Capital e innovación: dos vacunas para la longevidad empresarial

Las empresas no viven demasiados años. De hecho, hay estudios que muestran que la mitad no pasan de los 12 meses de vida y la mayoría no superan los cuatro años. De las que siguen vivas después de los primeros cuatro años, la media viven entre 12 y 15 años. Por lo tanto, no es fácil crear una empresa que sea sostenible en el tiempo.

La evolución de la demanda, los cambios de clientes y competidores y también los cambios tecnológicos pueden ponerlo difícil a muchas empresas. Hay sectores que lo tienen más complicado que otros. Por ejemplo, las empresas agrarias y las agroalimentarias acostumbran a vivir más años que las empresas tecnológicas.

Para ver los factores que más inciden en la supervivencia de las empresas, hemos hecho un estudio exploratorio de las diferencias entre empresas que han cerrado entre el 2009 y el 2014, las empresas que siguen funcionando a finales de 2014 y, dentro de estas, las empresas de alto crecimiento. En este estudio hemos considerado empresas de alto crecimiento las que han aumentado las ventas un 20% anual en cada uno de los tres últimos años.

El estudio se ha basado en una muestra aleatoria de 100 empresas catalanas que han cerrado, 100 empresas que siguen activas y 25 gacelas.

Al analizar los tres grupos de empresas hemos encontrado diferencias en aspectos que pueden explicar la evolución tan diferente que han seguido. Un aspecto importante es como estaban las empresas poco antes de iniciarse la crisis económica. Así las empresas que han cerrado estaban mucho más endeudadas en 2008, puesto que la deuda representaba el 78% de los activos, mientras que en las empresas que siguen activas la deuda era del 54% en 2008. Por lo tanto, el nivel de capitalización era más elevado.

Una segunda diferencia es el gasto, o inversión en R D. Las empresas que han cerrado tenían en 2008 una R D que representaba el 0,2% de las ventas. Este porcentaje era del 1,8% en las empresas que siguen activas y del 3,1% en las empresas de alto crecimiento.

En resumen, la capitalización y la R D parecen dos buenas vacunas para alargar la vida y mejorar la evolución de las empresas.
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