El buen propósito de leer

Se acaba el año, y un año más continúo cumpliendo con los buenos propósitos de lectura que me hice al empezarlo. Leer más libros debe de ser, junto con ir más al gimnasio y dejar de fumar, uno de los propósitos que más gente se hace con el año nuevo. También es cierto que entre la vida ajetreada que llevamos, las series que toca ver para tener conversación y el seguimiento de la actualidad por Twitter, radio, diarios y TN no nos queda demasiado tiempo para leer. Si además tenemos que ir al gimnasio todavía menos. De hecho, la falta de tiempo es la excusa número uno a la hora de justificar por qué no leemos (a no ser que seáis deportista de élite que entonces no os hace falta ninguno. El exfutbolista del Real Madrid, Fernando Hierro respondió "no suelo leer" al ser preguntado por cuál era el último libro que había leído. La respuesta, del 1995, se convirtió en meme avant la lettre y todavía resuena).

Pero resulta que para leer más hay un truco: leer. Fue precisamente leyendo (el maravilloso libro de Nassim Taleb, El Cisne Negro) que lo aprendí. En uno de los pasajes explica cómo el exceso de información en realidad nos desinforma. Taleb explica que acostumbraba a leer unos cuantos diarios al día y a seguir toda la actualidad internacional hasta que se dio cuenta que si dedicaba todo este tiempo a la lectura de libros podría llegar a leer hasta 100 libros más al año; no 100 libros al año, ¡100 libros más! El pasaje me quedó grabado en el cerebro. Quizás si quería un día ser como Nassim Taleb, matemático, filósofo y flâneur, leer los clásicos en lengua original, escribir mientras viajo por los cafés de todo el mundo y de vez en cuando impartir una charla, tenía que hacerle caso.

Y tenía razón. Sin demasiado esfuerzo se puede leer un libro por semana o cada quince días. Solo hay que coger el transporte público en lugar del coche —cuesta leer y conducir a la vez—, empezar el día con un libro en lugar de la radio—aunque sea solo almorzando—, tener siempre más a mano el Kindle que el móvil —fuera del bolsillo trasero del tejano— y no seguir la actualidad al minuto; deja de ser relevante demasiado rápido, mientras que la política de Aristóteles es todavía vigente. También ayuda saber que aquello último que harás antes de ir a dormir será leer; quizás caes rendido a las dos páginas, pero evitarás engancharte a las redes sociales o a las series hasta las tantas.

Nota al margen: leed siempre que podáis en papel y no en pantalla, que entre trabajo y ocio ya pasamos demasiadas horas. También hay un tema de usabilidad y comprensión lectora que hace que el formato libro en códice sea superior al libro electrónico. De todas maneras, para cuando tengo que ir de arriba a abajo, mantengo una copia en digital del libro en curso en mi móvil, iPad y Kindle con la aplicación de Kindle de Amazon; puedo leer si me toca esperar en algún lugar imprevisto.

Més info: Móviles, hijos y revolucionarios en Poblenou

No es lo mismo el progreso tecnológico que la prosperidad: el primero lo dirigen las élites y va en detrimento de grandes partes de la sociedad; la segunda se tiene que ganar en las fábricas, en las calles y en los parlamentos

En cuanto al idioma, si no es una obra literaria que podáis leer en lengua original, escoged siempre una buena traducción al catalán. Acostumbraba a comprar todos los libros de ensayo en el original, pero de unos años acá busco buenas traducciones en catalán. Hay una industria editorial en el país que es un tesoro y los best-sellers del New York Times ya tienen al resto del mundo que los compra. Conozco muchos editores, traductores y correctores catalanes que son un amor.

Dicho esto os dejo la lista de cinco de mis imprescindibles que he leído este año, bueno y deseándoos una muy buena entrada de año.

