¿Nos lo merecemos o son 'flors i violes'?

En su último artículo del año, el periodista y empresario Toni Rodríguez escribe en el blog de Intermèdia sobre el círculo virtuoso, concepto popularizado por Ferran Soriano hacia el 2003, como apuesta para alimentar la rueda de la eficiencia en las organizaciones, concentrando los esfuerzos y procesos de cambio en un punto estratégico del engranaje, capaz de provocar reacciones beneficiosas en cadena. En contraposición al virtuoso encontramos el círculo vicioso, en el que nos gusta repetir errores, mantener fórmulas pasadas de moda de gestión y resistencia a la innovación. Y la innovación, como nos recuerda Rodríguez, es cambio, y el cambio provoca inseguridad y resistencia en espíritus inflexibles. Mientras el virtuoso ve oportunidades, el vicioso ve peligros.

De todos es sabido cómo acabó el círculo virtuoso en el Barça cuando todos los "virtuosos" quisieron hacer lo que hacían los demás. Esto ya lo dijo Albert Einstein hace muchos años: "Todo el mundo es un genio, pero si juzgas a un pez por su habilidad para trepar árboles, pensaa toda la vida que es inútil".

En esto radica el éxito en las organizaciones: saber cuáles son las habilidades de cada uno y situar a cada uno en su lugar. Fácil, ¿no? Pues nos encaparramos en hacer lo contrario y nos encaparramos en situar gente en lugares por los cuales no están preparados ni les gustan.

"El éxito en las organizaciones radica en saber cuáles son las habilidades de cada uno y situar a cada cual en su lugar"

¿A qué viene esto? Se preguntarán. Muy sencillo; como el círculo virtuoso y el vicioso (ambos son sencillos). La directora de este diario, que este 2024 que hoy empieza hará once años y que el mes de diciembre logró la cifra de los 300.000 únicos, cifra que, a mí, que soy de otro siglo, me parece excesiva, me ha pedido un artículo. A estas alturas todavía no tengo claro si renegar por las mierdas que hemos sufrido o que nos han hecho sufrir, o, tal como le gustaría a la directora, hacer un artículo de fiesta, villancicos y hoguera con chirucas y cantemos hermanos que somos muy felices y todo el mundo nos entiende y atiende nuestras necesidades.

Manos a la obra, pues. Cerramos 2023, a pesar de que sería mejor decir y pensar que abrimos 2024. Así podremos pensar que todo irá mejor, aunque a muchos, apelando al país, la patria o Dios sabe qué, les gustaría que todo fuera a peor. Son patriotas. Y como estamos en un momento en el que nada va bien, dejaré de lado la hoguera, las chirucas y la hermandad de la directora (ya lo hará ella esto de pintarlo todo muy bonito y happy flower) e iremos un poco al grano.

"Los políticos que nos gobiernan están muy lejos de la realidad y de las necesidades de empresas y de empresarios"

No se trata de hacer un repaso de qué ha sido el 2023. Todos tenemos presente lo que ha pasado en el 2023. Aquí, allá y más allá. Sí que me querría referir a un hecho que refleja bien a las claras que los políticos que nos gobiernan están muy lejos de la realidad y de las necesidades de empresas y de empresarios.

El caso más claro lo tenemos en la Nit de l'Empresa que cada año organiza Cecot. El presidente de la patronal hizo un discurso en el cual enumeró las necesidades de las empresas. Muy claro. Sin florituras. Ahí mismo, bien sentado, el Presidente de la Generalitat escuchando, o no, el discurso. Y piensas: ahora le responderá de pe a pa cada uno de sus puntos. Pues no, señor. Él, como Francisco Umbral en la televisión en épocas muy pasadas: "he venido a hablar de mí libro", le dijo a la entrevistadora, hizo lo mismo con otras palabras. Aquí os tengo sentados y leeré mi discurso diga lo que diga el señor Panés.

Diréis que esto pasó en octubre y que tal día hará un año. Es cierto, pero es que la noche del 2022 pasó exactamente lo mismo. Y con los mismos protagonistas. Y esto nos encaja con lo que decíamos al principio. El ejemplo del pez y los de los círculos, el virtuoso y el vicioso. Y estamos atravesando una etapa en la cual el vicioso se impone por goleada al virtuoso. Y no hace falta que nos lo vengan a decir los que entonces eran conocidos como los genios del Power Point. Lo sabemos sin pantallitas.

