Cuando hace meses empezó a barajarse la posibilidad de un Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos, comenzaron a levantarse oleadas de pánico entre bastantes empresarios e inversores; fenómeno que ha vuelto a repetirse ahora cuando volvió a plantearse tal posibilidad.
Yo desde el principio dije lo mismo, lo mismo que digo ahora: los rostros de quienes integren el Gobierno, los colores de los partidos que lo formen da exactamente lo mismo: sea cual sea el Gobierno el objetivo es único, monotemático: cumplir los compromisos de déficit que España tiene marcados con Bruselas.
"El objetivo es cumplir los compromisos de déficit que España tiene marcados con Bruselas"
En otras palabras, a Bruselas le importa un rábano qué Gobierno gobierne en España, lo que le importa es que ese Gobierno cumpla con los mandatos que se le dicten para llegar a esos objetivos, y eso quedó claro ya antes de las elecciones anteriores: la persona responsable de economía ya estaba decidida quien iba ser: la misma que ya había ocupado el cargo, una persona que cuenta con la bendición total de Bruselas; la Sra. Nadia Calviño.
Por lo que respecta a la ‘radicalidad’ de Unidas Podemos … Recordemos lo que sucedió en Grecia cuando Syriza ganó las elecciones y Alexis Tsipras fue elegido primer ministro. Tsipras dijo que no consentiría que Grecia fuese pisoteada por las exigencias de la UE e incluso organizó un referéndum para obtener la legitimación de la ciudadanía griega, referéndum que ganó por goleada. Luego, cuando la euforia se apagó, Grecia acepó todo lo que le dijeron y se convirtió en uno de los alumnos ‘más aplicados de la UE’.
El margen del actual Gobierno de España queda limitado por una cifra: 8.000 millones de euros que es la cantidad que este Gobierno tiene que encontrar, entre subir impuestos y recortar gastos, para cumplir la primera fase de los compromisos.
Como decía el presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, el talante es importante. Pero, como ya sabemos, lo que al final cuenta son los resultados.