Me da miedo que no estamos dando suficiente importancia a la decisión tomada la semana pasada por la UE, considerando "energía verde" la producida a partir del gas natural o de la fisión nuclear. Pienso que las preocupantes perspectivas de futuro energético que se han creado recientemente a Europa, a partir de la invasión rusa de Ucrania, justifican plenamente revisar las actuales políticas en este campo, para hacer compatibles la lucha contra el cambio climático con la seguridad en la disponibilidad de energía, los dos objetivos muy importantes, pero contradictorios en muchos aspectos.
Pero de esto a bautizar de "verdes" la energía del gas (que genera menos problemas de calentamiento global debido al CO2 que el carbón o el petróleo, pero también genera bastantes) y la energía nuclear (que además de generar gases, produce unos residuos muy peligrosos), y ponerlas en el mismo grupo de las energías que no generan gases de efecto invernadero ni residuos, y tratarlas como iguales, es una decisión que puede tener consecuencias graves en los próximos años, y que puede ser aprovechada por actuaciones que no son las que se buscan, pero que algunos seguramente quieren. Entiendo y apoyo que se haya tomado una decisión de cambio, pero me ha sorprendido los detalles del contenido.
Esto a bautizar de "verdes" la energía del gas y la energía nuclear es una decisión que puede tener consecuencias graves y que puede ser aprovechada para actuaciones que no son las que se buscan
No quiero entrar directamente en la polémica que seguramente viviremos, pero quiero aprovechar este caso, como algunos otros de la pandemia, para hacer una reflexión y tomar conciencia de las razones explicitas y justificadas, pero también de las posibles ocultas, que pueden estar en muchas de las decisiones políticas.
Los criterios científicos
Para tomar decisiones sobre hacia donde se quiere ir, hace falta primero que los políticos entiendan y tengan acceso a la experiencia de como funciona el mundo, tan el físico como el social. De aquí la importancia de utilizar y conocer tanto las ciencias naturales como las sociales, y de aprovechar la experiencia de los que saben. Esto permite poder prever con una cierta seguridad las consecuencias de las medidas tomadas. Una buena política actúa así, pero las cosas no son tanto sencillas. En primer lugar porque en muchos aspectos las ciencias no tienen un carácter infalible ni pueden asegurar con rotundidad lo que pasará. Esto es especialmente cierto en el caso de las ciencias sociales en las que interviene la libertad de las personas. Los niveles de incertidumbre pueden ser importantes y hace falta que todo el mundo tenga en cuenta y comprenda que gestionar la incertidumbre no es nada fácil.
Hay otro elemento que también es importante. En bastantes áreas científicas hay, o pueden haber, diferentes escuelas de pensamiento y, por lo tanto, se pueden tomar decisiones políticas diciendo que están "basadas en criterios científicos" pero solo una vez que se ha escogido la escuela que más favorece los objetivos que se pretende, tanto desde un punto de vista ideológico como desde intereses personales o de grupo.
Los criterios Ideológicos
La ideología es una parte importante de la vida política. Responde a una serie de principios, valores, o prioridades y es clave a la hora de establecer los objetivos que se quieren conseguir. En los estados modernos democráticos la ideología es plural, normalmente con algunas limitaciones, y es el objeto de los debates y de las votaciones periódicas de representantes. Cada ideología es normalmente transparente; indica claramente lo que pretende y las herramientas que quiere utilizar para conseguirlo. Las ideologías están sobre todo diferenciadas por tendencias en el campo de las libertades, de la organización económica y o de la justicia social, pero. a menudo, también reflejan otros aspectos como la estructura de los estados, la dependencia administrativa, la importancia cultural, o la sostenibilidad ecológica.
Los criterios políticos
Los he dejado por el final porque es allá donde quería ir a parar. Entiendo que hay de dos tipos:
a) Los que son consecuencia de una ideología transparente que fija unos objetivos, y de una utilización de herramientas basadas en criterios científicos. Son objetivos y criterios que se explican, se hace pedagogía para los ciudadanos, se detallan y se justifican.
b) Los que tienen por objetivo la búsqueda o la conservación del poder por parte de los que toman las decisiones o el favorecimiento de personas o grupos concretos, normalmente de tipo económico. Estos se disimulan o se niegan.
Hay que analizar si podemos encontrar criterios o circunstancias de búsqueda de negocio o de poder en decisiones como la "recalificación" de las energías
Con esto, vuelvo al principio. Me gustaría que, sin dramatizarlo, fuéramos capaces de analizar si podemos encontrar algunos de estos criterios o algunas de estas circunstancias de búsqueda de negocio o de poder, en decisiones que a veces nos han sorprendido, como la de la "recalificación" de las energías, o en situaciones más próximas a nosotros, en administraciones públicas del Estado, relacionadas con los suministro de vacunas o los confinamientos decretados por la pandemia. Es aquello de provocar, en estos casos, ganadores y perdedores, reconocidos o no , y compensados o no.