Posteridad para las masas

En Be Right Back, el primer episodio de la segunda temporada de Black Mirror, el chico de la protagonista muere en un accidente de coche. Cuando todavía está pasando el luto, descubre que las tecnologías de inteligencia artificial le permiten comunicarse con un bot que se comporta como su chico. El episodio fue escrito por Charlie Brooker, el creador de la serie, y se inspiró en los bots de Twitter que se hacen pasar por personas muertas y en la duda existencial que todos hemos tenido de si borrar el contacto del móvil de un amigo traspasado.

La historia se asemeja de manera muy inquietante a la de Eugenia Kuyda y su amigo Roman Mazurenko. Eugenia es una emprendedora rusa que había ido con su amigo Roman a San Francisco donde fundaron sendas empresas de tecnología. En 2015, Roman murió en un atropello en las calles de Moscú. Una vez pasado el luto por la pérdida de su amigo, Eugenia sentía que le había faltado decirle muchas cosas, que no se había despedido de él cómo habría querido. Se le ocurrió que si reunía todos los chats, correos, mensajes y tuits que se había intercambiado con Roman, dejando de lado los más personales, podía programar una red neuronal que alimentara un chatbot que respondiera como lo habría hecho Roman. Y sí, lo hizo, chateó con él (no sé si todavía lo hace) y puso el chatbot a disposición de todo el mundo para que pudiera conversar. El chatbot era Roman, con su tono, sus giros y sus ocurrencias; incluso enviaba fotos relacionadas con la conversación.

El activista y creador de contenidos Aaron Ansuini explicaba en Twitter que el profesor del curso en linea que estaba haciendo, a pesar de que había muerto en 2019, técnicamente todavía estaba dando clases y que era su profesor a todos los efectos. Aaron se lo cogía con humor negro —"ya ni aquello de que ya te jubilarás cuando mueras es cierto", "eso sí que es un trabajo seguro"—, pero también lamentaba que nunca le podría agradecer las buenas clases de arte que le había dado. Reconocía que es cierto que estamos permanentemente aprendiendo de gente que está muerta —mediante sus escritos o las obras que nos han legado— pero se preguntaba sobre si la universidad no le tendría que haber avisado de que este señor hacía dos años que criaba malvas.

Més info: De la ficción al documental por la cara

Que el tema de la vida digital después de la muerte biológica no es un tema exclusivo de Black Mirror lo demuestra el interés de diferentes empresas para hacerlo realidad. La misma Eugenia Kuyda creó Replika.ai, una aplicación que te crea un avatar de tú mismo a partir de tus propias conversaciones con quien siempre puedes charlar.

"Microsoft ha obtenido una patente para utilizar la información personal de personas muertas para crear chatbots"

También los grandes tienen en interés con la vida más allá del carbono. Microsoft ha obtenido una patente para utilizar la información personal de personas muertas para crear chatbots. El documento de la patente describe la creación de un bot a partir de imágenes ve, publicaciones a medios sociales, comunicaciones electrónicas y otra información personal.

"La persona que el chatbot representa puede corresponder a una entidad pasada o presente (o una variación suya), como un amigo, pariente, conocido, personaje famoso, personaje de ficción, personaje histórico, una entidad cualquiera, etc.", "incluso uno mismo". Una de las funcionalidades que el sistema patentado por Microsoft permitiría es el de entrenar en vida un chatbot por cuando ya no estuviéramos.

Todo lo que hace pocos años nos sonaba a ciencia ficción y a distopia —en Roman, Replika o Black Mirror— de aquí a nada lo llevará el Windows de fábrica: posteridad para las masas.

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