Roomba: A New Hope

Trump es un mentiroso maleducado y Biden ha ganado el debate. Este sería el titular del primer debate para las presidenciales norteamericanas. Si lo vistéis en directo ya lo sabíais. Si habéis leído alguna crónica o habéis seguido Twitter, quizás no. Lo digo porque muchos analistas, personalidades, famosetes y usuarios anónimos se han puesto la capa de Equidisman y han manifestado públicamente que el debate era poca cosa más que dos señores mayores peleándose. A excepción hecha que el titular ya hubiera salido en Los Simpson —recordad que también predijeron que Trump sería presidente—, no hace gracia porque no es cierto; Trump reventó el debate con sus interrupciones, sus mentiras y su tono de pijo de patio de primaria.

Le tengo que reconocer, eso sí, que fuera bastante habilidoso desde el minuto cero en convertir un debate televisivo en su cuenta de Twitter, que es donde se siente cómodo. Con un tono directo, con mensajes cortos y una apelación constante al estómago, combinaba a partes iguales acusaciones, insultos, mentiras y auto-felaciones sin solución de continuidad. La orgía fue tal que en más de una ocasión interrumpió la pregunta del moderador, en otros entró a debatir y acabó descalificándole, a él y a toda la clase periodística. ¡Y eso que era de Fox News!

"Trump fue bastante habilidoso desde el minuto cero al convertir un debate televisivo en su cuenta de Twitter, que es donde se siente cómodo"

Si el debate se hubiera quedado en un hilo de Twitter o en una serie de tuits de réplica contra réplica, todavía. Ni esto. Los mensajes cortos de ambos candidatos parecían pensados para que resonaran en sus respectivas cámaras de resonancia; sin puntos de contacto y con constantes ataques ad hominem. Biden probó de argumentar pero las interrupciones constantes en forma de tuit de troll anónimo de Trump se lo hicieron imposible.

La magnitud de la tragedia la ilustra el hecho que el tuit de la noche saliera bien temprano, al cabo de sólo 15 minutos de debate, cuando Biden después de interrupción sobre interrupción, le espetó un "Will you shut up, man?" (¿quieres hacer el favor de callar?) que le salió del hígado y que en las redes sociales todavía resuena ahora. Twitter hizo su magia y al cabo de nada ya había camisetas, tazas, gorras y todo tipo de merchandising con la cara del Trump con la frase de Biden encima.

El "man" no es anecdótico. El trato inicial respectivo de "Mr. Presidente" y de "Mr. Vicepresidente" duró muy poco; enseguida se pasó a "Joe" por parte de Trump y "man" por parte de Biden. De hecho la primera frase del debate la dice Biden sólo entrar al plató y es: "How are you doing, man" (Qué, ¿como va?). Otro "man" que quizás ha pasado más desapercibido es lo "Keep yapping man!" (¡continúa ladrando, hombre!) que Biden soltó a Trump con motivo de la enésima interrupción.

El trabajo de los spin doctors (asesores políticos, del inglés "espín", girar) también se hizo notar en múltiples ocasiones con datos, juegos de palabras y facècies hechos para brillar a Twitter. Una prueba fue en el tema de los 750 dólares pagados en impuestos el 2017, noticia que publicaba oportunamente el NYT el lunes. Trump se defendió diciendo literalmente "yo no quiero pagar impuestos, si tenemos estos privilegios es porque la administración de la que usted formaba parte nos lo permitió". Un presidente de los EE.UU. diciendo que no quiere pagar impuestos. Entendido.

El otro spin se produjo al hablar del Covid-19 y la nefasta gestión de la administración Trump con más de 200.000 muertos. Trump fue rápido y sacó la gestión de la administración Obama de la gripe porcina N1H1 del 2009. El problema es que Biden la llevaba preparada y le giró el argumento con datos: " murieron 14.000, no 200.000". Trump sin posibilidad de falsearlas recurrió a la táctica Rijkaard de "y-si-mí-abuela-tuviera-ruedas-sería-una-bicicleta", respondió: "Tú habrías perdido más gente".

Lo que me hizo más gracia, y que era previsible, fue un màriusserrià "From 'The Arte of the Deal' tono 'The Arte of Steal'" (de "El arte de negociar" a "El arte de robar") que Biden espetó a Trump ligando su libro de autoayuda empresarial y su evasión de impuestos.

Biden, más sonriente, mirando a menudo a cámara y dirigiéndose la gente probó de argumentar y debatir una y otra vuelta frente a un Trump maleducado, mentiroso y pijo. La actitud de los dos candidatos la resumía el usuario @aparnapkin a Twitter en una imagen inquietante: "Es el debate entre una apisonadora sin conductor y una Roomba encallada en un rincón"; y el resultado final el actor Mark Hamill en un vídeo todavía más inquietando "El debate es la peor cosa que he visto nunca y esto que yo fui al Especial de Navidad de La Guerra de las Galaxias". Miradlo.

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