El gobierno central ha anunciado recientemente que ha aprobado la creación de un comité de expertos para la reforma tributaria. Su misión, según han dicho, no es solo una simple reforma de tipo, sino que, en palabras textuales, "tendrá cómo objetivo desarrollar un análisis del sistema tributario en su conjunto, el que incluye la imposición directa, indirecta y los restantes ingresos públicos". En este sentido, los integrantes del comité tendrán que valorar aspectos como la suficiencia, equidad y eficiencia del sistema, las tendencias internacionales -sobre todo en fiscalidad verde y digital- y sus consecuencias en el modelo territorial y en el proceso de integración. También tendrán que evaluar la capacidad de los impuestos para acelerar transformaciones y fomentar la innovación, su capacidad redistributiva para reducir las desigualdades sociales o de género.
Tal y como está planteado, me inquietan diferentes aspectos. El primero, la falta de ambición práctica, y que el comité, de inicio, esté formado mayoritariamente por profesionales provenientes del mundo académico. Después, que en el acto de presentación, la misma Ministra de Hacienda resaltó que uno de los objetivos básicos de la reforma tiene que ser garantizar la suficiencia de recursos públicos, pero en ningún caso hizo referencia a refundar las bases de la gestión pública. Y el último, a pesar de que hace una "ligera" mención respecto de la actual crisis, es la ausencia total de ninguna mención específica a los autónomos y a las pymes.
Uno de los objetivos básicos de la reforma es garantizar la suficiencia de recursos públicos, pero no hace referencia a refundar las bases de la gestión pública
Siempre que se habla de reforma fiscal todo acaba en medidas que podríamos denominar continuistas, con los mismos impuestos, la misma antigua lógica. Y siempre acaba con una subida de tipo, o añadiendo una nueva tasa que nunca tiene en cuenta la progresividad. En cambio, lo que yo experimento día a día en el mundo empresarial es mucho más disruptivo. Las empresas han tenido que innovar en la mejora de los procesos o en la relación con los clientes (e-commerce), han tenido que aplicar tecnologías como la Inteligencia Artificial, el Blockchain, el Big Data, el 3D Printing, entre otras, y lo hemos planteado desde todos los puntos de vista, tanto el interno como el externo.
Los impuestos del mérito
Creo que el momento que estamos viviendo es de tantos cambios y disrupciones, en tantos ámbitos y comportamientos, que debería serlo también en cuanto a fiscalidad. Ya tardamos en poner sobre la mesa una nueva visión de acuerdo con la nueva economía y la nueva forma de funcionar, tanto fiscal como laboralmente, ya sea desde el punto de vista de los ingresos como de los gastos. Para poner un ejemplo: antes de subir precios de venta en una empresa buscas ahorros, eficiencias, tecnologías, re-ingeniería de procesos y creatividad. Excepto si estás en una posición oligopolística o monopolística, como el estado.
Antes de subir precios de venta una empresa busca ahorros, eficiencias, tecnologías, re-ingeniería de procesos y creatividad
La crisis de gestión de las administraciones es insoportable. Por lo tanto, revisar "el sistema tributario en su conjunto" es una necesidad urgente porque lleva a cuestionarse la mayor: el modelo de gestión, control, contabilidad y auditoría, dimensión y retribuciones de las administraciones. Para poner meritocracia, equidad e igualdad laboral en su funcionamiento. Y para, a continuación, tener el criterio para saber atender las necesidades y plantear una fiscalidad competitiva para todo el tejido empresarial y toda la ciudadanía.
El cierto es que las relaciones laborales cambian, las relaciones sociales y las económicas también, y no podemos seguir con las mismas lógicas fiscales. Confrontamos ideas, y sobre todo otros modelos de otros países. El inmovilismo del estado es el freno más grande al progreso de las personas y la competitividad de la economía. Más que nunca hay que mirar de forma diferente. Queremos estar en el proceso de toma de las decisiones (o del estudio de alternativas). Somos las empresas las que innovamos.