Está claro que el ser humano es el único animal que cae repetidamente en los mismos errores. Un ejemplo lo tenemos en las malas prácticas corporativas que contribuyeron de manera decisiva a la crisis financiera global que estalló en 2008. Entre las malas prácticas que se ha demostrado que causaron la burbuja especulativa podemos destacar el objetivo de beneficios a corto plazo, que a medio plazo perjudicaran gravemente a los clientes y a las mismas entidades; y los sistemas de incentivos (bonus) de los directivos que solamente premiaban estos beneficios a corto plazo.
Todavía no hemos acabado de salir bien de la crisis y ya estamos viendo compañías que vuelven (quizás no las abandonaron nunca) a las malas prácticas. Se trata de empresas que para aumentar algo más los beneficios y, por lo tanto, la rentabilidad de los accionistas y, sobre todo, los bonus de los directivos, no los importa crear problemas importantes a sus clientes y empobrecer la calidad de vida de sus empleados. Ejemplos de estas prácticas son reducir la vida de los productos a fin de que los clientes los tengan que sustituir antes de tiempo, someter a los empleados a condiciones laborales con niveles de estrés exagerados o dejar echados a los clientes en un aeropuerto durante horas y horas.
Ante esto que se puede hacer? Aplicar el sentido común:
• Por un lado, los afectados, empleados o clientes, tendrían que denunciar estas prácticas a las autoridades competentes.
• Y los clientes, si pueden, tendrían que elegir otras empresas más responsables socialmente.
• Y la mejor solución es que este tipo de compañía revise su estrategia, asegurando que la responsabilidad Social Corporativa, y la satisfacción de los clientes y empleados son también prioritarios y dejar de considerar la rentabilidad financiera como única prioridad real.
• Y los sistemas de incentivos tendrían que premiar la consecución de objetivos relacionados con clientes, empleados y la RSC, en general.
• De este modo, se tendría que impedir que se premien el alta rentabilidad financiera cuando va acompañada de problemas graves relacionados con clientes y empleados.
• Por otro lado, como que los efectos de las políticas de la empresa en clientes y empleados a veces tardan a visualizarse, conviene que los bonus se calculen (y se abonen a los directivos) con una perspectiva de largo plazo.
En definitiva, si las empresas no se toman seriamente estas problemáticas, volveremos a reincidir en los errores de siempre.
Todavía no hemos acabado de salir bien de la crisis y ya estamos viendo compañías que vuelven (quizás no las abandonaron nunca) a las malas prácticas. Se trata de empresas que para aumentar algo más los beneficios y, por lo tanto, la rentabilidad de los accionistas y, sobre todo, los bonus de los directivos, no los importa crear problemas importantes a sus clientes y empobrecer la calidad de vida de sus empleados. Ejemplos de estas prácticas son reducir la vida de los productos a fin de que los clientes los tengan que sustituir antes de tiempo, someter a los empleados a condiciones laborales con niveles de estrés exagerados o dejar echados a los clientes en un aeropuerto durante horas y horas.
Ante esto que se puede hacer? Aplicar el sentido común:
• Por un lado, los afectados, empleados o clientes, tendrían que denunciar estas prácticas a las autoridades competentes.
• Y los clientes, si pueden, tendrían que elegir otras empresas más responsables socialmente.
• Y la mejor solución es que este tipo de compañía revise su estrategia, asegurando que la responsabilidad Social Corporativa, y la satisfacción de los clientes y empleados son también prioritarios y dejar de considerar la rentabilidad financiera como única prioridad real.
• Y los sistemas de incentivos tendrían que premiar la consecución de objetivos relacionados con clientes, empleados y la RSC, en general.
• De este modo, se tendría que impedir que se premien el alta rentabilidad financiera cuando va acompañada de problemas graves relacionados con clientes y empleados.
• Por otro lado, como que los efectos de las políticas de la empresa en clientes y empleados a veces tardan a visualizarse, conviene que los bonus se calculen (y se abonen a los directivos) con una perspectiva de largo plazo.
En definitiva, si las empresas no se toman seriamente estas problemáticas, volveremos a reincidir en los errores de siempre.
Suscríbete a VIA Empresa y recibirás en tu correo nuestras mejores historias, reportajes y entrevistas, además de otras ventajas exclusivas para suscriptores.
Antes de enviarnos tus datos lee la siguiente información INFORMACIÓN BÁSICA SOBRE PROTECCIÓN DE DATOS Responsable del tratamiento: TOTMEDIA COMUNICACIÓ, S.L. Finalidad del tratamiento: Atender las solicitudes de información que los usuarios de este formulario nos envíen. Legitimación: Consentimiento del interesado en enviarnos el formulario con sus datos. Destinatarios: El personal, la dirección de la empujada y los prestamistas de servicios necesarios para cumplir con nuestras obligaciones. No cederemos sus datos a terceros. Derechos que le asisten: Tiene derecho a acceder, rectificar y/o suprimir sus datos, así como otros derechos, como se explica detalladamente en la política de privacidad, dirigiéndose a privacitat@totmedia.cat. Información adicional: Para más información consulten la política de privacidad.