Perseverance

La sonda Perseverance aterrizó correctamente en la superficie de Marte. Buscará evidencias de posible vida extraterrestre, recogerá muestras geológicas, y hará varios experimentos científicos y tecnológicos. Entre ellos, hará volar un prototipo de pequeño helicóptero (denominado Ingenuity) en la atmósfera marciana.

Formo parte de una generación marcada por la inolvidable serie Cosmos, de Carl Sagan. Cuando era adolescente, leí libros fascinantes como La Guerra de los Mundos, de H.G Wells (que dibuja una Tierra invadida por marcianos que, paradójicamente -y actual- son exterminados por una pandemia terrestre), o Crónicas Marcianas, de Ray Bradbury (mucho más intimista, donde una chica marciana, atrapada en un matrimonio sin amor, soñaba con la llegada de astronautas de la Tierra, a los cuales hablaba por un canal telepático). Después de la ciencia ficción, me llegó la fascinación por la ciencia pura, y devoré Una Breve Historia del Tiempo, de Stephen Hawking. Mirando el cielo nocturno, me pregunté qué había antes de la nada. La respuesta era nada. La física cruzaba la frontera de la filosofía para preguntarnos sobre el sentido de la existencia. Aquellas estrellas que estábamos mirando, posiblemente ya no estaban. Veíamos sólo su luz, enviada quizás hacía millones de años. Un observador estelar no vería nuestra Tierra, sino una Tierra poblada por dinosaurios.

Perseverance ha llegado a Marte. Un pequeño vehículo impulsado por energía nuclear, lanzado en julio de 2020, ha atravesado quinientos millones de kilómetros para entrar a 20.000 quilómetros por hora en la atmósfera marciana y aterrizar en paracaídas en medio del Cráter Jezero, que parece ser un antiguo lago, con formaciones geológicas similares a los deltas fluviales. Un lugar idóneo para encontrar fósiles de antigua vida marciana. El sueño de los astrobiólogos. Marte, hoy un desierto desolado y gélido, parece haber tenido en el pasado remoto condiciones idóneas por la vida.

Perseverance es la punta del iceberg de un renacimiento tecnológico global, impulsado por la competición estratégica entre EEUU y China. Diez días antes de la llegada de Perseverance, la nave china Tianwen-1 entró en la órbita marciana, y tiene previsto aterrizar también en el planeta rojo en mayo de este año. Vienen tiempos dorados para la innovación y la tecnología. Los países salen de la covid con conciencia de urgencia para acelerar la carrera tecnológica.

"Perseverance es la punta del iceberg de un renacimiento tecnológico global, impulsada por la competición estratégica entre EEUU y China"

El Reino Unido acaba de inaugurar ARIA (Advanced Research and Invention Agency), una nueva agencia de proyectos disruptivos a imagen de la DARPA norteamericana (donde nació, entre otros cosas, internet). Nombres míticos por tiempos que se anticipan épicos. Bill Gates, por su parte, en su libro How to Avoid a Climate Disaster reclama redoblar las inversiones en I+D, y destinarlas preferentemente a combatir el cambio climático.

Somos hijos de la carrera espacial. Nuestra cultura ha sido forjada sobre un alud de tecnologías y de conocimientos que vienen de los años de la conquista de la Luna. La economista Mariana Mazzucato explica el liderazgo de la industria tecnológica norteamericana como resultado de desbordamiento de conocimientos generados en aquella época. Entre ellos, los microprocesadores o internet. Google, Apple, Tesla, Microsoft o Amazon no existirían sin la curiosidad y el espíritu pionero de aquellos años.

"Nuestra cultura ha sido forjada sobre un alud de tecnologías y de conocimientos que vienen de los años de la conquista de la Luna"

He echado de menos el debate de la ciencia y la tecnología en la reciente campaña electoral. La sociedad todavía no es consciente del que nos jugamos. La desesperanza de la juventud por un futuro incierto, proyectada los recientes disturbios en las calles, es también fruto de la falta de horizonte y precarización progresiva de nuestra economía. Nos faltan retos, y nos faltan liderazgos. A pesar de todo, 60 chips de silicio de uno de los sensores de viento de la nave Perseverance han sido diseñados por el grupo de investigación en Micro y Nanotecnología de la Universitat Politècnica de Catalunya. Hay talento. Hay vida inteligente en nuestra casa. Hay esperanza. Tenemos posibilidades de renacer en un mundo de alta intensidad innovadora.

La perseverancia nos llevará a todas partes. Especialmente, al futuro.

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