Un e-commerce de sushi con valores

Sushifresh elabora platos japoneses hechos en el momento, enviados directamente a casa y con envases responsables con el medio ambiente

La comida, y más particularmente el sushi, está de moda. Y es tendencia tanto por quien se proclaman foodies como por quien quieren montar su propio negocio. Así es como Sara Serantes, a quien de muy pequeña ya le picaba el gusano de la emprendeduría, se decidió a montar Sushifresh, une-commerce de cocina japonesa que elabora y envía a casa del cliente los pedidos.

La start-up destaca para presentarse como una tienda online y no como un restaurante convencional, pero también para ofrecer un producto responsable con el medio ambiente. Después de dos años de experiencia, comienzan ahora la aventura de abrir el segundo local y de explorar nuevos horizontes como las food trucks.

Sushifresh será, además, uno de los embajadores de la emprendeduría en alimentación al BizBarcelona. Un segmento del mercado donde, según Serantes, "la experiencia del usuario, y no sólo el producto, es importante". Y esto significa una buena imagen del negocio, un diseño atractivo del web y un producto y packaging bastante buenos porque "elementos como el ambiente de restaurante, que no acompañan, no vayan en detrimento de la experiencia".

De Nueva Zelanda en Barcelona
La historia de Sara, pero, no se reduce sólo a Sushifresh, sino que es el relato de una madre emprendedora.

Todo va empezar el 2009, cuando la crisis hizo que esta profesional del marketing se planteara hacer las maletas para ir en Nueva Zelanda a conocer una nueva cultura. Allá descubrió el que describe como "pequeños negocios que hacían sushi artesano y que tenían muy buena acogida", los que inspiraron la compañía de servicio a domicilio.

Las piezas de sushi están hechos en el momento y de manera artesanal. Sushifresh


De padres empresarios, Serantes reconoce que es "un culo inquieto" y asegura que no cree en "las jornadas interminables en que se tiene que fichar, forman un sistema horrible". Por eso, volvió a Barcelona con el proyecto emprendedor en mente, a pesar de que con algunos handicaps delante: "Era joven, tenía sólo 25 años, estaba embarazada y no tenía dinero. Era inviable". La decisión fue posponerlo temporalmente.

En busca de los 50.000 euros
Entre las pruebas más difíciles que hay que superar para emprender hay la de encontrar financiación. "Después de estar tres meses a jornada completa con el plan de empresa, con el apoyo de Fomento Emprende, y de conseguir un informe de viabilidad económica por la Generalitat, pensaba que los bancos me recibirían de otro modo", recuerda Serantes con un tono irónico, puesto que la respuesta fue tan negativacomo lo habría estado sin presentar ninguna documentación.

"Ni la banca tradicional, ni microcréditos, ni el ICO, ni el ICF..." enumera esta emprendedora de 31 años, "al final fue un crédito ENISA de 50.000 euros el que me permitió alquilar una cocina a un hotel, poner en marcha la web e iniciar la actividad de Sushifresh".

En este sentido, subraya que el grueso de la inversión se centró en la plataforma web: "No somos una tienda que vende sushi, somos un e-commerce, nuestro sector es el online. Por eso empezamos alquilando y con un equipo formado por un cocinero, un repartidor y yo misma". Ahora son un total de 28 personas –con especialistas en analítica web que demuestran que la página es un pilar fundamental- y tienen un local pequeño al barrio de Gràcia de Barcelona.

La lógica medioambiental
Además de ser un servicio a domicilio, las piezas de sushi están hechos en elmomento . Es un valor añadido de Sushifresh, pero también una práctica de sentido común: "Los restaurantes de oferta para llevar suelen tener combos y si algún maki no te gusta, no puedes cambiarlo. Nosotros lo hacemos a medida por el cliente, con grupos de cuatro piezas de cada tipo y acabadas de hacer, de forma que al hacer un corro nunca sobran y no pierden calidad".

Otro elemento que los diferencia de la competencia es el packaging. Huyen de las clásicas cajas negras de plástico y apuestan por envases de cartón, hechos por una empresa de Barcelona, que encajan en su política de control del medio ambiente.

Los envases de Sushifresh están fents de cartón y no de plástico. Sushifresh


Tampoco incluyen sistemáticamente puedes de soja, wasabi o enebro en los pedidos. "Son gratuitos, pero siempre preguntamos al cliente si quiere o no, porque sabemos que a menudo se lanzan", detalla Serantes; y no se hace para recortar costes, que es una crítica recorriendo por parte de los clientes, sino que es una medida para disminuir residuos.

Una moda no tan pasajera
"Somos muchísimos, hay locales de sushi como setas. La parte positiva es que hay demanda para todos, o esto parece", responde Serantes respecto a la competencia. A pesar de que es consciente de la gran cantidad de restaurantes que se dedican a la gastronomía japonesa, repite que su naturaleza online hace que no sean una amenaza importante.

Tampoco considera que el sector sea una montaña rusa: "Es un boom, pero al tratarse de una comida sana y que tiene tantos beneficios por la salud, creo que no marchará tan fácilmente porque cada vez se valora mucho más el fasto good. Creo que habrá una pequeña caída de la demanda, que también disminuirá la oferta, pero la gastronomía japonesa seguirá estando al día".

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