Atmósfera de recuperación

La atmósfera de recuperación económica parece envolver el ambiente previo de las elecciones del próximo 20 de diciembre. Desde las posiciones gubernamentales se saca pecho, presumiendo que las cosas se han hecho muy bien y España, definitivamente, está canalizada y saliendo de la abominable crisis sufrida. No coinciden con esta impresión otras representantes políticos, diríamos que de la oposición aunque, nos tememos, la oposición son todos las otras formaciones a excepción de quienes gobiernan.

Angela Merkel enaltece también, visitando Madrid, la bondad y terapia de las reformas operadas en España bajo la batuta de Mariano Rajoy. Y la gente de la calle, al fin y al cabo, todos y cada uno de nosotros, aquellos que no vamos en coche oficial y con escolta, nos preguntamos sobre quienes tiene razón porque contemplando y escuchando la evolución de los indicadores económicos quizás es cierto que nos enderezamos, pero viendo como están nuestros bolsillos, el escepticismo cunde entre las familias.

Una primera perspectiva desde el ángulo macroeconómico viene a confirmar la recuperación de la economía española. A pesar de que el producto interior sucio en el tercer trimestre de 2015 haya perdido un poco de impulso, creciendo en el 0,8% en tasa trimestral y en el 3,4% anual, por este flanco, en efecto, el panorama pinta mejor. España puede cerrar 2015 con un crecimiento del 3,3% según el Gobierno, del 3,2% según la OCDE y el BBVA, o del 3,1% según la Comisión Europea. Decenas al margen, España crece. Confirman la recuperación económica una serie de referencias.

En primer lugar, la creación de ocupación que, de acuerdo con la EPA correspondiente al tercer trimestre de 2015, ha crecido en 544.700 personas en los últimos 12 meses. Sin duda, una buena noticia solamente empañada por las sombras de la calidad de la ocupación creada, por la precarització de los puestos de trabajo y por los bajos sueldos que se están pagando, con absoluto predominio de la contratación temporal y puestos de trabajo a tiempo parcial. Recuperación en términos de trabajo?

En segundo lugar, la reforma del sector financiero, que parece estar ya consolidada con independencia del baile de fusiones bancarias que se rumoreja en los mentirosos de la capital, con diferentes parejas de baile por la cual tal vez sea la grande última reordenación bancaria después del crack de gran parte del sistema financiero. Las cuentas de resultados del conjunto de entidades de depósito a 30 de junio de 2015 lanzan un superávit de explotación de cerca de 8.900 millones de euros, lejos, pues, de aquellos descalabros de 2011 y 2012 saldados con pérdidas de explotación de 16.760 y 56.329 millones de euros, respectivamente, y un beneficio después de impuestos de 5.699 millones de euros en el primer semestre de 2015. Emperò, al cierre del mismo, la financiación de las entidades de crédito al sector privado había descendido a 1,358 billones de euros cuando 2014 concluyó con un saldo por este concepto de 1,380 billones. Además, la financiación de actividades productivas se situaba a 30 de junio de 2015 en 661.450 millones de euros, a enorme distancia del saldo de 1,012 billones de euros de 2010. Recuperación en asuntos de financiación bancaria?

En tercer lugar, se insiste en la consolidación fiscal haciendo hincapié en la reducción del déficit público. En este punto, por más que se anuncien a bombo y platillo, los esfuerzos detrás de la contención del gasto público, la sosegada lectura sobre las finanzas de nuestras Administraciones Públicas genera ciertos interrogantes que en un próximo artículo examinaremos a fondo. Creámonos, de momento, que uno de los pilares de la recuperación española es el de la consolidación fiscal. De momento, digamos que más o menos… Recuperación de nuestras erráticas finanzas públicas?

Y el cuarto punto que fundamentaría esta teórica reactivación sería el de las reformas estructurales, que más o menos vienen a ser como ciencia infusa, con el mercado laboral como paradigma. Aquí las discrepancias, por poco que se vea en qué termas se pronuncian los tribunales y en qué medidas la reforma del mercado laboral ha creado más paro que ocupación, son grandes. Recuperación gracias a las reformas o reformas sin frutos cosechados hasta hoy?

En cualquier caso, bien es verdad que el consumo ha repuntat, la inversión se ha animado y las mejoras de las condiciones de financiación aquí están.
Con todo, la pregunta es esta: todo el mérito de estas luces de recuperación económica hay que anotarlo en la haber de quienes rigen nuestros destinos o se han conjugado varios factores clave para atisbar aspectos de reactivación? El suspenso sobre la respuesta abre la invitación a un próximo artículo… Seguiremos!
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