lo tanto, el proyecto "nació con el reto de ser capaces de salvar vidas en el mar", pero como aún no es técnicamente posible, asumieron otro reto muy importante: detectar la contaminación en el mar que "se escapa de las capacidades de un avión". Estos, explica Peña, son "herramientas muy potentes", pero "tienen limitaciones de autonomía" y no pueden volar donde quieren por las regulaciones del espacio aéreo: "A veces nos encontrábamos una mancha justo en el espacio aéreo entre España y Marruecos y no podíamos entrar a caracterizar esa contaminación".

Así que pensaron en volar más alto: "Aprovechamos la oleada de la democratización del sector espacial, sobre todo fomentados por la Comisión Europea, donde los datos de los satélites son de libre acceso. Por otro lado, ahora a la industria privada es mucho más barato y accesible lanzar un satélite en el espacio, e incluso construirlo: ¡ya hay startups que los hacen!". De este modo, vieron "la oportunidad" de obtener muchos datos y tener "más capacidad de observación de la Tierra de manera diaria y a escala real".

Su startup no sólo facilita "buena información y de calidad" del mar de todo el mundo, sino que lo hace "de manera ágil, intuitiva, para que la pueda entender cualquier persona". "Yo no tengo que ser un experto en satélites o en contaminación para poder entender la información", dice Peña que esto es el que buscan. Lógicamente, este control es más económico que hacerlo con un avión, que tiene un cierto número de horas de vuelo programadas al mes; este sistema utiliza constelaciones de satélites -públicas y privadas que compran- y la capacidad de vigilar una zona "se multiplica por 100" y sin tener que desplazarse.

Una startup "internacional de nacimiento"

Ahora mismo, Orbital EOS no está buscando inversión, sino que está "en fase precomercial": su "prioridad" es "encontrar su ensambladura en el mercado", donde aportan valor. Sus potenciales clientes son, por un lado, la industria de la extracción y transporte de petróleo, que "tiene plataformas en el mar y necesita vigilar su compromiso medioambiental y que no tengan fugas" en cabeza de sus procesos; y por otro lado, "las autoridades que tienen el mandato de vigilar las actividades que se desarrollan en el mar y que no haya actividades que generan contaminación marina". Peña asegura que durante décadas, muchas embarcaciones "han lanzado los residuos oliosos a la mar" para evitar pagar las tasas de procesarlos adecuadamente a los puertos. Con los aviones de Salvamento Marítimo asegura que se produjo "un efecto disuasorio bastante importante", pero aun así, esta práctica "sigue siendo habitual, y fuera de Europa, todavía más".

Con Orbital EOS se puede llegar a todo el mundo y analizar la información de toda la mar. Por eso, a Peña le hace gracia cuando le preguntan por la internacionalización de la empresa: "Nos cuesta exactamente lo mismo controlar la costa de Australia que la costa de València. Somos una startup internacional de nacimiento. De hecho, estamos en negociaciones con empresas de petróleo de Brasil, de Colombia o con una agencia medioambiental de los Emiratos Árabes". Desvela que también están mirando cómo colaborar con Interpol en su línea de trabajo sobre el delito medioambiental.

Su fundador apunta que "nos cuesta exactamente el mismo controlar la costa de Australia que la costa de València. Somos una startup internacional de nacimiento"

La startup valenciana no acabará su tarea en el control del mar. Peña avanza que también están trabajando -todavía en fase prototipo- con otra línea de detección precoz de incendios, que podría llegar en un año. Si a esto le añadimos la ayuda a salvar vidas humanas en el mar, todo apunta que podrían cumplir su "sueño" empresarial: "Utilizar la tecnología espacial para mejorar la vida en la Tierra".

El "sueño" de la empresa

"Puede sonar muy utópico, pero con esa voluntad nació la empresa. Estamos absolutamente convencidos de que el espacio empezará a aterrizar en el sentido que será una cosa que usaremos de manera cotidiana. Ya pasa con el GPS, recibimos una información que está allí, en el espacio. Creemos que con la observación de la Tierra pasará el mismo: mejorará la agricultura, seremos capaces de predecir la salud del planeta, de reducir la contaminación en el mar y de rescatar personas". "Todo esto llegará, pero todavía hay cuellos tecnológicos que son difíciles de resolver. Y nos gustaría estar allí como un referente", desea Peña.

De momento, lo tienen todo de cara: con GoHub acceden a las redes comerciales de Global Omnium, además de recibir acompañamiento y asesoría; y ahora entrarán en un programa de mentoria del ESA que forma parte del premio que han ganado. Además, en mayo de 2021 irán al Global Space Congress que se celebrará en Abu Dabi y que creen que los dará "mucha credibilidad como empresa". Y además, seguirán con la firme voluntad de querer mejor el mundo.

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