¿Qué hay de más satisfactorio que contribuir a desarrollar el talento joven? Personalmente me motiva y sobre todo me emociona ver que las nuevas generaciones tienen oportunidades para formarse y desarrollarse. Pero seamos sinceros, nuestra sociedad no lo pone fácil de forma natural. La competitividad y las desigualdades hacen que esto, que debería ser fundamental, no esté al alcance de todos.
Por otro lado, quien me conoce sabe de mi pasión por las fundaciones. Todas ellas tienen una ambición compartida y colectiva de cambiar el mundo con la voluntad de mejorar. Y fundaciones hay muchas, cada una con su honrosa misión. Pero si combinan estos dos factores, fomentar y estimular el talento joven y trabajar para cambiar el mundo para mejor, el resultado que obtenemos es el de un perfecto combo.
Estimular y orientar a los jóvenes es una gran tarea a favor no solo del territorio sino por la humanidad
Y aunque a priori parezca que son una minoría, tenemos muchas de ellas en nuestro país. Como, por ejemplo, la Fundació Impulsa, creada por un grupo de empresarios para fomentar la educación en el ámbito de la formación profesional entre los jóvenes. La Fundació Güell que otorga becas para ayudar a formarse a estudiantes del ámbito artístico y musical, o bien la Fundació Catalunya Cultura y su programa Impulsa que apoya a jóvenes artistas. También existen organizaciones como el CFIS, dependiendo de la UPC, que detecta estudiantes de altas capacidades y les acompaña en su formación para cursar dos titulaciones científicas a la vez.
Y es que estimular y orientar a los jóvenes es una gran labor a favor no sólo del territorio sino por la humanidad. Hay muchas formas de tener un impacto positivo en la sociedad. Este objetivo sólo dependerá de los objetivos, recursos y niveles de entusiasmo y compromiso que se viertan. Tanto puede ser con el apoyo a organizaciones sin ánimo de lucro como creando una nueva.
Lo más importante es poner en marcha políticas corporativas diseñadas para garantizar que la empresa funcione de forma económica, social y medioambientalmente sostenible
Si es una empresa no olvidemos que también existen otras herramientas como crear una fundación corporativa que nazca con una misión social y esté bajo su amparo, o bien el marketing con causa por aquellas empresas que decidan colaborar directamente con una organización sin ánimo de lucro.
Sin embargo, lo más importante es desarrollar políticas de gobernanza con la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) y poner en marcha políticas corporativas diseñadas para garantizar que la empresa funcione de una manera económica, social y medioambientalmente sostenible.
Por eso es necesario repensar bien el compromiso de las empresas para crear vínculos con la sociedad y contribuir más allá del objetivo mercantil. Se trata de construir organizaciones útiles por sus consumidores, por la sociedad y por las nuevas generaciones.