Un tal Jorge nos destrozó el sistema sanitario

Tal Hanan afirma que está detrás de la manipulación de más de 33 procesos electorales en todo el mundo, de los cuales 27 ha conseguido con éxito. Lo sabemos porque miembros del consorcio periodístico Forbidden Stories lo han grabado con cámara oculta haciéndose pasar por periodistas. Pues bien, resulta que el perla se gana la vida echando a perder la de los demás: con el hackeo de servicios en linea y de la difusión de noticias falsas. Durante 20 años su identidad real era secreta.

Hanan, de 50 años, es un antiguo oficial de las fuerzas especiales israelíes. La investigación revela que ejecuta algunas de las operaciones de desinformación a través de la empresa israelí Demoman International, con representación en Madrid, según su web.

Hanan es un antiguo oficial de las fuerzas especiales israelíes que se gana la vida echando a perder la de los demás

El tal Jorge y su equipo son los responsables de los ataques sin precedentes que los servicios de la Generalitat de Catalunya recibieron el sábado 9 de noviembre del 2014 con motivo de la consulta sobre la independencia de Catalunya. A raíz de sus travesuras y las de su banda, entre otros cayeron los sistemas de emergencia de salud, la coordinación de ambulancias, el sistema de recetas electrónicas y muchos otros servicios que afectan al funcionamiento de los servicios básicos destrozando efectivamente el sistema sanitario catalán. Paradójicamente la web de participación a la consulta no cayó.

El hackeo de servicios en linea y la desinformación es un mercado pujante que va desde el amateurismo de hackers de habitación que lo hacen por los lols, hasta equipos muy profesionales con métodos y herramientas muy sofisticadas. Recordemos el asunto del Catalangate; los ataques a ciudadanos catalanes con la sofisticadísima plataforma Pegasus de la también empresa israelí NSO Group. Pues bien, en el caso del Jorge Team, se ve que tocaban todos los palos; del ataque más chapucero con fuerza bruta enviando miles de peticiones por segundo a un servidor web para hacerlo caer, a la campaña atribuida al tal Jorge, que han destapado los periodistas de investigación Gur Meggido del diario empresarial israelí The Marker, Frédéric Métézeau de Radio France y Omer Benjakob del diario israelí Haaretz. Haciéndose pasar por clientes que querían retrasar la celebración de unas elecciones en un país de África han podido filmar con cámara oculta seis horas de reuniones secretas con el tal Jorge y lo han podido desenmascarar: hola Tal Hanan.

¿Catalangate? ¿Barçagate? ¿Cambridge Analytica? ¿Ex-agentes del ejército israelí y del Mosad? ¿Nadie ha pagado la factura? Resulta que la historia del Jorge Team, la de Cambridge Analytica y la de NSO Group son sinópticas; se pueden leer la una junto a la otra a la vez. Las tres son empresas donde hay expertos en ciberseguridad procedentes de servicios secretos, ejército y departamentos estatales, todas tienen un software mercenario que sirve para influir en procesos democráticos, todas se niegan a hablar usando el comodín de la confidencialidad y todas utilizan las infraestructuras de telecomunicación como el teatro de operaciones y la información como munición.

Todas utilizan las infrastructures de telecomunicación como el teatro de operaciones y la información como munición

Todavía hay más. Las actividades de NSO Group y de Jorge Team (o como se digan las diferentes empresas pantalla a través de las cuales operan) tienen que ser aprobadas por el ministerio de defensa israelí: todas las operaciones de contratación de servicios pasan y no se pueden usar en países amigos como EE.UU., Reino Unido o Rusia. No sabemos todavía la relación del gobierno Netanyahu con el tal Jorge pero sí que sabemos que el estado de Israel usó las ventas de Pegasus a estados como Polonia, Hungría, Panamá y México para obtener contrapartidas a nivel geopolítico. Una excelente investigación del New York Times demuestra, entre otras cosas, una correlación entre las ventas de Pegasus de NSO en estos países y sus votos favorables a la Asamblea General de la ONU.

Pero hay otro estado ganador, tanto con el caso de Pegasus como con el Jorge: el estado español. Cuando salieron los primeros casos de espionaje con Pegasus en Catalunya todos los indicios apuntaban a agencias de inteligencia españolas: el tiempo, los objetivos, el alcance, la coincidencia con acontecimientos relevantes solo por ámbito español, los costes de la operación, el hecho que solo se suministra a agencias gubernamentales. Las conclusiones del informe del Citizen Lab así lo dicen. Solo hay que ir a la hemeroteca para ver cómo de la fase de negación y de matar al mensajero —de primero de cuando te han pillado con el carrito del helado— el gobierno español pasó a las de aceptación y de justificación vía el comodín de la seguridad nacional —de primero de estado—. En el caso del tal Jorge parece que vamos por el mismo camino: la coincidencia con un acontecimiento de relevancia local española —el 9N—, las tarifas de sus servicios —millones de dólares—, el hecho que sus servicios también son vistos por el gobierno israelí, el objetivo y la grabación del jefe de la oficina antifraude hablando con el ministro del Interior en 2016 afirmando aquello de que "les hemos destrozado el sistema sanitario" me lo hacen pensar.

Hay otro estado ganador, tanto con el caso de Pegasus como con el Jorge: el estado español

Le he hecho el test del pato al tal Jorge y parece que lo pasa con nota: si parece un pato, nada como un pato y dar graznidos como un pato, probablemente es un pato. De momento lo único que sabemos es que el pato lo pagamos todos los ciudadanos catalanes, especialmente los más débiles que vieron cómo no les llegaba la receta, el médico no les podía atender o cómo su operación se aplazaba. Ahora solo falta saber quién lo encargó, seguramente un tal Jorge.

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