Nunca has tenido la sensación de haberte perdido el Coliseo de Roma o la Abadía de Westminster ,que tenías enfrente, porque estabas más concentrado al fotografiarlo que al apreciar sus detalles? Una cosa así experimentó Belén Huerta en un inolvidable viaje por la Cuesta Este de los Estados Unidos. En el Top of the Rock, con las mejores vistas a la Empire State y rodeada por una multitud de turistas con la cámara a la mano, se dio cuenta qué nos perdemos muchos momentos mágicos por la necesidad de inmortalizarlos. Pensó que "el mundo es demasiado bonito para verlo a través de una pantalla". Al retorno, le contó la idea a su amiga Ana Galiana y juntas empezaron una nueva aventura: Saytrip, una plataforma que une locales "apasionados de la fotografía" y viajeros que quieren desengancharse un rato del móvil o cámara, salir todos en las capturas y tener una imagen de calidad.
De momento tienen pocas semanas de rodaje, porque se constituyeron como empresa en 2018. Están en una aceleradora de lujo, Lanzadera, donde agradecen estar recibiendo "una formación espectacular" que "es mejor que un máster". Galiana viene del mundo de la Comunicación, Relaciones Públicas y Marketing, y Huerta estudió Publicidad y Relaciones Públicas. Comparten, además, la pasión para viajar y por los retos.
Un extra para fotógrafos, un respiro para viajeros
El funcionamiento es muy sencillo y recuerda a otras plataformas: se puede crear una cuenta como fotógrafo o como viajero. El viajero marca el destino y las fechas que necesita contratar un fotógrafo. Entonces elige en función de sus preferencias y necesidades: aparece el precio, valoraciones otros usuarios, estilo fotográfico o equipo que utiliza.
Los fotógrafos marcan su disponibilidad y pueden ser desde estudiantes que buscan unos ingresos hasta profesionales que quieren complementar su trabajo con un extra. De su experiencia y material fotográfico dependerá, obviamente, el precio por hora: los amateurs pueden cobrar 15 euros y algún profesional pide 100 euros, a pesar de que el precio mediano está alrededor de los 25 euros.
El pago se congela en la plataforma y, hasta que la actividad no se ha hecho y no ha llegado el material, no se envían el dinero al fotógrafo. "Así hacemos que la actividad sea completamente segura", afirma Belén Huerta, CEO de Saytrip. Tienen un margen de entre 48 y 72 horas para subir las fotografías.
Los fotógrafos de Saytrip son como "el típico amigo que tienes fuera y te enseña la ciudad mejor que nadie"
Los fotógrafos tienen un valor añadido y es que la plataforma explota la figura del fotógrafo-guía local. No es tanto un transmisor de la información historicocultural de la Lonely Planet, sino "el típico amigo que tienes fuera y te enseña la ciudad mejor que nadie", es decir, donde comer bien y a buen precio, cuáles son las "trampas para turistas", espacios que no aparecen en ninguna guía pero que son interesantes, etc.
Saytrip acaba de ponerse en marcha y, de momento, sólo está disponible en Barcelona, Madrid, Sevilla, donde ya se están validando los primeros fotógrafos, y sobre todo Valencia, ciudad donde tiene el cuartel y una base de 70 cámaras. Pero su objetivo, asegura Huerta, es convertirse en "un referente del turismo español" y ampliar a otros destinos estatales. "Pero también estamos con un ojo para pegar el salto en capitales europeas", añade.
Pagar por una cosa que podemos hacer de balde?
Estamos dispuestos a pagar por una cosa que pueden hacer de balde? "Sí, mucha gente. Además de no vivir y disfrutar del destino, tampoco tenemos grandes fotografías. Todos tenemos el típico amigo que siempre hace las fotos y nunca aparece. O en los viajes con la pareja, la hacemos la uno o el otro, pero pocas veces estamos juntos. Echamos del palo-selfie, que es horrible, o pedimos la foto a un desconocido, con el riesgo que tiene: que te corto medio cuerpo o la punta de Torre Eiffel", explica Huerta.
Cuenta que han identificado dos tendencias en la sociedad. Por un lado, la derivada de internet y las redes sociales de conseguir el número más grande de likes con fotos originales y de gran calidad; por otro lado, el frenético ritmo de vida actual ha desencadenado una tendencia hacia la slow life, disfrutar, parar, centrarse. "Saytrip consigue aunar estas dos tendencias tan diferentes ofreciendo un servicio para vivir el momento sin renunciar a unas fotografías increíbles", apunta la CEO de la empresa.
"Nuestros objetivos ahora mismo son consolidar el modelo de negocio y captar leads de calidad para poder, en un futuro, hacer el salto a las capitales europeas"
En este sentido, expone que su target principal es un perfil más adulto que busca buenas fotos de la familia y otro más joven, "a quien le gusta el postureig y tener una buena galería a las redes sociales". Además, dice que han descubierto otro nicho de mercado donde podrían crecer: las despedidas de soltero, un momento en qué nadie quiere estar pendiente de hacer las fotos.
Expectativas de futuro? "Nuestros objetivos ahora mismo son consolidar el modelo de negocio y captar leads de calidad para poder, en un futuro, hacer el salto a las capitales europeas", explica la emprendedora. Ana Galiana y Belén Huerta, dos amigas apasionadas de los viajes, emprenden ahora su Odisea digital.