La 4a revolución industrial. Y todo esto quién lo paga?

La convergencia de los adelantos en inteligencia artificial (bits), ciencias de los materiales (átomos) y ciencias biomédicas (nada) nos permitirán en un futuro próximo vivir sin trabajar. Es el que hemos quedado de denominar 4a revolución industrial. La mecanización de la 2a revolución industrial —la que nos trajo la electricidad y la cadena de montaje— y la revolución digital de la 3a, nos han permitido pasar el conocimiento a bits; ahora son los algoritmos basados en inteligencia artificial que toman las decisiones. Y son más de las que nos pensamos.

Los expertos en IA aseguran que el 2040 ya tendremos ordenadores que nos superarán en inteligencia y que ya no hará falta que trabajamos más. Podremos dedicar nuestro tiempo a leer los clásicos y a escribir poesía. Me tiene mosca que estos pronósticos siempre son a 20 años ver: bastante lejos porque nadie se recuerde si es erróneo y bastante cerca como porque nos parezca que no falta tanto.

No hace falta que os diga que lo compro todo, pero cómo que sé que todo el que nos hace felices tiene un coste —la economía es la ciencia de la felicidad— me trae inevitablemente a hacerme la siguiente pregunta: y todo esto quién lo paga? Cualquier proceso tiene unos costes, y si es revolucionario como en el que nos encontramos, bajos.

En esto ya se las tuvieron Keynes y Schumpeter en 30 del siglo pasado. Keynes, haciendo un análisis de como la introducción de una nueva tecnología transformaba el mercado de trabajo, advirtió que llegaría un día en que el ritmo de sustitución de las personas por máquinas sería superior al de la adaptación de las personas al nuevo entorno. Schumpeter, por su parte, le discutía la tesis con su "destrucción creativa": la introducción de una nueva tecnología destruye lugares de trabajo pero acaba creando más y de más calificados.

"Sé que todo el que nos hace felices tiene un coste, pues la economía es la ciencia de la felicidad"

Y así ha pasado hasta ahora. Un caso curioso es el de la sustitución de cajeros humanos por cajeros automáticos a las oficinas de los bancos en los EE.UU. en 1980. En aquel tiempo la principal ocupación de un cajero humano era manipular los billetes de los reintegros y de los ingresos. Cambiando un cajero humano por un cajero automático ganábamos en eficiencia y seguridad, pero a la vez liberábamos el trabajador del trabajo pesado de contar billetes. El tiempo libre que de repente ganó el trabajador humano lo pudo dedicar a hacer un trabajo más cualificado y los cajeros humanos pasaron a ser vendedores de productos financieros. El coste de abrir una oficina bajó gracias y acabó habiendo más trabajadores humanos porque se abrieron más oficinas.

Pero que una cosa haya pasado siempre no quiere decir que pase en el futuro. Si le preguntáis a una gallina qué le pasará mañana os dirá que le darán pienso y pondrá huevos como cada día, y tendrá razón siempre menos en su último día. Nos estamos acercando al último día o por el contrario el pienso es cada vez mejor y además pronto no tendremos que poner más huevos? Mirando los que saben nos puede dar alguna pista.

Un buen lugar es Amazon, donde personas, robots, IA y big data ya trabajan codo con codo y no se sabe donde empieza uno y acaba el otro. A Amazon los desplazamientos de los trabajadores por el almacén para recoger productos los decide un algoritmo. Al mismo Amazon si abrís una tienda de juguetes educativos a su webstore y por ejemplo que una de las referencias se vende mucho, los algoritmos de Amazon lo detectarán y darán la orden de comprar el producto para venderlo ellos directamente. Y no iréis más deprisa que el algoritmo a bajar el precio en caso de que quered competir. Caso real.

Y cómo que de la anécdota no se puede hacer categoría es justo decir que Amazon crea más lugares de trabajo de los que destruye, a pesar de que mirando los tenderos y centros comerciales que desde 1994 han tenido que cerrar diríamos todo el contrario. Así pues parece de momento la respuesta a "todo esto quién lo paga" es todavía "usted y yo". Que pase rápidamente y que llegue 2040.

Més informació
Contra el 280
Twitter, el espejo del alma
Yo también traslado la sede de mi empresa
Hoy Destacamos
Lo más leido