Más competitividad es más progreso social

Este último 2 de noviembre se han cumplido 15 años de la llegada del primer equipo de tres personas a la Estación Espacial Internacional (EEI). A lo largo de estos 15 años son miles los experimentos desarrollados y muchas las patentes que directamente o indirectamente están relacionadas con los desafíos asociados a los proyectos espaciales. Pensar en la EEI me trajo a pensar en la fuerza de la innovación para lograr nuevos retos y cambiar la cotidianidad y las tendencias de futuro. Un futuro que se dibuja pleno de incertidumbres, desafíos, desigualdades y un sentimiento compartido: que la capacidad de generación de bienestar ha tocado techo en mundo convulso y violento.

Ciertamente en este otoño los datos macroeconómicos han evidenciado un retardo de la economía mundial y a la vegada, una pérdida de capacidad de generar las plusvalías suficientes para afrontar los retos de las políticas sociales, la carencia de trabajo y la pobreza creciente. Sin duda, el desafío a lograr es el progreso social, el que comporta generar trabajo para disminuir drásticamente las tasas de paro y a la vegada vertebrar un desarrollo sostenible, tanto desde la perspectiva medioambiental cómo cuando a capacidad de superar los ciclos bajos de crecimiento y de cambiar las tendencias de desigualdad creciente, sin olvidar la necesidad de hacer posible la conciliación de la actividad profesional y la personal sin discriminaciones.

Progreso social es, en mi opinión, el que tendría que guiar las políticas públicas encaminadas a configurar ecosistemas productivos y los modelos de crecimiento de las empresas. Asumir la necesidad de progreso social comporta disponer de empresas altamente competitivas en los mercados globales, con productos de alto valor, un hecho que exige disponer de capacidad de generación de conocimientos, un buen entramado público y privado de R D conjuntamente con un sistema de innovación capaz de convertir los adelantos técnicos y científicos en productos diferenciales.

En esta línea es bueno recordar que Cataluña es una de las regiones europeas adalides en generación de ciencia, pero está en las últimas posiciones en cuanto a convertir los adelantos en patentes. Este es el escollo a superar. También hay que estar atento a las oportunidades asociadas a las tendencias sociales, aceptando que estas son enormes.

En la línea de identificar oportunidades asociadas a los adelantos, el pasado viernes asistí a una sesión, sobre adelantos que pueden abrir nuevas categorías de productos para solucionar problemas que surgen habitualmente. Entre ellos se destacó que ya hace un año que se anunció una pintura que se repara sola cuando sufre una agresión (self healing Paint), algo que puede disminuir el coste de reparación de los millones de vehículos que circulan por el mundo y sufren diariamente desperfectos.

También el nuevo descubrimiento, detallado por la revista Nature, de un líquido poroso capaz de absorber grandes cantidades de gas, una herramienta que puede ser determinante para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, en poder atraparlos y almacenarlos en el momento de generarse sean en los procesos Industriales o en el uso de los productos que los emiten.

La enumeración de adelantos científicos y tecnológicos y sus aplicaciones continúa explicando las características del piloto automático Autosteer desarrollado por la compañía de coches eléctricos Tesla Motores o la e-scooter, que se carga con luz solar, desarrollado por la empresa alicantina Electric Mobility Company, capaz de lograr los 45 km/h con un motor de 1.500 W.

El último adelanto científico que se analizó fue un polímero flexible con capacitado auto repararse, puesto que si se rompe y se vuelve a poner en contacto, en pocos según se vuelve juntar por si suele sin intervención de ningún agente. Un producto desarrollado y patentado por un equipo de investigadores de la Universitat d'Alacant. Un nuevo componente con un campo enorme de aplicaciones en varios campos en los sectores como el sanitario, el textil, la automoción o el transporte.

Analizar la capacidad o el poder transformador de los adelantos, que cada día surgen, nos tendría que obligar a redefinir las políticas industriales y las bases para hacer posible que el tejido productivo catalán, configurado por pequeñas y medianas empresas, tenga la capacidad de interiorizar los adelantos y producir productos competitivos e innovadores. Cómo hacerlo es suficiente conocido: hay que facilitar la incorporación de talento a las empresas y acercar la Universidad, aumentar el volumen de las organizaciones y cooperar para competir. Pero muy especialmente reconociendo el valor de la R D y, en consecuencia, y de una vez por todas, incrementar sus presupuestos sabedores que sólo aumentando las inversiones en formación, investigación e innovación, el progreso social acontece posible.
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