¿Quién es el loco ahora?

Lunes 22/03/2021 a las 7:07 hora catalana se elevaba la nave Soiuz 2 desde el cosmódromo de Baikonur del Kazajistán. El lanzamiento se había previsto para el sábado 21/03 pero se tuvo que posponer por culpa de problemas técnicos.

La Soiuz 2 llevaba una carga de 37 nanosatélites atmosféricos y de telecomunicaciones de 18 países diferentes, entre ellos Enxaneta, el primero nanosatélite de Catalunya. La puesta en órbita acabó con éxito en el momento en que a las 14:01 Enxaneta pasó sobre Catalunya y envió un "mama he llegado bien" tal y como anunciaba el conseller Puigneró con un tuit.

Fabricado por las empresas catalanas Satelliot y Open Cosmos, el Enxaneta es el primer satélite de Catalunya pero no es el primero nanosatélite catalán; la UPC ya había puesto cuatro en órbita antes. También hay que decir que si bien es cierto que Enxaneta mejorará la cobertura 5G en determinadas zonas del país —el titular que habéis leído por todas partes— no lo hará de la manera que nos pensamos.

Los nanosatélites son pequeños satélites que caben en la palma de la mano y no son geoestacionarios. Se encuentran en órbitas bajas, de alrededor de 500 km, donde se encuentra también la Estación Espacial Internacional (ISS). Y como la ISS, no se están quietos en un punto; van disparados como una bala orbitando alrededor de la Tierra. El Enxaneta viaja a una velocidad de 7 km/s (la ISS es de 7,66), o, lo que es lo mismo, da una vuelta a la Tierra cada 90 minutos en una órbita polar y pasa dos veces al día sobre Catalunya. Lo podéis ver en directo en el web de seguimiento que el IEEC ha publicado. Por si lo queréis seguir en otras aplicaciones de monitorización su nombre de referencia es 3B5GSAT.

"La cobertura 5G posibilita la transmisión de datos de sensores esparcidos por todo el país (incluidos collares de vacas y de osos) por la monitorización en tiempo real"

Así pues, ya os podéis imaginar que poco mejora la cobertura 5G una conexión dos veces al día con una antena que se mueve a 25.000 km/h por el cielo. Lo que sí que posibilita, en cambio, es la transmisión de datos de sensores esparcidos por todo el país (incluidos collares de vacas y de osos) por la monitorización en tiempo real. Los datos suben de los sensores al Enxaneta y se descargan en la estación terrestre de control del IEEC que se encuentra al Observatorio Astronómico del Montsec, en Sant Esteve de la Sarga en el Pallars Jussà. La confusión viene de que la tecnología que se utiliza para enviar y recibir datos es 5G.

Más allá de la cobertura síncrona para los móviles de las personas, lo que sí que es una ventaja competitiva es la cobertura asíncrona para las máquinas. Este hecho abre las puertas en la internet de las cosas (IoT) y a nuevos modelos de negocio para las zonas rurales que representa a la vez un vector de crecimiento y de reequilibrio territorial. La monitorización en directo de reservas hídricas, caudales de ríos y gruesos de nieve permite la toma de decisiones inteligentes a nivel local (Catalunya) y contribuir a la toma de decisiones globales (emergencia climática). A final de año está prevista la puesta en órbita del segundo nanosatélite que se completará con cuatro más hasta formar un enjambre de seis.

A los de la bromita de la NASA Catalana: a esto se dice New Space; un nuevo paradigma de la explotación espacial para cada bolsillo. Note que digo explotación y no exploración (apunte para los de la bromita). Hasta ahora sólo las agencias espaciales estatales y los países ricos podían poner satélites en órbita. Como que enviar satélites al espacio va a peso (literalmente) y los satélites pueden llegar a pesar toneladas, esto ponía una barrera de acceso muy alta al momento de acceder. Son los lo Sputnik, las misiones Apolo, los Voyager y el Endeavor, pero también son los Telstar, Hispasat y Meteosat. Es lo que ahora conocemos como Old Space.

"A los de la bromita de la NASA Catalana: a esto se llama 'New Space'; un nuevo paradigma de la explotación espacial para cada bolsillo"

Para entendernos, la evolución que ha hecho la explotación espacial es análoga a la de los ordenadores: en 1960 los ordenadores ocupaban plantas enteras de edificios y sólo tenían las grandes multinacionales; hoy los ordenadores los llevamos en el bolsillo y les llamamos móviles. Y como los móviles, los nanosatélites están llenos de sensores, tienen capacidad de transmisión de datos y se conectan entre ellos en red en constelaciones de nanosatélites.

Si continuamos con la analogía con la revolución digital; que alcanza de la llegada de los mainframes (grandes ordenadores monolíticos), a la irrupción de los móviles, pasando por los ordenadores personales e internet y vamos más allá de la tecnología, nos daremos cuenta de los beneficios económicos y sociales que ha comportado. Para hacernos una idea, sólo hay que imaginarnos un escenario distópico dónde por culpa de alguna razón esotérica, en 1980 hubiéramos renunciado a los ordenadores personales, en los 1990 a internet y en los 2010 a los teléfonos inteligentes y dónde sólo los estados y grandes empresas tuvieran grandes ordenadores y acceso a las telecomunicaciones. Qué, ¿da miedo verdad? Pues id haciendo bromitas.

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