El bitcoin y la puerta del Fraude

¿Qué factores coinciden en la mayoría de delitos relacionados con criptomonedas?

Hace pocos días hemos conocido una nueva estafa hecha con bitcoins. Se trata de dos hermanos sudafricanos, Ameer y Raees Cajee, de 17 y 20 años respectivamente, fundadores de la criptobolsa Africrypt, con sede en Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Resulta que han desaparecido con 3.600 millones de dólares en bitcoins propiedad de los usuarios de su plataforma. Según Forbes, solo en Estados Unidos en 2020 se produjeron 82.235 fraudes con criptomonedas.

Para entender porqué se producen tantos fraudes con las criptomonedas es útil la Teoría de la Puerta del Fraude, que considera cuatro factores que acostumbran a producirse en la mayoría de los fraudes. Los tres primeros factores proceden del Triángulo del Fraude propuesto por el criminólogo norteamericano Donald Cressey que en 1980 formuló su teoría del triángulo después de entrevistar a más de 300 reclusos encarcelados por haber cometido varios delitos. Así identificó las circunstancias que coinciden en la mayoría de delitos:

  • Motivación: es la necesidad o presión que aumenta el interés en defraudar. En el caso del bitcoin la motivación de los defraudadores, como en la mayoría de los fraudes económicos, acostumbra a ser el deseo de enriquecimiento.
  • Oportunidad: es cuando se produce una situación que permite defraudar con un nivel de riesgo bajo. En las criptomonedes, a menudo los defraudadors están en países con insuficiente regulación y supervisión por parte de las autoridades; pero gracias a internet pueden tener clientes en cualquier lugar del mundo. Por eso, las criptomonedas dan muchas oportunidades a los defraudadores
  • Racionalización: es el marco mental que justifica que una persona cometa el fraude. La mayoría de fraudes son cometidos por personas normales que no se ven a sí mismas como criminales. Creen que cometen el fraude porque tienen una causa justificada. La racionalización explica que muchas personas que cometen fraudes se sientan bien consigo mismas y no se arrepientan de su mal comportamiento. En el caso del bitcoin, la codicia de los inversores y el desconocimiento que tienen del funcionamiento real de las criptomonedas favorece que los defraudadores puedan pensar que los inversores merecen perder su dinero. También hay defraudadores que consideran lícito engañar porque tienen el síndrome de Robin Hood y piensan que son pobres por lo que engañar a los que tienen más dinero es un acto de justicia.

Los problemas de regulación, la codicia y el desconocimiento sobre las criptomonedas hacen pensar que los fraudes no irán a menos

Pero además del Triángulo del Fraude, creo que hay que considerar un elemento adicional para entender por qué se producen los fraudes:

  • Perfil de las personas que cometen los fraudes: el perfil integra habilidades sin las cuales el fraude no se podría cometer: capacidad (nivel de estudios, conocimientos de informática, ingeniería financiera, experiencia, red de contactos...), arrogancia (orgullo excesivo de una persona en relación consigo misma y que la lleva a creer y exigir más privilegios de los que tiene derecho). Las personas arrogantes se pueden distinguir por el exceso de lujo, narcisismo, altivez, agresividad... La arrogancia explica que algunas personas tengan una codicia ilimitada y la sensación de impunidad al creer que la legislación no les afecta. En el caso del bitcoin, la mayoría de defraudadores son personas con amplios conocimientos financieros, de marketing y de informática (hackers o piratas informáticos). Además saben que en muchos países hay una regulación y supervisión deficientes y, por eso, operan desde dónde es más fácil cometer sus robos.

En definitiva, la Puerta del Fraude (motivación, oportunidad, racionalización y perfil del defraudador) nos dan pistas del porqué hay tantos fraudes con bitcoins. Aún así, los problemas de regulación y supervisión, la codicia infinita y el desconocimiento de cómo funcionan las criptomonedas de millones de inversores me hacen pensar que los fraudes no irán a menos. Y lo peor es que en la mayoría de casos los inversores no tienen mecanismos de protección a los que acogerse una vez han sido estafados. Como dijo Ben Bernake, expresidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos: "El bitcoin es un intento de sustituir la moneda y evadir la regulación. No creo que acabe bien".

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