  1. Blood in the Machine: The Origins of the Rebellion Against Big Tech. Brian Merchant. 2023, Little, Brown and Company.
    El libro documenta la revuelta de los ludistas a principios del siglo XIX durante el nacimiento de la 1ª Revolución Industrial al norte de Inglaterra. Desmitifica el movimiento, la Revolución Industrial y aporta noticias y testigos de la época de hechos concretos. Al final los ludistas no estaban en contra de la automatización sino contra el abuso y la explotación que algunos propietarios de fábricas hacían de sus conciudadanos. El mítico Ned Ludd, curiosamente también en Notthingham como Roben Hood, el apoyo de Lord Byron y el inútil Príncipe Regent son algunos de los protagonistas de una historia que nos ha llegado muy distorsionada.
  2. Power and Progress: Our Thousand-Year Struggle Over Technology and Prosperity. Daron Acemoğlu, Simon Johnson. 2023, Public Affairs.
    Mil años de historia dejan claro que el progreso depende de las decisiones que las élites toman respecto a la tecnología.
    La riqueza generada por las mejoras tecnológicas en la agricultura durante la Edad Media europea fue capturada por la nobleza y utilizada para construir grandes catedrales, mientras los campesinos apenas subsistían. Los primeros cien años de industrialización en Inglaterra comportaron ingresos estancados para la clase trabajadora. Y en todo el mundo hoy en día, las tecnologías digitales y la inteligencia artificial socavan trabajos y democracia a través de la automatización excesiva, la recopilación masiva de datos y la vigilancia intrusiva.
    No es lo mismo el progreso tecnológico que la prosperidad: el primero lo dirigen las élites y va en detrimento de grandes partes de la sociedad; la segunda se tiene que ganar en las fábricas, en las calles y en los parlamentos.
    Pero que siempre haya pasado no quiere decir que tenga que pasar siempre. Power and Progress demuestra que el camino de la tecnología puede ser controlado. Los enormes adelantos informáticos del último medio siglo pueden convertirse en herramientas empoderadoras y democratizadoras o en herramientas de control que nos pueden llevar a sociedades distçopicas. Depende de nosotros.
  3. 100 cosas que hay que saber sobre inteligencia artificial. Ramon López de Mántaras y Bahía. 2023, Cossetània.
    La inteligencia artificial (IA) ha entrado de pleno a formar parte de nuestras vidas y se ha convertido en tema de actualidad. Hay, pero, muchos aspectos que no siempre se explican bien o pasan desapercibidos. Los inicios y los altibajos de su historia son aspectos poco conocidos. Hay aplicaciones muy populares, pero hay otras menos mediáticas que son bastante curiosas y sorpresivas. Sabemos que la IA ya está impactando en nuestra vida, pero todavía desconocemos hasta qué punto nos la puede llegar a cambiar.
    Se habla mucho del futuro de la IA, pero todavía no sabemos si podremos construir máquinas con una inteligencia general comparable a la humana. Estas son algunas de las cuestiones que los lectores podrán encontrar en este libro, un retrato fiel de la situación real de la IA, con el propósito de dar respuestas y reflexionar sobre las cuestiones éticas que plantea esta tecnología. * Se tratan diferentes temas relacionados con la inteligencia desde los inicios, hasta los desarrollos más recientes, haciendo énfasis en sus limitaciones tanto técnicas como éticas y su impacto social.
  4. Technofeudalism: What Killed Capitalism. Ianis Varoufakis. 2023, Vintage Publishing.
    En su último libro, Ianis Varoufakis argumenta que el capitalismo ha muerto y ha empezado una nueva era económica y quien lo ha matado han sido los más capitalistas de todos: las tecnológicas de Silicon Valley.
    Sumas desorbitadas de dinero que se suponía que tenían que reflotar nuestras economías después de la crisis financiera y la pandemia han acabado por potenciar el dominio de las grandes tecnológicas sobre cada aspecto de la economía. Las dos columnas del capitalismo —los mercados y el beneficio— han sido sustituidas por las plataformas y los alquileres. Y lo han hecho las grandes tecnológicas. Mientras tanto, con cada click y desplazamiento, trabajamos como siervos para aumentar su poder. Bienvenidos al tecnofeudalismo.
  5. Memorias de un cura que no creía en Dios. Jean Meslier. 2015, Viena.
    ¿Un cura que no cree en Dios? Este es el caso de Jean Meslier (Mazerny, Francia, 1664 – Étrépigny, 1729), hijo de un vendedor de tejidos, formado en el seminario, y que acabó ejerciendo de rector de un pueblecito de las Ardenes. Incapaz de callar ante los abusos de los señores y de la Iglesia sobre la población, fue amonestado incontables veces, hasta que finalmente decidió escribir por la noche y en secreto lo que no podía decir en los sermones, con la certeza que, una vez muerto, cuando encontraran su libro, ya no le podrían aplicar ningún castigo.
    Porque Meslier defiende que Dios no existe y que todas las religiones son una farsa inventada para conseguir la sumisión sin condiciones. ¿Cómo, si no, se puede concebir un Dios que permite el dolor y la injusticia? Trescientos años después de su muerte, la obra de Meslier, este cura revolucionario y ecologista mucho antes que aparecieran estos dos termas, parece sorprendentemente moderna.

Todos entran a examen. Nos vemos el año que viene

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