REM, la startup que te transporta 1.000 años atrás

La empresa emergente realiza proyectos de realidad virtual para el sector cultural, como una recreación del poblado talayótico de Menorca o una visita a una mina de agua cerrada de Tarragona

La recreació de la vida talaiòtica de REMO | Cedida La recreació de la vida talaiòtica de REMO | Cedida

Vivir como lo hacían las personas de los poblados talayóticos de Menorca o adentrarse en una mina de agua cerrada al público en el pueblo de Santa Maria, en Tarragona. Parecen experiencias imposibles si no fuera por las gafas de realidad virtual de REM Experiencie, una startup que hace uso de esta tecnología para recrear situaciones o espacios históricos y culturales. "La realidad virtual normalmente está muy unida en el mundo de los videojuegos. Nosotros queríamos ligarla a la parte más cultural y que fuera un medio para conocer el patrimonio cultural de los pueblos", explica el cofundador de la startup, Andreu Florit.

Desde hace un par de semanas, si visitas el pueblo talayótico de Menorca, tienes a disposición unas gafas de realidad virtual que te adentrarán en la casa de estos habitantes, que vivieron en la isla siglos atrás. Y es que, mientras que actualmente sólo quedan ruinas, con REM cualquier persona puede revivir e interactuar con las personas de aquel tiempo.

La experiencia es tan única e interactiva que busca que la persona que se pone las gafas pueda ser el mismo protagonista de la historia: puedes decidir en qué habitación entrar, cuánto tiempo pasar allí e incluso que una persona de aquella época te salude.

Adentrarse en la vida de nuestros antepasados

Este es el segundo proyecto de REM Experience, que arrancó hace justo seis meses y ya ha tenido una buena acogida en el mercado. Ahora bien, la idea nace del proyecto concreto de la mina de agua de Tarragona. El socio de Florit, Rafael Rafi Rovirosa, es de Santa Maria y, al tener experiencia en programación, le pidieron que hiciera una recreación de cómo era la mina por dentro para que la gente del municipio lo pudiera ver. La idea tuvo tan buena aceptación y gustó tanto que presentaron un proyecto también de realidad virtual en Menorca, isla natal de Florit.

"Proyectos de realidad virtual y de experiencias interactivas en museos ya hay. De hecho, el museo arqueológico de Madrid se gastó unos 300.000 euros en una experiencia de este tipo", explica Florit. Ahora bien, el objetivo de REM es que estas experiencias sean más accesibles a instituciones locales y centros más pequeños. "Queremos hacer historias sencillas pero a la vez atractivas y con un presupuesto que se ajuste más a la administración local", detalla.

Ahora bien, las posibilidades de REM no acaban aquí, sino que aparte de desarrollar el programa de realidad virtual, también pueden crear servicios adicionales como un vídeo para hacer difusión, una app móvil para hacer la experiencia más fácil o una plataforma web.

La startup diseña cada proyecto específicamente para el cliente y totalmente personalizado. De momento, han llevado a cabo la mina de agua, el poblado talayótico y ahora empezarán otro también en Santa Maria para ver la reconstrucción del pueblo durante los últimos 1.000 años.

"Hemos visto que hay una gran necesidad dentro del mercado del patrimonio cultural para una solución como la nuestra", afirma Florit. De hecho, los emprendedores se han reunido ya con administraciones públicas y agentes privados de Barcelona y Menorca y "todos se han mostrado muy interesados". Pero aparte de este primer enfoque en el sector cultural, la solución de REM también ha llamado la atención a empresas de audiovisual que quieren incorporar alguna recreación en 3D en sus proyectos. Y también de psicólogos, que los buscan para hacer recreaciones que ayuden a superar alguna fobia de sus pacientes.

Recreaciones históricas en Catalunya, Baleares y en cualquier lugar

La startup lleva muy poco tiempo en funcionamiento, pero los emprendedores ya han superado las previsiones que tenían para su primer año. De hecho, se planteaban que los primeros 12 meses de vida serían para desarrollar los prototipos de sus proyectos y así poderlos mostrar a los clientes. Pero gracias a los dos proyectos ya realizados, han conseguido ir más rápido del previsto. La empresa emergente está trabajando ahora en los prototipos otros servicios, como el app móvil y la plataforma para ordenador, "para que vean todas las posibilidades que podemos ofrecer", explica Florit.

Una noia utilitzant les ulleres de realitat virtual de REM

Una chica utilizando las gafas de realidad virtual de REM | Cedida

REM, que se ha financiado sólo con recursos propios y ya son "autosuficientes", esperan facturar entre 25.000 y 30.000 euros este año y lograr los 100.000 o 150.000 el 2020. "Tenemos la ventaja que el material para crear la experiencia interactiva ya lo teníamos y que no necesitamos ni un local físico ni una gran inversión en material". Además, en la empresa trabajan los dos socios y algunos colaboradores que ayudan en la parte de programación o cuando tienen que recrear momentos históricos, como arqueólogos que los han ayudado en el proyecto del poblado talayótico.

Sus objetivos de futuro, después de quedar entre los cinco finalistas de los premios Creamedia de Barcelona Activa, es acabar de consolidar el producto este año y a partir del próximo crear una red más grande de clientes, no sólo en Catalunya y Baleares, sino también llegar al ámbito nacional. Además de conseguir alianzas con museos y empresas culturales interesadas a ofrecer una experiencia más interactiva e inmersiva a sus visitantes.

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