La otra pandemia: el feminismo asintomático

Hace un par de semanas Pilar Kaltzada publicó otro buen artículo en Berria, Asintomatikoak, repasando el lamentable comportamiento del ministro de Exteriores de Uganda al pasar de largo sin mirar ni saludar a la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, por su condición de mujer. Como bien apunta Kaltzada, el ministro se llama Jeje pero no hace ni pizca de gracia. Ahora bien, el gran hallazgo de este artículo es el concepto “feminismo asintomático”.

El feminista asintomático es aquel que dice que ya tiene los anticuerpos pero nadie nunca le ha notado ningún síntoma. Ni él mismo. Lo ha pasado casi sin darse cuenta, suave, pese a tenerlo ha podido continuar haciendo vida normal y no ha notado ningún tipo de molestia. Es muy sospechoso, porque el feminismo te hace consciente de estar mal y querer encontrarte mejor, que te cuesta respirar porque te falta el aire y a menudo te abruma el cansancio. Es casi imposible ser feminista y no haber notado los síntomas, así que los feministas asintomáticos son muy dudosos, y peligrosos. Creen que ya forman parte del grupo que tiene anticuerpos y por tanto necesitan menos vacunas, incluso se atreven a hablar de ello con la autoridad del que ya lo ha pasado opinando sobre qué debe hacerse y cuál debe ser el tratamiento.

Es casi imposible ser feminista y no haber notado los síntomas, así que los feministas asintomáticos son muy dudosos, y peligrosos

Muchos asintomáticos son hombres, pero también hay casos entre las mujeres. Son relativamente fáciles de detectar porque utilizan el pero en casi todas las frases. Aún hay mucho machismo pero menos que antes. La cosa está muy mal pero estamos mejorando. Es buena pero la han puesto sobre todo porque es mujer. Es insoportable lo que les pasó a esas chicas pero es que iban solas. El tema es serio pero pide tiempo. Hace falta mucho más pero ya tenemos una ministra.

Hay un montón de gente que dice tener feminismo pese a no presentar ningún síntoma. El feminismo asintomático es la nueva pandemia. No te engañes: es imposible haberlo pasado suavemente sin que te deje secuelas. Sólo eres feminista si tienes fiebre y te provoca cambios en la vida.

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