Durante los últimos meses hemos visto cosas que, si nos las hubieran anunciado el año pasado, no nos las habríamos creído. Nos hemos encontrado con cadenas de abastecimiento paradas o rotas, con una movilidad muy limitada y con grandes ferias y acontecimientos globales cancelados. Pero también hemos visto cómo se cerraban ventas internacionales a través de WhatsApp o Zoom; realidades que han sustituido la tópica imagen del export manager que siempre tiene una maleta en una mano y un billete de avión en la otra.
La pandemia de la covid-19, pues, también ha impactado en uno de los grandes motores de la economía catalana: su potencial exportador, que representa el 25,1% del total del Estado. Economías muy abiertas en el mundo, como la nuestra, han sido las más expuestas de entrada; pero también son las que tendrán una recuperación más rápida y más sólida.
Lo demuestra que, incluso en estas condiciones, durante el primer semestre del 2020 crecieron un 13% las empresas que han usado la red de Oficinas Exteriores de Comercio y de Inversiones de ACCIÓ para seguir exportando en tiempo de pandemia. El contexto nos obliga a modificar rutinas y procesos, a seguir diversificando mercados y a estar más cerca de los hubs regionales; pero en ningún caso a renunciar a lo que seguirá siendo una gran fuente de crecimiento.
Cambian las reglas de juego y se aceleran tendencias que venían sonando de fondo, pero lo más relevante es que las empresas catalanas son y serán capaces de seguir haciendo lo que han hecho siempre: superar retos, adaptarse a nuevos contextos y seguir siendo protagonistas en el comercio global que convive con la covid-19 y lo que resultará cuando esta se supere. Ya durante los primeros seis meses del 2020 las exportaciones catalanas de productos de alto nivel tecnológico han crecido un 11,2% en términos interanuales.
"Ya durante los primeros seis meses del 2020 las exportaciones catalanas de productos de alto nivel tecnológico han crecido un 11,2% en términos interanuales"
Es la investigación de los nuevos espacios donde se crear valor y se aprovechan las oportunidades existentes, es este el hilo que toca estirar a partir de ahora. El de un comercio internacional que utiliza nuevas herramientas digitales; que diseña nuevas cadenas de producción más cortas o que impulsa el papel de las filiales para garantizar la proximidad al mercado. En este momento de replanteamiento y rápida adaptación, es imprescindible que desde las instituciones públicas como ACCIÓ compartamos este esfuerzo para adaptarnos y seguir siendo útiles en las empresas catalanas que se internacionalizan.
Con este espíritu hemos adaptado rápidamente procesos y servicios. Y sobre todo hemos potenciado el papel que juegan las 40 oficinas de ACCIÓ en todo el mundo. Ahora más que nunca, esta red se la tienen que hacer suya todas las empresas catalanas. Las oficinas pisan el terreno, detectan las oportunidades y tienen relación con los agentes relevantes de más de un centenar de mercados. Son la manera más directa que tienen las empresas catalanas para ser cerca de sus socios y clientes en todo el mundo.
A partir de este lunes, los 40 directores de las Oficinas Exteriores de ACCIÓ serán también algunos de los principales protagonistas de la Semana de la Internacionalización. Su 27a edición estrena formato virtual, pero mantiene el espíritu que lo ha convertido en el acto de referencia en Catalunya cuando hablamos de comercio internacional.
"Las oficinas de ACCIÓ son la manera más directa que tienen las empresas catalanas para estar cerca de sus socios y clientes en todo el mundo"
Tendremos seminarios para compartir nuevas herramientas para hacer negocio en el mundo, como las que nos ofrece el comercio electrónico, a las que dedicaremos un día entero. Descubriremos tendencias y ampliaremos conocimientos; pero sobre todo estableceremos una sólida conexión con la realidad que nos espera allí fuera.
La voluntad está: el 84% de las empresas industriales que exportan se plantean abrir nuevos mercados internacionales, según un sondeo hecho por ACCIÓ en plena pandemia. Porque no importa si los negocios se hacen por WhatsApp, Zoom o correo electrónico. Lo más importante es poder seguir exportando.