El pasado año Cataluña atrajo tanta inversión extranjera como el resto de España y de la inversión que marchó, sería interesante conocer cuando influyeron los motivos fiscales.
Siempre he considerado –y he defendido– que el principal problema de Cataluña no es jurídico, sino económico, es decir, que Cataluña aporta a la Agencia Tributaria entre 13.000 y 16.000 millones de euros más del que recibe, y pienso que la evolución de la actual situación puede traer al hecho que se revierta tal situación, lo cual todavía favorecería más la posición económica de Cataluña. Y esto, lejos de perjudicar el establecimiento de nuevas inversiones, lo favorecería.
El que sería altamente preocupante es que la inversión extranjera empezara a abandonar Cataluña, pero el que ha sucedido hasta ahora ha sido todo el contrario.
Un Gobierno, cualquier Gobierno de cualquier país, región o municipio, hoy en día no puede hacer nada que se aleje de 'el conveniente'; el caso más significativo ha sido la cadena de situaciones acontecidas en Grecia. Siempre, pero más todavía hoy en día, cualquier Gobierno, independientemente de su color, no es más que un mero administrador de unos compromisos ya adquiridos o en curso de adquisición.
En este contexto, las dos principales prioridades del actual Gobierno de Cataluña tendrían que ser reclamar el déficit fiscal interregional en Madrid a la vez que se pone en marcha una campaña de información masiva a la población catalana de la existencia de tal déficit y de sus consecuencias, al mismo tiempo que se hace llegar a los foros internacionales la situación económica que el actual sistema de financiación regional obliga a sufrir en Cataluña.
Eso sí, obviando la simplificación del 'España nos roba' y centrando la argumentación exclusivamente en cuestiones económicas, es decir, técnicas. Insisto: a mi manera de ver.
Siempre he considerado –y he defendido– que el principal problema de Cataluña no es jurídico, sino económico, es decir, que Cataluña aporta a la Agencia Tributaria entre 13.000 y 16.000 millones de euros más del que recibe, y pienso que la evolución de la actual situación puede traer al hecho que se revierta tal situación, lo cual todavía favorecería más la posición económica de Cataluña. Y esto, lejos de perjudicar el establecimiento de nuevas inversiones, lo favorecería.
El que sería altamente preocupante es que la inversión extranjera empezara a abandonar Cataluña, pero el que ha sucedido hasta ahora ha sido todo el contrario.
Un Gobierno, cualquier Gobierno de cualquier país, región o municipio, hoy en día no puede hacer nada que se aleje de 'el conveniente'; el caso más significativo ha sido la cadena de situaciones acontecidas en Grecia. Siempre, pero más todavía hoy en día, cualquier Gobierno, independientemente de su color, no es más que un mero administrador de unos compromisos ya adquiridos o en curso de adquisición.
En este contexto, las dos principales prioridades del actual Gobierno de Cataluña tendrían que ser reclamar el déficit fiscal interregional en Madrid a la vez que se pone en marcha una campaña de información masiva a la población catalana de la existencia de tal déficit y de sus consecuencias, al mismo tiempo que se hace llegar a los foros internacionales la situación económica que el actual sistema de financiación regional obliga a sufrir en Cataluña.
Eso sí, obviando la simplificación del 'España nos roba' y centrando la argumentación exclusivamente en cuestiones económicas, es decir, técnicas. Insisto: a mi manera de ver.
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