Hablando de crecimiento

Creciendo la economía española a lo largo de 2015 con una de las tasas más elevadas de la zona euro -anual del 3,4% en el tercer trimestre de 2015-, solamente superada por Polonia (3,6%), Permanecía (3,6%) y Eslovaquia (3,5%), y en distancia considerable de Francia (1,2%), Alemania (1,7%) e Italia (0,9%), con perspectivas positivas sobre nuestro futuro inmediato, hay que preguntarse de donde provendrá el, para algunos, fuerte ritmo expansivo de la demanda nacional.

Por más que en la comparación que se haga sobre el que ha sido la renta familiar en los últimos años, que ha ido cayendo de forma alarmante, parece que en 2015 se ha producido un ligero punto de inflexión que acontece en un aumento de la renta disponible de las familias, con lo cual la demanda se resiente en términos positivos.

La mejora de las condiciones de financiación, señaladas en un artículo anterior, y de acceso al crédito juegan a favor de la expansión de la demanda nacional. Se llama, incluso, que se vuelven a financiar al 100% la inversión en residencia familiar, si bien asegurando muy bien la solvencia del prestatario.

La potenciación del consumo es determinante. En el primer tramo de 2015 han sido las familias con renta mediana y alta las que, estando hasta arriba de la interminable crisis, han soltado lastre y se han lanzado, sobre todo en la época veraniega, a consumir. Es decir, las posiciones defensivas y ahorrativas características del que ha sido la conducta económica de parte de nuestras familias se han vuelto en una especie de ofensiva favorable al consumo.

En el último tramo de 2015, los tibios síntomas de recuperación de ocupación, aunque su calidad no haya sido la mejor, y el contagio de un ambiente triunfalista, callejón sin salida por los estamentos oficiales y oficialistas, ha influit en el gasto de las familias con rentas medianas-bajas. De aquí, pues, que se constate esta potenciación del consumo y recuperación, tanto en el gasto familiar como en inversión residencial.

Burbuja inmobiliaria otra vez?, se cuestionan los escépticos y negativistes. Esperamos que no…
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