Pensar creativamente

La creatividad es una capacidad innata que se puede desarrollar. Cada vez está más valorada y es más necesaria. Pero como la podemos potenciar?

Ser creativo y poder tener respuestas creativas es un deseo habitual en el mundo del marketing y la publicidad. Cuánto cuesta encontrar la inspiración que nos permita exclamar Eureka! Cuánto cuesta encontrar una idea innovadora, disruptiva y factible! Y si hablamos de cine, música, pintura, literatura... y cualquier expresión artística, seguro que sus autores nos dirían el mismo. Por lo tanto, en estos sectores es recurrente la pregunta de como cultivar y mejorar nuestra creatividad?

"Ser creativo y poder tener respuestas creativas es un deseo habitual en el mundo del marketing y la publicidad"

Si empezamos por el principio, por la misma definición, Elsa Punset apunta que la creatividad es "la capacidad de encontrar soluciones inteligentes y útiles en nuestros problemas". Por lo tanto, primera nota a destacar: a cualquier persona y en cualquier situación le puede servir una solución inteligente y útil, no sólo en los ámbitos concretos citados. Además, los especialistas nos aseguran que es una capacidad que podemos trabajar, desarrollar y potenciar, con unos aspectos importantes a tener en cuenta.

1. Salir de la caja, out of the box. Tenemos que ser abiertos y flexibles mentalmente para ver más allá de aquello que es habitual y que popularmente se ha denominado out of the box. Hay otras maneras de ver la realidad. Ante un problema concreto, si queremos encontrar soluciones diferentes, tenemos que pensar diferente. Tenemos que ser capaces de darnos cuenta que a pesar de estar muy seguros de la "nuestra" realidad y considerarla casi indiscutible, muchos ejercicios nos demuestran el contrario: el test de atención de Daniel J. Simons, los movimientos ilusorios de Akiyoshi Kitaoka, el tablerode Adelson, la ilusión de Ebbinghaus o el efecto Kuleshov para citar unos cuántos.

2. Huir de los marcos mentales preestablecidos. Otro aspecto importante es evitar ser esclavos de marcos mentales que actúan como plantillas establecidas. Son funcionales y muy útiles, pero también pueden condicionarnos y no dejarnos ver una buena solución. Un buen ejemplo son las metáforas. Es un recurso literario que sirve para describir y entender el mundo que nos rodea, y nos facilita el día a día al poder interpretar mejor nuestro entorno. Pero tenemos que vigilar que esto mismo no acabe conformando unas líneas maestras que nos imposibiliten ver fuera de esta realidad construida por nuestras palabras. Un ejemplo es describir el hecho enormemente doloroso de la muerte como si fuera un viaje (se ha ido o ha marchado) evitando visualizarlo como un punto final; o como en un estudio reciente, donde las preferencias de los encuestados de como combatir el alto índice de criminalidad de una ciudad ficticia cambiaba según si la delincuencia se describía como un virus o como una bestia. El lenguaje es la vía para describir la realidad, y por lo tanto una interpretación de esta realidad, pueden influir en cómo la visualizamos y la percibimos.

3. Un estado mental adecuado. Decía el creador de Apple, Steve Jobs, que ser creativo era crear conexiones. Ciertamente, hay estudios que han encontrado que una mejor y más amplía capacidad creativa viene dada por la cantidad y calidad de las conexiones que hace nuestro cerebro. Y por lo tanto, para tener un estado mental creativo, tenemos que conseguir que todo fluya, evitando distracciones y haciendo trabajar toda la 'materia gris' para encontrar la idea. Conseguir el más alto grado posible de paz interior nos permitirá disponer de todo nuestro potencial creativo.

4. Gestionar nuestros miedos. Los niños, que no tienen vergüenza ni temor al error, tienen una capacidad impresionante de imaginar y ser creativos. Tenemos que ver si tenemos margen para arriesgar algo más, sin llegar a ser temerarios.

5. Utilizar técnicas y herramientas. Finalmente, podemos aprovechar las diferentes técnicas que se han desarrollado para ser más creativos. Desde la más conocida, el brainstorming –traducida como lluvia de ideas-, hasta otros como el Scamper –iniciales de Sustituir, Combinar, Adaptar, Modificar, Poner en otros usos, Eliminar y Reformar-, podemos encontrar maneras de promocionar nuestra creatividad. Nos pueden servir tal como se han concebido originalmente o también como fuente de inspiración para saber qué caminos podemos recorrer.

Y un último apunte. La mecanización y el adelanto de la tecnología que se está desarrollando en nuestra sociedad, todavía pone la creatividad en más valor. Si las máquinas necesitan patrones establecidos para funcionar, la creatividad precisamente pide lo contrario. Y esta capacidad de pensamiento abstracto y divergente, hoy por hoy, sólo está al alcance del ser humano. De hecho, la red facilita que el conocimiento, hasta ahora reducido a círculos de expertos o especializados, llegue a mucha gente. Buscando a Google o a Wikipedia todas y todos disponemos de la misma información. Y es el hecho de jugar con este conocimiento donde rae la diferencia: se necesita imaginación, que es el proceso creativo.

"Pensar creativamente vale por el secretario general de un sindicato anarquista, por el presidente de un gran banco, por un enamorado no correspondido o por unos padres preocupados por su hijo"

Tanto vale por el secretario general de un sindicato anarquista, por el presidente de un gran banco, por un enamorado no correspondido o por unos padres preocupados por su hijo: pensar creativamente es potenciar el que ya tenemos de serie cuando nacemos, una capacidad bastante valiosa para dedicarle tiempo y ganas.

Més informació
El juicio transmediàtic: entre Kuleshov y Twitter
Bassat: "No he tenido miedo de pagar mucho dinero ni de rodearme de gente mejor que yo"
Crear más allá del LSD, la ducha o la Eureka
Hoy Destacamos
Lo más leido