Política y diálogo, un binomio alejado

Esta semana pasada la estrechada diferencia entre quedarse o marchar que ha reflejado el resultado del referéndum británico ha producido un descalabro en los mercados financieros, desconcierto en centros de decisión, indignación en muchos ciudadanos que ven como su futuro se complica al dificultar la necesidad de cooperar para hacer más y mejor, incrementando los miedos al resurgimiento de actitudes asociadas a culpabilitzar el de todos los males al diferente. La situación en Europa, y en grandes partes del planeta, es muy compleja, en estas situaciones acontece imprescindible tomar decisiones para evitar males mayores y, a la vegada, aprovechar las rendijas de oportunidad que se abren en todo cambio. Un escenario que llega al Estado español, donde a menudo se constata que política y diálogo son un binomio alejado, cuando la recuperación económica y de la generación de trabajo empezaba pero con un Gobierno en funciones, desde el pasado 20 de diciembre, y con un resultado del 26J donde la formación de Gobierno seguirá siendo una misión imposible a menos que los interlocutores cambien o los órganos de gobierno colegiado, de sus respectivos partidos, los fuercen a dejar los maximalismes y sentar a dialogar con voluntad de llegar a acuerdos.

El mundo real, los de los ciudadanos que quieren dibujar su futuro, está cambiando con rapidez, aquellos elementos que conformaban una sociedad competitiva y con capacidad de generar progreso social han variado sustancialmente. En la actualidad la velocidad de obsolescencia de los productos es notoria, las problemáticas relativas a la sostenibilidad y la protección ambiental se han agudizado, la globalización de los mercados y la interdependencia es un hecho, las economías que eran hace 25 años emergentes hoy han conseguido altos grados de desarrollo después de años de altos crecimientos y la velocidad de avance de la producción técnico-científica es muy elevada, de tal manera que transforma los modelos de producción y relación de compra entre personas y productores.

Todo un conjunto de realidades que exigen a todo nivel nuevas políticas para lograr mejoras continuadas en cuanto a competitividad en un contexto internacional caracterizado por la competencia asimétrica entre Estados; la fuerte presión de países con bajos costes salariales; la necesidad de potentes infraestructuras de movilidad de personas, productos y datos; la importancia de generar conocimiento y transferirlo con rapidez a las cadenas de producción; la facilidad de plagiar productos y servicios que obliga a proteger la creación; la progresiva sustitución de humanos por robots; y el acceso prácticamente universal al conocimiento y a los adelantos tecnológicos. Todo un conjunto de aspectos que se suman a una creciente presión sobre los puestos de trabajo no calificados el que obliga mejorar la capacidad profesional para garantizar la ocupabilitat a largo plazo.

Todo un conjunto de cambios que se producen simultáneamente al crecimiento del proceso de globalización social que comporta la aparición de cambios culturales muy significativos con interrelaciones e interacciones en todos los ámbitos que, por primera vez, no van sólo acompañados de los intercambios comerciales o de la intervención en los asuntos políticos otras naciones con episodios de menor o mayor violencia, como pasó con la construcción de la identidad cultural mediterránea con raíces fenicias, o la colonización europea de Asia y América modificando la cultura autóctona.

Nuevos escenarios y realidades internacionales que, caracterizando la sociedad actual o sociedad 4.0, exigen actuaciones para mejorar y garantizar la competitividad del modelo económico en general y de las empresas en particular. Por este motivo es requerido actuar, de manera coordinada y simultánea, para introducir mejoras continuas en la productividad; utilizar intensivamente el conocimiento y disponer de modelos organitzacionals más flexibles; potenciar la capacidad de asumir cambios en toda organización, en la gestión empresarial y, muy especialmente, en la valoración de los recursos humanos, puesto que los nuevos escenarios se los confieren un papel determinante para lograr los éxitos diferenciales independientemente de la medida de las organizaciones o sectores de actividad. Un conjunto de cambios o actuaciones que demanda la mayoría de ciudadanos y muchos especialmente los jóvenes que tienen conocimientos y saben aplicarlos, que tienen capacidad de adaptarse, sorprender e innovar, y que están plenos de la energía positiva para construir un futuro mejor.

Consiguientemente, hoy acontece imprescindible que las Administraciones, las empresas, las universidades y los Centros tecnológicos requieren actúen con estrategias simbióticas para vertebrar un sistema productivo competitivo, innovador y sostenible. Un ajuste, cambio, del sistema productivo que requiere le sean destinados de forma continuada recursos públicos significativos, y entre otros pactos de Estado para lograr políticas a largo plazo en cuanto a R D y, formación y valorización de los resultados de la investigación. Un trabajo simbiótico imprescindible, como lo es la formación de un Gobierno con voluntad de poner las aspiraciones y el desarrollo de los ciudadanos en medio de toda decisión.

Los retos son muchos y las capacidades para superarlos existen, la pregunta es saber cuando los políticos del Estado, recordando que hoy no es el grande quién se come al pequeño sino el rápido al lento, dejarán de mirarse el ombligo, entenderán que política y diálogo no puede ser un binomio alejado y entomaran la responsabilidad de formar gobierno primero y hacer posible después su trabajo simbiótico con las empresas, las universidades y los Centros tecnológicos.

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