El ideal perdido de la imagen

La semana pasada escribía sobre la incidencia de la IA en la comunicación audiovisual en general y en su impacto en la comunicación política en particular. El 60% de la población mundial participante este año en procesos electorales, multiplicado por la facilidad de acceso a plataformas de generación y manipulación de imágenes, elevado a la potencia de las redes sociales, conforman la tormenta perfecta. Y eso que la inteligencia artificial todavía es poco inteligente. Solo hace falta mirar las falsas imágenes de Trump con electores negros que vimos la semana pasada. Y todo esto, podemos pensar, solo puede ir a peor: ¡ay cuando llegue la IA General!

De hecho, es irrelevante. Si son de los que están preocupados porque algún día las máquinas inteligentes, sea lo que sea que eso signifique, puedan dominar el mundo, tengo una noticia mala y una buena: ya lo hacen y no han necesitado ser muy inteligentes. O quizás somos nosotros los que no somos suficientes; no necesitamos mucha tecnología para dejarnos engañar. En este sentido, me tiene fascinado la polémica en torno a la foto publicada por Su Alteza Real la Princesa Catalina de Gales y futura Reina de Inglaterra.

"La inteligencia artificial es todavía poco inteligente"

Una foto de una madre y sus hijos colgada en una red social no debería tener más trascendencia. Excepto si eres de la familia real británica, hace tres meses que nadie te ha visto, la foto está manipulada y la has colgado en X. Cada una de estas cosas ya es bastante jodida; todas combinadas son el crossover definitivo entre The Crown, Black Mirror y Crims. Bienvenidos conspiranoicos y detectives de sofá. La imagen continúa colgada en el Instagram de los Príncipes de Gales:

 

Fueron las agencias Getty Images, AP, Reuters y France Press quienes confirmaron todas las sospechas al retirar la imagen de sus catálogos y emitir un kill notice instando a los medios para que no la utilicen o la retiren, un hecho muy excepcional. No tenían otra opción; la manipulación es evidente y el prestigio de estas agencias se basa en la veracidad y la trazabilidad de sus imágenes. Si hay foto es que ha pasado. ¿Seguro?

Parece contradictorio, pero lo que vemos en la imagen que Su Alteza Real publicó también sucedió. Las mismas agencias y el servicio de verificación y trazabilidad de la BBC (la semana pasada también lo trataba) analizaron los metadatos de la imagen. La foto se hizo con una Canon, se editó con Photoshop en un Mac y se guardó dos veces: el 8 de marzo del 2024 a las 21.54 h y el 9 de marzo del 2024 a las 09.39 h. La versión de Photoshop no era la última y, por tanto, no tenía las funcionalidades de IA generativa, que resulta evidente viendo la manipulación.

Més info: La blablaosfera y el retroprogreso

Una de las posibles explicaciones podría ser que al ser cuatro personas en la foto, tres bribones, se hubieran sacado unas cuantas fotos que luego se hubieran superpuesto en una sola, eligiendo la cara mejor de cada foto de cada uno de los reales miembros. Photoshop es bastante bueno haciendo eso. En el sitio web de Adobe tienen una entrada que dice literalmente "Combine multiple images into a group portrait". Estoy seguro de que la semana pasada a esta hora la princesa Catalina se pasó un buen rato en esta misma entrada.

Y si la polémica es interesante, la meta-polémica, la polémica sobre la polémica, aún más. En el mismo momento en que nacían todo tipo de teorías conspirativas, unas se inclinaban hacia Black Mirror y las otras hacia Crims, se abría el debate en redes y medios sobre si la polémica era trascendente: quién interpreta cada detalle que se ve en la imagen -y también todo aquello que no se ve, como el anillo de matrimonio- y quién de manera racional dice que todos editamos con más o menos traza las fotos antes de subirlas, Su Alteza Real incluida. Empíricos contra racionalistas, una vez más.

"Si la polémica es interesante, la meta-polémica, la polémica sobre la polémica, todavía más"

Uno de los que ha entrado en la meta-polémica ha sido el fotógrafo leridano Jordi V. Pou, que trabaja también con IA y mejor persona. De hecho, con un tuit marca de la casa cerraba polémica y meta-polémica. Dice: "Esta obsesión por detectar fotografías manipuladas es enfermiza y una pérdida de tiempo. Es aferrarse a un ideal perdido. Sería más sencillo asumir que pronto ya no nos las podremos creer nunca. Seremos más felices, seguro".

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