Hace diez días que el periodista Àlex Gutiérrez presentó el libro Objetivo TV3 en el Col·legi de Periodistes de Catalunya. Confieso que lo había tenido unos días antes en las manos a la librería Medios del Raval y lo había dejado para coger otro. Pues todo fue empezar a leer el primer capítulo el día de la presentación, con la aparición estelar de quien fue primer director de TV3, el inefable Alfons Quintà, que ya no pude parar. Un page turner que dirían los americanos, en toda regla.
En esto y en algunos personajes coincide con otro page turner, el libro de El fill del xofer de Jordi Amat, que se pueden leer de manera casi sinóptica. De hecho también se pueden leer de manera fractal. El libro de Amat prueba de resolver la cuádruple hélice que forman los poderes político, económico, empresarial y mediático (óctuple si diferenciamos entre catalanes y españoles) cogiendo la vida de Alfons Quintà como hilo narrativo. El de Gutiérrez hace lo mismo, en su caso cogiendo como hilo narrativo la vida de TV3; la cuádruplo hélice y las tensiones entre sus poderes también están muy presentes, pero esta vez con nombres y apellidos a quienes ponemos cara televisiva o voz radiofónica.
Ningún medio tiene la tarea fundacional que tiene TV3 a la hora de fomentar y difundir el uso de una lengua y los valores de una cultura
Una de estas caras es Tatxo Benet, quienes ocupó diferentes cargos en TV3 durante quince años y hoy es socio de Mediapro. Explicaba en la presentación del libro que esta lucha de poderes por el control de un medio no es diferente a la otros medios: "Este libro se habría podido escribir de la SER, el País o el Periódico". Tiene toda la razón del mundo. De hecho si leéis El director, de quién fue director del diario El Mundo David Jiménez, es precisamente esto. Pero lo que también es cierto es que ninguno de estos medios no tiene la tarea fundacional que tiene Tv3 a la hora de fomentar y difundir el uso de una lengua y los valores de una cultura.
Joan Granados, quien fue director general de la Corporació, siempre tuvo una excelente relación con el Rey Juan Carlos a instancia de Jordi Pujol —"Quieras o no quieras, es un elemento de neutralidad. Vete a saber qué puede pasar un día, que quizás la necesitaremos, esta neutralidad". Él mismo explicaba el día de la presentación la conversación que tuvo con el monarca español cuando le fue a presentar TV3:
¿Y cómo será esa televisión, Joan?
En catalán, majestad.
Pero…¿todo en catalán?
Sí, majestad
¿Y ya lo entenderán?
En el pecado (original) de TV3 está su penitencia, la que explica el porque de la palabra Objetivo en el título del libro. Objetivo de los de aquí para controlarla, de los de allá para desprestigiarla y de los de más allá para menguarla. Todo a través de un entramado político-mediàtico-corporativo —la CCMA— donde la cuádruplo hélice se enrosca hasta llegar a nudos gordianos.
"Yo ya lo he leído y te deprimirás" me comentaba Tatxo Benet saliendo de la presentación del libro. Aquí no le doy la razón. Los nudos gordianos alrededor de la CCMA y la omnipresente voluntad de control de los diferentes poderes solo me reafirman en mi convicción de su importancia y de la necesidad de tener unos buenos medios públicos. No soy demasiado original en esto; Àlex Gutiérrez ofrece al final del libro una serie de recomendaciones para que TV3 continúe teniendo en el futuro el papel relevante que ha tenido hasta ahora en nuestro país.
Recomiendo el libro a todo el mundo que haya visto nacer TV3, a todo el mundo que haya visto Bola de drac, pero sobre todo a todo el mundo que desgraciadamente no lo haya podido ver; podréis hacer una lectura en clave de medios de comunicación, en clave de partitocracia y en clave de país. Eso sí, de un país pequeño, un país en que des de lo alto de un medio siempre se puede ver un medio del país vecino.
P.S.: Hablando del libro con el periodista Albert Cuesta, me comenta que él también leyó El hijo del chófer antes de Objetivo Tv3 y que tuvo una experiencia similar a la mía. Me recomienda que complete la trilogía con el libro del Salvador Alsius, Com TV3 no hi ha(via) res. Encaro hacia la librería Medios.