Mundo 'casteller' y empresa: Parecidos

Son recurrentes los paralelismos entre el mundo casteller y el de la empresa. La plasticidad icónica de los castells, la fragilidad de sus estructuras, la potencia de las imágenes aéreas de las piñas, simbolizan y sintetizan conceptos y valores clave del management como el trabajo en equipo, la cultura del esfuerzo o la consecución de los retos, entre otros muchos. Ambos mundos tienen la misma naturaleza, estamos ante organizaciones entendidas como comunidades de personas donde los objetivos se alcanzan gracias a la contribución y cooperación de estas personas. Como organizaciones que son tienen muchos puntos en común.

Hay dos elementos determinantes en la consecución del nivel de organización de alto rendimiento que llevan a sobresalir en la actividad que han sido los que han posibilitado que el mundo casteller alcanzara niveles impensables. Estamos hablando de la innovación y la igualdad.

"En una actividad donde la fuerza física a priori parece un factor determinante, ha sido la incorporación de la mujer la que ha permitido ir más allá y llegar más arriba"

La igualdad desde la perspectiva del género con la incorporación de forma masiva de la mujer al mundo casteller ha supuesto una extraordinaria mejora cuantitativa y cualitativa. Más personas en los grupos, más talento y más tallas donde poder elegir y compaginar buscando las alineaciones idóneas de las estructuras con las combinaciones de compromiso, técnica, altura y peso. En una actividad en la que la fuerza física a priori parece un factor determinante, ha sido la incorporación de la mujer la que ha permitido ir más allá y llegar más arriba.

El primer castell de nueve del siglo XX fue el cuatro de nueve con folre de la Colla Vella de los Xiquets de Valls, alcanzado el de 25 de octubre de 1981; en la estructura del castell de 28 personas no había ninguna mujer. 38 años después, el que hasta ahora es el techo de los castells, a los tres de nueve sin folre también de la Colla Vella de 27 de octubre de 2019, de las 22 personas de la estructura siete eran mujeres, en los cinco pisos superiores la mayoría eran mujeres. Los Minyons de Terrassa abrieron el camino, no fue llano pero ningún grupo se ha quedado al margen y hoy está plenamente consolidado.

La innovación materializada por la introducción de las redes en los ensayos ha revolucionado la dinámica de la técnica castellera en la vertiente de la práctica del ensayo. La adopción de esta tecnología ha permitido poder ejercitarse con mayor intensidad y seguridad con menos personas, se pueden ensayar las estructuras de los castells más altos y más esbeltos sin necesitar disponer de la piña que exige la presencia masiva de personas integrantes de les colles.

Parece increíble que las redes de los trapecistas no se hayan incorporado a las 'colles' hasta bien entrado el siglo XXI: a veces la innovación pasa por repensar la obviedad

De tan trivial y sencillo que es, parece increíble que pese a que todo el mundo conoce de toda la vida las redes de los trapecistas no haya sido hasta bien entrado el siglo XXI que se han incorporado las redes a los locales de las colles de castells. Pues es así y esto pone de manifiesto que, a veces, la innovación también pasa por repensar la obviedad, una red situada a media altura con agujeros por donde pasan los pilares cambia la forma de hacerlo. El primer grupo en incorporar la red a los ensayos tengo entendido que fue los Bordegassos de Vilanova. Ningún grupo juicioso puede prescindir de ellas hoy en día.

El mundo casteller ha estado parado durante prácticamente dos años a raíz de la crisis del Covid, con la actividad prohibida por las autoridades la mayor parte de este tiempo. La lógica invitaba a pensar y la corriente mayoritaria así lo hacía que dos años en blanco comportarían que, cuando se reanudara la actividad, costaría mucho tiempo recuperar el nivel alcanzado antes de la pandemia.

No fue así, la recuperación está siendo sorprendentemente rápida. Por lo que se ha visto en poco más de medio año desde la reanudación hasta el día de Santa Úrsula, pasando por Sant Félix y el concurso de castells, se está cerca de alcanzar el nivel prepandemia. En el concurso, el merecido triunfo de los Castellers de Vilafranca y el gran nivel del resto de grupos confirmó una vez más la máxima de Gary Player de que cuanto más duro entrenas, más suerte tienes. Este domingo en Valls se ha evidenciado que el talento con motivación y convicción tiene una portentosa fuerza.

Buenas prácticas y lecciones aprendidas de los castells aplicables a todo tipo de organización en general y empresas en particular. Un ejemplo más de la capacidad de resiliencia y espíritu de superación que tienen las comunidades de personas con compromiso, bien organizadas en torno a una razón de ser trascendente, cuando se fijan objetivos claros.

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