"Estamos atravesando una etapa en la cual el círculo vicioso se impone por goleada al virtuoso"

Los políticos viven en un mundo paralelo en el cual solo viven ellos. Y creen que aquello es el mundo real. Ponen a peces a trepar árboles y a monos volando. Y ya podemos recordarles lo que necesitamos, que ellos están convencidos que somos unos caprichosos de tipo. ¿Han visto las imágenes del alcalde de Barcelona inaugurando/visitando unas viviendas de protección oficial? Era la alegría personificada. Y me vino a la cabeza una anécdota que me explicó un antiguo alto cargo de PTOP que acompañó a un consejero a la inauguración de unas viviendas. "Esto es fantástico. Lo tenemos que hacer más a menudo", le decía el consejero. "Esto lo decidió un gobierno de Pujol; lo dotó Maragall y lo ejecutó Montilla. Y lo inauguráis vosotros". Si las empresas funcionaran como ellos, sin un plan estratégico a unos años vista, estarían todas en la miseria más absoluta. Pero como no es lo mismo jugársela con el dinero propio que hacerlo con el de los ciudadanos, no les hace falta un plan estratégico o una hoja de ruta, como decía un iluminado que se pensaba que gobernar era como ir con la barca de los fines de semana por el Maresme.

No tienen ningún tipo de contacto con el mundo real y su mundo paralelo nos está llevando a un callejón sin salida. Veremos si algún día estos mundos coinciden. Es cierto que en un momento determinado de esta legislatura tuvimos un consejero que nos hizo creer que las cosas cambiaban. Fue bonito mientras duró. Quizás demasiado y todo. Demasiado corto, pero.

Acabamos donde hemos empezado: ¿nos lo merecemos o tocamos el violín y vamos hacia el mundo paralelo donde se debe de ser más feliz? Lo que sí que esperamos es que el 2024 sea mejor del que las previsiones auguran. Nosotros continuaremos a nuestra bola: junto a las empresas, los empresarios, la economía real, y no caeremos en las modas actuales de titulares que no responden al texto, ni de textos que no responden a los titulares. Aquí, once años después, y de acuerdo con nuestro Manifiesto o Plan Estratégico, continuamos pensando que es más importante un periodista que un Seo. Y que sin periodistas no hay diarios. Manías que tenemos.

Més info: ¿Es noticia?

Nos sorprendemos cuando nos dicen que nuestros hijos o nietos no leen. Normal. E intentando hacer ofertas ruinosas: suscripción por 12 euros el año. "Liquidación por derribo". 0,03 euros por día. Premio de marketing para el cerebro que lo ha ideado y para los que lo han copiado. Te felicito, hijo.

Y para que no puedan decir que soy alarmista les invito a leer este enlace, totalmente ilustrativo de lo que pasa en este querido y maldito sector. Me lo envía Aleix Ramírez, uno de los periodistas de la casa. Es en castellano, pero ya decía Rajoy que los catalanas hacen cosas; una de ellas es saber idiomas. La otra, pelearnos entre nosotros. Sigan, pues, este enlace y verán qué bonitos somos.

Y despedidas también hemos tenido. La de Gabriel Martínez, director de Comunicación del Banc de Sabadell durante muchos años, que ha optado por Catalunya y por una agencia de comunicación, una de las pocas que tienen la seriosidad y el rigor en su adn. Con Gabriel seguro que todavía tendrán más de seriosidad y rigor.

Y volvamos, para acabar, al tema de las organizaciones y su organización, y a los virtuosos y a los viciosos, y puesto que dicen que hacemos periodismo, quiero rendir homenaje, muy tardío, pero homenajee muy sentido, a un gran periodista que ha muerto este 2023. Jaume Serrats i Ollè, con quién tuve el honor y la suerte de coincidir en el Noticiero Universal (si alguien recuerda este diario le damos un premio) y em el AVUI de la primera etapa. Jaume, además de ser una gran persona y un gran periodista, tenía una calidad que pocos tienen: era fiel a la empresa pero todavía más a su equipo. Su equipo era sagrado y ya podían pedir cabezas que él se mantenía fiel junto a los suyos.

Jaume Serrats i Ollè, además de ser una gran persona y un gran periodista, tenía una calidad que pocos tienen: era fiel a la empresa pero todavía más a su equipo

Antes hemos hablado de las bondades del círculo virtuoso en las empresas y yo tengo que decir que he tenido tres maestros, cada cual con sus particularidades, pero los tres pertenecientes al círculo virtuoso: Josep Cercós, Josep Gual y Jaume Serrats. Alguien lo tenía que dir. Y que en el 2024 tengamos más suerte. Nos conviene más buscar nuestro círculo virtuoso que esperar a que los del círculo vicioso rectifiquen. Ellos continúan encaparrados con que los peces tienen que trepar por los árboles. Por eso; nosotros a nuestra bola. Feliz 2024.

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