Especializada en gestión y administración de empresas sanitarias

Formo parte del club de los mayores de 45 años y me reivindico

13 de Enero de 2023
Rat Gasol

Hace escasos días cerramos un 2022 lleno de incertidumbre e inseguridad. Y, aunque se vislumbra un año 2023 marcado por los grandes conflictos geopolíticos y las dudas y los temores a una recesión o a una estagflación, surgen también grandes oportunidades que, como país, y como sociedad, no debemos ni podemos desaprovechar.

 

Y es a partir de ahí que empiezo mi reflexión, de las oportunidades. De hecho, no es la primera vez, ni tampoco será la última, que abro el melón de los sesgos y los prejuicios en la selección de personal.

Es innegable que últimamente hemos detectado cierta mejora, y enfatizo el término "cierta", en relación a la discriminación por género.

 

A fecha de hoy, en el ámbito más institucional, las llamadas cuotas de género se han convertido en una fórmula para rebajar situaciones de acceso desigual entre hombres y mujeres a cargos de responsabilidad, ya sea en empresas, partidos políticos, gobiernos, universidades ...

"Como sociedad debemos normalizar el éxito de la mujer empresaria y emprendedora"

Pero más allá de ese recurso, del que podríamos incluso discutir su idoneidad, porque desde mi punto de vista puede incluso cuestionar las verdaderas razones de la contratación y/o las competencias de la profesional-candidata, como sociedad debemos normalizar el éxito de la mujer empresaria y emprendedora, poner en valor la pluralidad como clave de la competitividad empresarial y motivar el talento femenino a irrumpir en esferas empresariales hasta la fecha masculinizadas.

Sin embargo, tenemos otro gran estigma a la hora de seleccionar y contratar que hay que hacer visible y rechazar, el edadismo. De hecho, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el edadismo, la discriminación por motivo de edad, es la tercera gran causa de desigualdad en el mundo, después del racismo y el machismo. La OMS lo define como los estereotipos, prejuicios y discriminación por razón de edad, que tanto pueden ser por exceso (ser demasiado mayor), como por defecto (ser demasiado joven).

En Catalunya, las personas entre 45 y 69 años (2.651.154) superan en 213.718 a las que cuentan entre 20 y 44 años (2.437.436), según datos del Institut d'Estadística de Catalunya (IDESCAT) de 2022.

"Se excluyen a los mayores de 45 años de los procesos de selección y se convierten, inmerecidamente, en el grupo más vulnerable de la población activa"

La longevidad de la población, consecuencia de una mejor calidad de vida y una mejor respuesta sanitaria frente a las múltiples afecciones, es una realidad que hoy se ve ignorada por el mercado laboral. Se excluyen a los mayores de 45 años de los procesos de selección y se convierten, inmerecidamente, en el grupo más vulnerable de la población activa.

Tengo muy claro que la fuerza de trabajo no debe medirse en ningún caso por los dígitos estampados en un documento de identidad. Debemos evaluar a los miembros de nuestro equipo por sus capacidades técnicas, sus habilidades sociales y su actitud hacia el proyecto y su entorno. Tener hoy 45, 50, 55 años, no equivale en ningún caso a obsolescencia y ni a melodrama en blanco y negro.

Formo parte del club de los mayores de 45 años y me reivindico.

Reivindico mi derecho a trabajar y emprender; a crear, a evolucionar y a volver a nacer.

Reivindico mi talento, mis competencias, aptitudes y habilidades adquiridas, y no siempre reconocidas, a lo largo de la vida y la experiencia laboral.

Me reivindico digital, autodidacta y autosuficiente.

Quiero aprender de quien sabe más, escuchar y ser escuchada. Quiero enseñar a quien no sabe, crecer y hacer crecer.

Apuesto por la innovación, por el progreso, por la adaptación al cambio y la evolución individual y colectiva.

Leo, me formo y me actualizo. Tengo hambre de saber y hacer.

Me apasionan los retos, me estimulan los interrogantes.

Valoro la tradición pero pruebo la irrupción. Me equivoco, no soy perfecta.

Caigo y me levanto, una, dos veces, y las que hagan falta. He aprendido a luchar, liderar, motivar e ilusionar.

Tengo ambición y no me escondo.

Formo parte del club de los mayores de 45 años y me reivindico.