Ley Beckham, Ley Mbappé... Una nueva chupadora de fortunas

En política fiscal, uno de los grandes y permanentes debates que plantea a menudo posiciones discrepantes e inconciliables es el de la aplicación de beneficios fiscales a la inversión extranjera, considerado por algunos como una herramienta indispensable para competir en un mundo cada vez más globalizado, y por otros como una fuente de desigualdades sociales que sitúa a los grandes inversores en una posición aún más privilegiada respecto al resto de ciudadanos medios.

Vale la pena mencionar que captar talento o capital a través de políticas fiscales es una práctica bastante habitual en muchos países. Y en este sentido, no discutiré que es necesario dotar de suficientes argumentos a los altos directivos y al talento cualificado para elegir España como primera opción laboral por delante de otros lugares internacionales. Pero lo que quizás no sea tan común, y esta es la cuestión, es convertir una parte de un país en una especie de paraíso fiscal.

"Vale la pena decir que captar talento o capital a través de políticas fiscales es una práctica bastante habitual en muchos países"

Si ya era una realidad la situación tributaria diferencial de la Comunidad de Madrid respecto al resto de comunidades autónomas como consecuencia del efecto capitalidad, esta misma semana todos los medios escritos y audiovisuales se hacían eco de una nueva maniobra fiscal de la capital de España, la llamada "Ley Mbappé", trazando cierto paralelismo con la conocida "Ley Beckham".

La "Ley Mbappé" recuerda vigorosamente a la "Ley Beckham", aprobada por el gobierno español y aplicada a partir de enero de 2004, que permitió a los extranjeros que venían a España tributar como no residentes durante cierto tiempo. La insistencia del gobierno estatal, entonces liderado por el Partido Popular, hizo que David Beckham fuera de los primeros en beneficiarse y poner popularmente, y no de forma voluntaria, su nombre. Una normativa que beneficiaba especialmente a las rentas más altas, ya que permitía pasar de una imposición del 45% a una del 19,5%, y que aún se mantiene aunque con modificaciones significativas: en 2010 se limitó el beneficio fiscal, de manera que solo los contribuyentes cuyos ingresos no superaran los 600.000 euros podían aplicar el régimen fiscal especial. El último gran cambio fue en 2015, cuando los deportistas profesionales fueron expresamente excluidos del régimen.

Pero, ¿en qué consiste exactamente la "Ley Mbappé" que está preparando la Comunidad de Madrid? ¿Y por qué toda esta polvareda?

Se la llama "Ley Mbappé" porque el internacional francés será uno de los primeros en beneficiarse de ella, si se confirman los rumores sobre su llegada al club blanco. En líneas generales, la medida que está planteando la Comunidad de Madrid supondría introducir una deducción especial para extranjeros o repatriados que se muden a la provincia. Los que se trasladen a Madrid podrían deducirse, de la parte autonómica, el 20% del valor de inversiones financieras que realicen durante ese primer año de residencia fiscal en Madrid. Esta norma afecta al tramo autonómico del IRPF y beneficiaría sobre todo a las grandes fortunas. Se calcula que Kylian Mbappé, o alguien con ingresos similares, podría llegar a desgravar unos 8 millones de euros y acabar pagando menos que un madrileño que declare unos ingresos de alrededor de 35.000 euros brutos al año.

"Los que se trasladen a Madrid podrían deducirse, de la parte autonómica, el 20% del valor de inversiones financieras que realicen durante este primer año de residencia fiscal en Madrid"

Hay que recordar que el IRPF es un impuesto progresivo y personal, y que en la actualidad su recaudación está dividida entre el Estado y las comunidades autónomas. La ley permite a cada comunidad autónoma establecer los tramos de retenciones y las deducciones autonómicas que consideren.

Las consecuencias de la implantación de la "Ley Mbappé" podrían derivar en que los futbolistas extranjeros residentes en esta comunidad paguen la mitad de impuestos que los que residan en Catalunya, por poner un ejemplo.

Pero nos equivocamos si enmarcamos esta ley en el ecosistema futbolístico. De hecho, los futbolistas son tan solo la anécdota. La ley se plantea como la gran aspiradora de fortunas, de recursos, de talento, de todo. Los futbolistas y jugadores de élite se pueden contar con los dedos de la mano, por decirlo de alguna manera. Y sí, tendrán su impacto, por supuesto. Pero no será más determinante que los grandes directivos, y con ellos, grandes proyectos profesionales, elijan un territorio, ¿no del todo, prácticamente libre de gravámenes? ¿Cómo afrontarán el resto de comunidades esta sangrante competencia tributaria?

Y ahora viene cuando nos preguntamos, ¿está haciendo realmente Madrid dumping fiscal? Pues, si resumiendo mucho, dumping fiscal es reducir impuestos, efectivamente Madrid está haciendo dumping fiscal.

El dumping fiscal es una política que se centra en ofrecer beneficios y rebajas fiscales extraordinarias para atraer contribuyentes de otros territorios. Estas reducciones de impuestos captan artificialmente contribuyentes ajenos (normalmente, con recursos elevados) que desplazan su residencia formal. Detrás no hay motivos de eficiencia o de mejora de la gestión, ni siquiera de inversión real. Solo busca de ahorros tributarios.

"¿Está haciendo realmente Madrid dumping fiscal? Pues, si resumiendo mucho, dumping fiscal es reducir impuestos"

En términos generales, la competencia fiscal a la baja es perjudicial para el sistema fiscal global. Los territorios más ricos disponen de más capacidad recaudatoria y pueden practicar una política más agresiva que aumenta las diferencias territoriales: las zonas más ricas acumulan los contribuyentes más adinerados en detrimento de los territorios más pobres, que se quedan con la población con menos recursos y más necesidades. De ahí la urgencia de tener publicadas las balanzas fiscales para detectar los agravios territoriales.

No es la primera vez que se acusa a la Comunidad de Madrid de deslealtad territorial y de dumping fiscal. Y es que el infrafinanciamiento desvertebra el territorio. El déficit fiscal es un lastre para la economía de Catalunya y de territorios en condiciones similares como la Comunidad Valenciana y las Islas Baleares. La enorme redistribución de recursos económicos dentro de España no se ve reflejada en una mayor convergencia económica entre regiones sino tan solo en un nivelamiento de servicios del estado del bienestar, hecho que cronifica los males del sistema presente y hace imposible imaginar una mejora del mismo por la vía del progreso económico y el incremento de las aportaciones que resultaría por parte de las comunidades que hoy son receptoras netas del sistema.

"No es la primera vez que se acusa a la Comunidad de Madrid de deslealtad territorial y de dumping fiscal. Y es que el infrafinanciamiento desvertebra el territorio"

Catalunya es la tercera comunidad del Estado que más impuestos paga pero la décima en recursos recibidos. Cada ciudadano pierde 305 euros con el actual modelo de financiamiento, según los cálculos del Govern. El sistema de financiamiento territorial no es ni transparente, ni equitativo ni eficiente y representa un obstáculo importante para el progreso y el crecimiento de Catalunya. Urge, por lo tanto, una verdadera renovación de las actuales reglas de juego, ya sea con un modelo federal o un pacto fiscal, ya sea mediante una profunda reforma del modelo actualmente vigente.

Hoy Destacamos
Lo más leido