2.000 gracias

Gracias a la empresa que confecciona material textil para el sector de la alimentación y que ha empezado a fabricar mascarillas. Gracias a la pyme que hacía hinchables publicitarios y que ahora produce batas de protección. Gracias al taller de joyería que usa su maquinaria para fabricar piezas de metal como componentes de respiraderos. Gracias a la startup que disponía de impresoras 3D y que las ha puesto en marcha para imprimir viseras protectoras.

"2.000 ejemplos de empresas catalanas que han reorientado su actividad o puesto a disposición del país sus productos, tecnología o capacidad de producción para hacer frente a la emergencia sanitaria"

Podríamos seguir con 2.000 casos más, que es el número de solicitudes de empresas que hemos recibido estas semanas para apuntarse al Marketplace Covid-19, un portal web creado por el Departament de Empresa i Coneixement a través de Acció precisamente para ponerlas en contacto. 2.000 ejemplos de empresas catalanas que han reorientado su actividad o puesto a disposición del país sus productos, tecnología o capacidad de producción para hacer frente a la emergencia sanitaria provocada por la Covid-19. 2.000 empresas que han sabido reinventarse y adaptarse rápidamente a una situación adversa.

Casos reales de empresarios catalanes que pocas horas después de confinarse el país y decretarse el estado de alarma llamaron a sus proveedores para conseguir material que habitualmente no usaban o que decidieron utilizar el stock que tenían en el almacén para contribuir a dar respuesta a la situación. Nos referimos a autónomos, pymes y empresas familiares que se pueden encontrar en una situación complicadísima, quizás con un ERTO en marcha, sin pedidos o con proveedores internacionales que no podían cumplir los plazos de entregas. Historias que, en unas circunstancias difíciles, han puesto sobre la mesa una de las virtudes de este país: nuestro tejido empresarial y su apuesta por la innovación.

Més info: El COVID-19 y los clústeres: luz que entra por las grietas

Porque la capacidad de innovación es la clave de la ecuación que nos permitirá salir de esta situación. Innovación es pensar nuevas maneras de organización, crear nuevos modelos de negocio, incorporar nuevas tecnologías. Es cambio, adaptación. Y es lo que hemos visto estas últimas semanas en estas 2.000 empresas: una actitud. Una actitud que tendremos que ser capaces de convertir en acción para conjugar en futuro nuestra realidad empresarial. Ahora más que nunca tenemos que ser conscientes que el camino pasa por más inversión en I+D, más uso de la tecnología, más digitalización, más conocimiento.

Hace tiempo que hacemos referencia a la llamada industria 4.0. Hablábamos de la importancia que las empresas catalanas incorporaran tecnologías clave como la realidad virtual y aumentada, la inteligencia artificial, el big data o la impresión 3D para poder hacer frente a la nueva realidad empresarial. Pero si hace dos meses era una necesidad vital, ahora es imperativo. Esta crisis ha acelerado los retos que plantea la economía global en que vivimos y nos ha demostrado que podemos hacer frente si tenemos capacidad de reacción para adaptarnos a circunstancias inesperadas.

"Innovación es pensar nuevas maneras de organización, crear nuevos modelos de negocio, incorporar nuevas tecnologías"

Justamente este mes de mayo hace 10 años del nacimiento de Acció. Y más que mirar atrás, ahora es un momento para diseñar nuevas maneras de actuar, sumar esfuerzos y aprovechar el expertise que aporta cada miembro de nuestro tejido empresarial: desde la pyme más pequeña a la multinacional o el emprendedor más disruptivo. Tomamos nota de las lecciones de esta crisis y aprovechamos para acelerar este proceso de transformación.

Més informació
Más acción social que nunca
Hoy Destacamos
Lo más leido