Economía digital y sostenibilidad

El pasado viernes 25 de octubre tuvo lugar las XXIV edición de la Jornada de los Economistas con el lema Economía digital y sostenibilidad. En la inauguración la Sra. Cristina Gallach, alta comisionada del Gobierno español para la Agenda 2030, afirmó: "La digitalización es algo transversal, imparable y global que afecta a todo el planeta y mejora el bienestar y la sostenibilidad que es, y tendría que ser, el pilar central de toda actividad". Una frase que no nos tendría que dejar indiferentes al tratarse de una persona con una amplia experiencia y conocimiento del mundo en cuanto a problemáticas, potencialidades y tendencias de futuro.

Gallach: "La digitalización es transversal, imparable y global y afecta a todo el planeta y mejora el bienestar y la sostenibilidad que es, y tendría que ser, el pilar central de toda actividad"

Sostenibilidad y digitalización son la expresión de unos hechos que al tratarlos simbióticamente, -en un mundo que se mueve entre dos grandes retos: la desigualdad y la emergencia climática-, obligan a asumir la necesidad de tratar también simbióticamente el progreso técnico-científico y el progreso social. Si no lo hacemos, persistiremos en avanzar por un camino que convierte a los ciudadanos, a escala global, en esclavos de las grandes compañías tecnológicas multinacionales. Gracias a invertir miles de millones de dólares en hacer avanzar la ciencia y la tecnología, infieren en nuestras decisiones gracias también a escucharnos, observarnos, leernos, identificando nuestros movimientos, preferencias y debilidades. Nos conocen más de lo que nos conocemos nosotros mismos.

La crisis climática y la desigualdad son los dos hechos omnipresentes. Del primero, la cuenca del Francolí en general, y la Espluga de Francolí en particular, fueron testigos la pasada semana. El río tranquilo, la noche de martes al miércoles, aumentó su caudal hasta llegar a ser igual que el del Roine en su desembocadura. La riada inmensa nos dejó destrucción, muertos y sueños ahogados pero, a la vez, la evidencia de la solidaridad inmensa entre vecinos y la convicción que con el cambio climático los episodios extremos serán más frecuentes. Mantener los cauces de los ríos limpios, proteger las zonas inundables e innovar cambiando el urbanismo, incorporando materiales constructivos con más resistencia y también más flexibilidad resulta un reto del cual no podemos escapar. 

"Mantener los cauces de los ríos limpios, proteger las zonas inundables e innovar cambiando el urbanismo resulta un reto del cual no podemos escapar"

En cuanto a la desigualdad, quedándonos en nuestra casa, hay que recordar que si bien la ocupación ha mejorado, también ha crecido la precariedad. El 87% de los nuevos contratos firmados son temporales y la tasa de pobreza en el trabajo llega al 12,2%, en un mercado laboral donde el 20% de la población con un nivel económico más elevado gana unas 5,7 veces lo que gana el 20% de la población de menos nivel económico, manteniendo la escandalosa brecha de género que concreta que el 22% de las mujeres trabajan a tiempo parcial y un 18% tienen ganancias anuales por debajo del salario mínimo interprofesional. Todo ello son evidencias de la debilidad de nuestro modelo productivo, el cual no divisa el futuro con las exigencias de la economía del conocimiento, mientras la pobreza se cronifica y la precariedad laboral y los problemas en la vivienda se perpetúan, como explica el Informe Insocat para la mejora de la acción social de marzo de este año.

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Desigualdad y crisis climática que no reciben las respuestas políticas requeridas para revertirlas, dado que el poder político, en gran parte de los países, se está mostrando poco efectivo a la hora de afrontar estos retos. No sólo debido a su magnitud, sino también por un funcionamiento disfuncional de la política actual. Aspectos como el cortoplacismo, los discursos vacíos de contenido y la lucha por el poder como fin último, están perjudicando seriamente el debate colectivo, la generación de consensos y la toma de decisiones, teniendo el bien común como objetivo, con la mirada puesta en las exigencias de la sociedad del conocimiento.

La complejidad se extiende por todas partes con sus contradicciones y dilemas generando un grado de parálisis para divisar el futuro lejano y tomar las decisiones requeridas en el marco de la economía digital. Unas decisiones que tendrían que considerar que Catalunya es líder en la generación de progreso científico, dispone de excelentes universidades y centros de investigación; cuenta con una estructura empresarial amplia con un entramado industrial potente, dispone de una buena red de infraestructuras de movilidad, un entramado social que pide evolucionar hacia un modelo económico bio-base en contra de una economía petro-base, y ocupa una posición geoestratégica clave en la Mediterránea.

"Catalunya puede ser un país: líder en sostenibilidad, economía digital, robótica social, IA, biociencia y biotecnología"

En este contexto, volviendo a la Jornada de los Economistas, se constató que Catalunya, gracias a sus potencialidades, puede ser un país: líder en sostenibilidad, en economía digital al ser un país avanzado en modelos urbanísticos con criterios de smart and sustainable city, hay que pensar en el Instituto de Arquitectura Avanzada. Referente en robótica social e Inteligencia Artificial, hay que recordar el Instituto de Robótica e Informática Industrial y el Centro de Supercomputación de Barcelona. Y también avanzado en biociencia y biotecnología gracias a la Red de Referencia en Biotecnología. El objetivo tendría que ser vertebrar un modelo económico propio de la economía digital, asegurando a la vez la cohesión y el progreso social.

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