Sílvia Gómez era investigadora en el CSIC, pero decidió emprender. Muchas historias empiezan así –o de una forma parecida-. De hecho, esta no tiene nada de especial, pero, al mismo tiempo, lo tiene todo: empujón, constancia y valentía. De la investigación al emprendimiento hay un paso, pero es un paso de gigante que muchos no se atreven a dar. Gómez se ha lanzado a la piscina -literalmente- con un dispositivo de control de bacterias del agua y, más recientemente, con otro de control del aire. La ahora emprendedora está al frente de Sens Solutions, una startup por tierra, agua y aire.
El trabajo en el laboratorio no encajaba con el que el cuerpo pedía a Gómez. Explica que allí, empezabas una investigación, la llevabas a cabo, escribías el artículo y ya tenías que pasar a otra cosa. Ella tenía la necesidad de hacer un proyecto suyo, de no dejarlo justamente cuando más ganas tenía de continuar trabajando.
Gómez tenía la necesidad de empezar un proyecto propio al cual dedicar todo el tiempo que fuera necesario
Cómo siempre en estas historias, llega un momento que aparece una oportunidad. En el caso de Sílvia Gómez fue gracias a la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), donde le propusieron entrar en un programa de generación de ideas. Automáticamente dijo que sí y, al cabo de un tiempo, junto con un grupo de investigación, ideó un dispositivo para la monitorización de piscinas. Poco a poco, el dispositivo fue evolucionando hacia la monitorización de bacterias.
– A mí, enseguida me gustó mucho la idea. Por el contrario, el resto de investigadores tenían que continuar trabajando con otros proyectos y yo hablé con ellos por pregúntalos si les sabía mal que yo continuara con este.
Nadie se opuso y, en aquel momento, empezó una doble aventura. Por un lado, continuar desarrollando el producto que tenía entre manos y, de la otra, encontrar un equipo capaz de llevarlo a cabo.
– Tú puedes tener una muy buena idea, pero sin un buen equipo, la idea no funcionará.
Tú puedes tener una muy buena idea, pero sin un buen equipo, la idea no funcionará
Marc y Àlex Collado, Raquel Obregón o, Vincent, tal como se refiere al "responsable de conseguir dinero", son algunos de los miembros de su nuevo equipo. Un equipo que no sólo ha continuado desarrollando el proyecto, sino que, incluso, ha diversificado el negocio.
A estas alturas, Sens Solutions, que estuvo incubado en el Barcelona Activa y que, actualmente, está a la incubadora de la IQS, trabaja en dos líneas diferentes. Por un lado, continúan con un dispositivo de monitorización de bacterias, en concreto, legionela, para torres de refrigeración. "El problema es que desarrollar e industrializar este producto es muy caro, aunque ya tenemos algunos pilotos probando en el Hospital del Mar y el CAR de Sant Cugat". Por eso, ahora también se han lanzado al aire.
Del agua al aire
Para conseguir la industrialización del producto necesitan dos millones 200 mil euros. Es mucho dinero que llegará por varias vías, una de las cuales representa su segunda línea de negocio.
– A raíz de nuestras investigaciones, vimos la oportunidad de hacer el salto al aire. Haciendo algunos cambios, la misma plataforma que estamos elaborando para el agua funciona para el aire.
En este punto, empezaron a trabajar con Naturgy después de ganar el FomentUp. Un tiempo más tarde, el equipo de Sens Solutions consiguió diseñar un dispositivo para controlar el aire enfocado a mantener niveles seguros para la salud humana. Se trata de un producto que se podrá empezar a comercializar mucho antes que el dispositivo para monitorizar el agua y que, del mismo modo que la financiación externa, tiene que aportar unos ingresos muy útiles para conseguir la inversión que la empresa necesita.
Actualmente, el equipo de Sens Solutions trabaja tanto en el dispositivo para monitorizar el agua, como en el de monitorizar el aire
Mientras que el dispositivo de control de aguas todavía no tiene fecha de salida al mercado, el dedicado al aire sí: 2020. Los potenciales clientes son los hospitales y los hoteles, aunque –reconoce Gómez– Sens Solutions quiere poder llegar, en el futuro, a todos los hogares posibles. Seguro que el arrojo y la ilusión de esta empresaria de nueva creación, que después de investigar bacterias ha aprendido a investigar como tirar hacia adelante una startup, serán suficientes (siempre con su equipo de la mano) para cosechar el éxito por el que tanto ha trabajado.
Larga vida a los emprendedores.
