Jean Jacques Fredj, fundador y CEO de Umaicha | Cedida
Jean Jacques Fredj, fundador y CEO de Umaicha | Cedida

Umaicha, el té japonés que refresca Europa

Tres extreballadors de Danone crean una versión menos amarga del tradicional mutou-cha nipón, un producto que ya ha conquistado el consumidor catalán y quiere arraigar al continente

A los refrescos y las cervezas los ha salido una competencia sana: el té frío. Ya hace unos años que el mercado vive una fiebre por el bienestar y esto ha hecho que hayan irrumpido con fuerza los zumos sin azúcar, sin aditivos ni cabe otro químico, como también lo han hecho las infusiones de sabores diversos y los tés.

Uno de estos tés, pero frío, es el Umaicha, basado en la bebida tradicional japonesa mutou-cha. Es decir, una innovación para Europa, pero para el país nipón es una muestra más de como su gastronomía está arraigando a los otros continentes. Y en este caso ha sido gracias a un francés, Jean Jacques Fredj, casado con una japonesa y quien ha vivido durante más de 10 años al país por su trabajo en multinacionales como Danone, Schweppes y Sunny Delight.

En su retorno en Europa, y más concretamente en Barcelona, continuaron con el hábito de preparar el té. "Es una costumbre que tienen en el Japón y lo mantuvimos", explica Fredj, "lo preparábamos también cuando venían amigos y vimos que gustaba mucho". Esto lo hizo ver que era la hora de traerlo al mercado, una idea que ya estuvo rondando en su estancia en la Asia. Y qué momento mejor para hacerlo que el actual? "En Europa hay un boom en cuanto a salud y productos naturales, había un potencial muy claro. Cada vez se toma más té y se evita tanto como se puede el azúcar", asegura.

De maestro a aprendiz

Justo antes de lanzar Umaicha, que en japonés significa té delicioso, Fredj trabajaba a Schweppes y formaba parte de Netmentora como consejero de emprendedores. "En aquel momento estaba ayudando a desarrollar un proyecto muy nuevo de una persona que tenía mucho coraje y me dio el empujón. Yo tenía mucha experiencia, pero no su coraje, y decidí cambiar de mentor a emprendedor", relata sobre la decisión de dejar el trabajo para emprender.

A partir de aquí, con su conocimiento sobre el sector alimentario y el apoyo de los consejeros de Netmentora, inició el proceso de construcción de Umai Drinks con dos socios también extreballadors de Danone.

Buscar el proveedor de la materia primera y el fabricante fueron dos fases clave en la creación de Umaicha

La empresa nació a finales del 2015 después de encontrar una compañía japonesa que lo proveyera de hojas te que no fueran demasiado amargas. "El paladar europeo es diferente, buscamos más dulce que los nipones, y había que encontrar la fórmula adecuada", explica.

Otra parte complicada fue dar con la productora, una organización francesa: "El equipo industrial necesario no estaba disponible en Europa para montar una planta, pero por casualidad me enteré que una empresa de Francia tenía una línea de infusiones y la maquinaria necesaria para hacer la bebida que queríamos, es como una tetera industrial gigante". Los presentó el proyecto y lo aceptaron.

El último actor de la cadena es la catalana Sanmy, quien el pasado mes de marzo cerró un acuerdo con Umai Drinks para distribuir las botellas.

Competir contra los grandes

"Estamos en una categoría dura. El gran consumo es un segmento que necesita muchos fondos; no a escala industrial, sino para el marketing", destaca Fredj. Desde la salida real al mercado el noviembre del año anterior han sumado un total de 950.000 euros.

Jean Jacques Fredj Umaicha

Fotografía: Cedida

La primera fuente de financiación fue el capital aportado por él y por los socios, dos extreballadors de Danone y conocidos a través de Netmentora. A través de una campaña de crowdequity con The Crowd Angel captaron cerca de 300.000 euros con la aportación de 50 inversores y sabiendo que borde 200 personas estaban interesadas en el producto, el que permitía validar la idea y asegurar que tendría buen recibimiento al mercado.

Conquistar primero el sur

Umaicha se vende a 350 puntos diferentes de Cataluña y a un total de 1.000 entre España y Francia en menos de un año, desde puntos de sushi take away hasta supermercados, donde Fredj destaca la importancia de ser presentes a Carrefour y El Corte Inglés para amplificar el alcance. Una distribución que permite que la compañía se marque la cifra de 300.000 botellas vendidas a finales de año.

Sólo cinco meses después de la salida al mercado catalán y con el cierre reciente de la ampliación de capital, la compañía se expandió en Madrid (donde ya tiene 300 puntos de venta) y París (con 100). El CEO ahora ya piensa en Reino Unido, Bélgica Suiza y Holanda como próximos destinos para llegar a alcanzar todo el mercado europeo con este té japonés.

"En Barcelona la distribución está muy atomizada y el consumidor es más virgen, pero nos sirve como laboratorio para probar cosas"

"El consumidor norteño es mucho más abierto a los productos de salud, pero también hay más competencia. En Barcelona, en cambio, la distribución está muy atomizada y el consumidor es más virgen. La parte positiva es que nos sirve como laboratorio para probar cosas", apunta sobre la situación del mercado. Además, destaca el peso de la comunidad asiática en Barcelona, la que hasta el momento ha alabado el producto para ser fiel a la bebida original y se ha convertido en prescriptora.

Con toda esta estrategia de negocio, prevén cerrar el año con una facturación de 300.000 euros y lograr los 2 millones de euros el 2018 con la expansión total en Francia. Primero, pero, habrá que cerrar la ronda de financiación que acaban de abrir mediante la plataforma de equity crowdfunding The Crowd Angel para captar los 800.000 euros necesarios para la internacionalización, como complemento a la entrada de un family office vinculado al sector del gran consumo.

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