Principio de realidad

Cristóbal Colón ha repetido infinidad de veces esta frase: "Nos batimos el cobre con los mejores". Quien lo dice no es quien imaginamos a primera vista, a pesar de compartir nombre y apellido. Estamos hablando de Cristóbal Colón, fundador y alma de La Fageda, y con esta afirmación, al inicio, remarca que sus yogures -los mejores del mundo, como también suele decir- compiten de igual a igual en los estantes de los supermercados con Danone. Tiene mucho mérito, especialmente si tenemos en cuenta que la facturación de La Fageda es de unos 30 millones de euros en comparación con los 840 millones de euros de la filial de Danone España y los 27.600 millones de euros de la multinacional.

Cambiemos de territorio: de la Garrotxa al Cap i Casal. El segundo contrato de mayor envergadura del Ayuntamiento de Barcelona, después del de limpieza y recogida de residuos, es el Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) por un importe bianual de 190 millones de euros. Actualmente, los cuatro lotes están adjudicados a partes iguales: dos a Suara Cooperativa y dos a Servisad-Domusvi. ¿Quién es quién? Suara es una cooperativa de atención a las personas que factura 120 millones de euros; Servisad es una filial de Domusvi, compañía líder de servicios sociosanitarios en el Estado con una cifra de negocios de 750 millones de euros, que pertenece al fondo de inversión Intermediale Capital Group. Anteriormente, había sido Clece, con una facturación de 1.800 millones de euros y filial de ACS con un volumen de negocios de 35.738 millones de euros, que también gestionaba una parte del SAD de Barcelona.

"La facturación de La Fageda es de unos 30 millones de euros en comparación con los 840 millones de euros de la filial Danone España"

Las cifras hablan por sí solas y las comparaciones son odiosas cuando vemos que estas dos empresas de la economía social, de las cuales debemos estar orgullosos como país, pueden competir con auténticos gigantes, y esto nos hace pensar que a veces David puede vencer a Goliat. Sin embargo, es importante no caer en la autocomplacencia. La Fageda y Suara, que en el contexto de la economía social se consideran grandes empresas (todo es relativo), son pequeñas en relación con lo que es relevante para su sostenibilidad, es decir, tener en cuenta el mercado en el que operan y sus competidores.

Aceptar este principio de realidad, las cosas son como son y los hechos son muy tercos, debe hacernos darnos cuenta de que las empresas de economía social, en general, son muy pequeñas y el grado de atomización del sector puede comprometer seriamente su continuidad a largo plazo. Para sobrevivir y que el modelo (basado en las personas que defienden) gane espacios de manera significativa, es necesario crecer y ganar masa crítica a través de integraciones y alianzas estratégicas. Quizás no siempre sea una condición suficiente, pero seguro que es necesaria. ¿Es posible?

"Las empresas de economía social, en general, son muy pequeñas y el grado de atomización del sector puede comprometer seriamente su continuidad a largo plazo"

En el sector cooperativo agroalimentario empieza a haber movimientos. Quizás la delicada situación del mundo agrario, por decirlo suavemente, acabe convirtiendo la necesidad en virtud, y acelere procesos. Los dos grandes grupos cooperativos del sector de la fruta en Lleida (Actel y Fruits de Ponent) han anunciado la creación de una sociedad conjunta para integrar sus actividades. Este hecho deja entrever que tienen un peso muy importante en el cooperativismo, pero su mercado no es suficiente. Por otro lado, la cooperativa Cellers Domenys, con una trayectoria de integración de los cellers de siete pueblos, vuelve a la carga, y ahora fusiona el Celler de Bellvei, aumentando a ocho el palmarés. El objetivo principal del socio viticultor es ganarse, como cuando se creó la cooperativa hace más de cien años, y la integración es una buena manera de lograrlo.

Esperemos que estos brotes verdes se contagien al conjunto de las empresas cooperativas y de economía social para poder seguir siendo útiles a la sociedad a largo plazo. La visión y determinación de sus líderes será un factor clave. Seguro que en los ejemplos que hemos visto ha sido determinante.

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