"No tengo tiempo...", el nuevo símbolo de estatus

A lo largo de la historia los humanos siempre han buscado maneras de mostrar su nivel de estatus social. Los símbolos van cambiando según la época, el país y las leyes de la oferta y la demanda. La Historia nos enseña como la misma cosa que empieza como un símbolo de estatus se transforma con motivo de rechazo.

Antes de la primera Revolución Industrial, la piel blanca era un símbolo de lujo, puesto que la gente que tenía dinero se podía quedar en casa jugando a juegos de salón en lugar de ir a trabajar al campo. Posteriormente, la población abandonó el campo para trabajar en las fábricas. Entonces, todo el mundo quedaba blanco, mientras Coco Chanel iba de crucero. Por eso, quienes se lo podían permitir querían tener un buen bronceado como símbolo de poder adquisitivo y tiempo libre para viajar.

Ser grasa, cuando la comida era escasa, era un símbolo de riqueza. Ahora, la obesidad está mal ver y tener un "look saludable" es estar a la última. Ir a gimnasios de élite, traer pantalones de yoga (practiques yoga, o no) y combinar zapatillas deportivas con americana es cool. Igualmente, la lista de cosas materiales que han servido como símbolo de estatus es larga: piñas, tulipanes, joyas, coches, ropa, viajes, móviles. Pero en el momento en que la oferta sube y los precios bajan, estos símbolos pierden su significado. El low coste y la globalización han hecho que una gran cantidad de gente tengan acceso a todo tipo de productos y experiencias.

"Ser grasa, cuando la comida era escasa, era un símbolo de riqueza. Ahora, la obesidad está mal ver y tener un "look saludable" es estar a la última"

Pero el que gana valor es nuestro tiempo y nuestra atención. El tiempo ya no significa dinero, hoy en día ya vale más que dinero. Sólo hay que mirar como Facebook, YouTube, Google, Amazon, Netflix y compañía se pelean para obtener nuestra atención.

De este modo, si el tiempo ya vale más que el oro, "el no tener tiempo" ha acontecido un símbolo de cómo eres de importante. Estar súper ocupado "equivale" a ser una persona importante. Cada vez es más habitual sentir comentarios del estilo: "Ay... necesito vacaciones ya. Estoy agotada con todo el trabajo que tengo, pero no puedo marchar...". Igualmente lo demuestra la subida de la demanda de servicios para ahorrar tiempos, como por ejemplo gente que pasea perros y la existencia de los supermercados online.

Pero a la vegada, la gente de hoy en día no tienen menos tiempo de ocio que los del pasado. Sólo tienen la percepción de tener menos tiempo. Por qué? Cómo dijo Jack Ma, fundador de Alibaba: "Mi abuelo trabajaba 16 horas en el día y decía que estaba súper ocupado. Nosotros trabajamos 8 horas en el día, los 5 días de la semana y decimos que estamos súper ocupados. Nuestros hijos quizás sólo trabajarán 4 horas en el día, 3 días a la semana y seguramente, ellos también dirán que están súper ocupados".

Entonces, donde va a parar nuestro tiempo? Básicamente, perdemos horas haciendo multitasques y mirando el móvil. Las estadísticas dicen que dedicamos más de 5 horas diarias a la smartphone y no para hablar con nuestras madres. De hecho, no tenemos tiempo para hablar con ella. El 80-90% de este tiempo lo dedicamos a navegar por webs o mirar Instagram y Twitter.

"Las estadísticas dicen que dedicamos más de 5 horas diarias a la smartphone y no para hablar con nuestras madres"

Por otro lado, la multitasca, en lugar de ahorrarnos tiempo, nos lo roba. Porque no consiste a hacer muchas cosas a la vegada, sino al ir cambiante entre múltiples tareas rápidamente. Así, nuestro cerebro empieza una cosa, para, empieza otra, abre una nueva pestaña, mira el WhatsApp, escucha Spotify, contesta un mail...

Cada vez que ponemos en marcha una cosa y paramos otra, el cerebro trabaja mucho menos eficientemente, se equivoca más, consume capacidad mental y agota nuestra energía. Por lo tanto, la sensación que estamos súper ocupados es culpa de nuestra adicción a la tecnología y en las redes, de nuestra carencia de paciencia y de la incapacidad para concentrarnos.

Pero como todos los símbolos de estatus, la glorificación de los "súper ocupados" cambiará. Y creo que, con la evolución de la tecnología, el próximo símbolo del estatus será la cantidad de robots que tendrá una persona. Mientras ellos trabajen, la gente volverá al salón para pasar el día jugando a juegos de realidad virtual. Así, poco después, ser pálido volverá a ser "in".

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