4YFN: Donde la colaboración ocurre

Esta pasada semana he asistido a mi cita anual con el Mobile World Congress. Para mí es un evento ineludible. Voy desde el 2015. Ese año participé en un programa llamado Mobile Thinking Days, coorganizado por IESE Business School, la Mobile World Capital y Roca Salvatella. Dicho programa, dirigido a directivos de innovación y estrategia de compañías importantes en el ecosistema de Barcelona (principalmente relacionadas con el turismo), pretendía acercar la tecnología y el congreso a las empresas y, sobre todo, hacernos reflexionar sobre cómo la tecnología iba a impactar en nuestros negocios, no tanto automatizándolos o digitalizándolos sino transformándolos. Tuvimos un elenco de profesores de auténtico lujo y me impactaron especialmente Sandra Sieber, Javi Creus, Genís Roca y Javier Zamora.

De esos días, compartiendo el asombro por lo que venía, surgieron también amistades que aún conservo. Me sumergí durante esos días en la transformación digital, que empezaba a estar en boca de todos y en cómo ésta transformaba las empresas. No solamente sus procesos, su comunicación, su experiencia de cliente, sino su modelo de negocio. Abordamos casos prácticos de cómo Barcelona podía transformarse digitalmente y ofrecer a sus visitantes una mejor experiencia. Desde entonces, y aplicando lo aprendido a otros ámbitos, la transformación y la creación de nuevos modelos de negocio es algo en lo que he trabajado en profundidad.

Més info: "El 4YFN es el corazón que hace latir el Mobile World Congress"

Tengo que decir que, hasta entonces, mi imagen del MWC era la de un congreso de móviles y no me despertaba demasiado interés, pero aquellas jornadas cambiaron mi percepción. Más allá del gran congreso, aquel 2015 era el segundo año del 4YFN que, como hermano recién nacido no ocupaba las excelentes instalaciones de la Fira de l’Hospitalet, sino que se celebraba en la antigua Fira de Barcelona. El 4YFN de entonces no tenía nada que ver con el de ahora, ni en tamaño ni en calidad, pero ya se respiraba la misma actividad, ilusión y atrevimiento que hoy en día. Aquel conjunto de emprendedores, en sus ajustados expositores tratando de explicar a los visitantes a que se dedicaban en un ajustado pitch, nos abrieron nuevas oportunidades a muchos. 

"El 4YFN del 2015 no tenía nada que ver con el de ahora, ni en tamaño ni en calidad, pero ya se respiraba la misma actividad, ilusión y atrevimiento que hoy en día"

Ya hace unos cuantos años que mi visita al MWC se centra en el 4YFN y solamente paso por algunos stands del Mobile que algún amigo tecnólogo me recomienda para ver el último lanzamiento. Tengo que decir que este año me he entretenido algo más en las experiencias de inteligencia artificial que es algo que me fascina y que me resulta más cercano que los coches voladores o los móviles que se doblan. Pero si tuviera que resumir en una palabra, el espíritu del 4YFN sería colaboración. Estos días, los que nos dedicamos a la innovación aprovechamos para visitar aquellas entidades y hubs que nos ayudan a avanzar de una manera más rápida de la que lo haríamos solos. Son unos días de encuentros entre profesionales de la innovación en los que nos ponemos al día de nuestros éxitos y nuestros fracasos y en los que aprovechamos para aprender unos de otros.

Cada vez hay más stands que reúnen agrupaciones de empresas con un nexo común (territorio, sector, actividad o tecnología). Se unen para buscar aquellas innovaciones que deben ayudarlas a transformarse. Durante cinco años, yo misma he liderado uno de estos hubs (Innomads) y, tengo que decir que, por muchos éxitos futuros que pueda recoger,  siempre será un hito en mi vida profesional y algo de lo que sentirme orgullosa. El poner a trabajar conjuntamente a directores generales de compañías competidoras para construir un sector diferente, adaptado a las nuevas necesidades de las personas, tomando ventaja de las nuevas tecnologías y que pueda competir con los grandes players digitales no es fácil. 

"Por la magnitud de los retos a los que nos enfrentamos las compañías, no podemos innovar solas y, no es un tema de tamaño o de recursos"

A menudo he tenido que contestar a la pregunta de: "Y esto, ¿Cómo se hace?" Y mi respuesta siempre es la misma: con un propósito común, compartiendo valores y con grandes profesionales. Y es que hoy en día, por la magnitud de los retos a los que nos enfrentamos las compañías, no podemos innovar solas y, no es un tema de tamaño o de recursos. Colaborar es la única opción y lo que llevará nuestra innovación a otro nivel. Por eso debemos dedicar tempo a construir nuestro ecosistema. Un ecosistema en el que participen otras compañías, startups, universidades o centros tecnológicos y, una vez construido, debemos cuidar y cultivar estas relaciones para poder sacar lo mejor de ellas.

Como decía un proverbio africano: “Si quieres ir rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado…"

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