Transformación organizativa: aprendizaje continuo y seguridad psicológica

En el vertiginoso paisaje laboral actual, el liderazgo experimenta una metamorfosis radical. Dejamos atrás las ideas obsoletas de autoridad y jerarquía para repensar como lideramos, buscando una perspectiva más colaborativa, enfocada en el aprendizaje continuo y creando entornos de seguridad psicológica. Más que una simple tendencia, esta cultura representa un enfoque transformador que impulsa la mejora continua, la innovación y la resiliencia en un mundo empresarial en constante evolución. La cultura de aprendizaje organizacional es un compromiso continuo con el desarrollo de habilidades y conocimientos.

Por eso, necesitamos una mentalidad abierta donde los desafíos ya no son vividos como obstáculos, sino como oportunidades para aprender y evolucionar. Esta mentalidad no solamente nutre la adaptabilidad, sino que también establece las bases para la innovación y el crecimiento sostenido. Algunos de los elementos en los cuales tenemos que trabajar para crear esta cultura de aprendizaje continuo son:

-Compartir conocimientos para construir Inteligencia Colectiva

La colaboración y la comunicación abierta son elementos clave. El reto es crear espacios para compartir conocimientos y experiencias entre los miembros de la organización.

-Tolerar el error. Aprendizaje a través de la experimentación

Se necesita un cambio de mentalidad, dejar de penalizar el error para aceptarlo como una parte inevitable del proceso de mejora. Se fomenta un ambiente donde se valora y reconoce la posibilidad de probar formas nuevas de hacer las cosas, se comparten los resultados y se aprende de forma colectiva de los errores. Si no cometemos errores quiere decir que siempre hacemos lo mismo del mismo modo.

"Necesitamos una mentalidad abierta donde los desafíos ya no son vividos como obstáculos sino como oportunidades para aprender y evolucionar"

-Desarrollo Continuo. Más allá de la formación tradicional

La formación y el desarrollo ya no son acontecimientos puntuales, sino actividades continuas. Las organizaciones tienen que fomentar una cultura de aprendizaje, crear oportunidades regulares porque los trabajadores participen en sesiones, formaciones y otras iniciativas de desarrollo. En la narrativa organizativa se impulsa, se reconoce y se promociona la curiosidad y la investigación.

-Feedback Constructivo. Mejorar a través de conversaciones honestas.

Necesitamos la mirada del otro. Cuando nos refuerzan, nos sentimos potenciados, ganamos confianza y seguridad. Cuando nos corrigen, aprendemos, mejoramos y nos volvemos más competentes. Sin embargo, el miedo a herir los sentimientos frena estas conversaciones, por eso es importante aprender tanto a dar como recibir feedback. Y que estas conversaciones formen parte de la cotidianidad de la vida en la empresa.

Un ingrediente esencial para crear esta cultura es la seguridad psicológica, un clima donde las personas se sientan libres de expresar sus ideas, asumir riesgos y admitir errores sin temor a represalias, juicios negativos o críticas. La seguridad psicológica es crucial para crear una cultura organizativa donde las personas se desarrollan para ser su mejor versión, cosa que contribuye a un mayor compromiso, colaboración y bienestar emocional.

"Las organizaciones tienen que fomentar una cultura de aprendizaje"

Los líderes ejercen un papel capital en esta transformación cultural, convirtiéndose en catalizadores del aprendizaje continuo al modelar una mentalidad abierta, fomentar la investigación de conocimiento y reconocer la importancia del error como una oportunidad de crecimiento. A la vez, promueven la seguridad psicológica al propiciar un entorno donde la confianza y el respeto son valores fundamentales. Sin embargo, no son los únicos agentes de cambio; cada una de las personas que forman parte de la organización tiene su parte de responsabilidad. Es lo que denominamos círculo de responsabilidad, concepto que aparece en el libro El hombre en busca de sentido del psiquiatra Viktor Frankl.

El concepto círculo de responsabilidad se conecta de manera intrínseca con la responsabilidad individual de cada empleado en la consecución del propósito de la empresa y en la adhesión a los valores que definen su cultura organizacional. Este concepto sugiere que la responsabilidad no es exclusiva de los líderes, sino que es un compromiso compartido que alcanza todos los miembros de la organización. Cada empleado se reconoce como un actor esencial y actúa en consecuencia en cada interacción y decisión diaria.

Como decía el maestro zen Ikkyū con su concepto Ichigo Ichie, cada momento es especial y no volverá a suceder. El escritor Francesc Miralles le ha dado un significado más amplio, aplicándolo no solamente en los encuentros con personas, sino a cada experiencia y momento de la vida. Para Miralles, Ichigo Ichie implica saborear cada instante, puesto que "la vida es una sucesión de momentos únicos". Vivir con esta conciencia nos permite apreciar profundamente el ahora y no dar las cosas por hechas. Cada día, cada conversación y cada tarea pueden ser abordadas con esta mentalidad de ocasión especial que tenemos entre manos, asumiendo nuestra parte de responsabilidad en el devenir de las organizaciones y, por lo tanto, el de la sociedad que queremos crear.

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