La productividad, reto económico prioritario

Los últimos datos que hemos conocido sobre la evolución de la economía catalana invitan al optimismo. Moderado, aun así. Puestos en perspectiva evidencian un importante reto pendiente: la mejora de la productividad.

Se trata de un reto prioritario -siempre y cuándo elijamos bien con quien nos tenemos que comparar. Y sobre todo, siempre que coincidamos en el objetivo común: converger en los niveles de renta por habitante de los países de la zona euro y poder garantizar un bienestar para nuestros ciudadanos equiparable al estándar europeo. Es decir, reducir el diferencial entre el nivel de renta por habitante de Catalunya, que durante el 2022 se situó en 34.500 euros; y el de la media de la zona euro, 38.700 euros.

Los datos sobre la evolución del PIB por hora trabajada en los últimos 20 años en Catalunya sugieren que el crecimiento de la productividad de la economía catalana de los últimos 20 años está por debajo del de la media de la eurozona. Es decir, si en Catalunya se genera, ahora, un 11% más por hora trabajada que hace 20 años (según datos de la Cambra de Comerç), en la zona euro se hace un 19% más.

El 95% de las empresas de Catalunya son microempresas

¿Cuáles son las causas? Principalmente, cuatro. En primer lugar, la estructura empresarial basada en la microempresa. El 95% de las empresas de Catalunya son microempresas (hasta 9 trabajadores). Se trata de una de las tasas más elevadas de la UE (a partir de datos de Statista). En el otro extremo, Alemania, con un 83% de microempresas.

En segundo lugar, la estructura sectorial con un peso de la industria todavía inferior al que sería deseable, y una economía basada en los servicios (que incluyen también la administración pública).

En tercer lugar, la formación y tasa de ocupación, donde hay que tener en cuenta la situación que generan factores cómo el elevado índice de fracaso escolar, o el insuficiente número de graduados en el campo de la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM). En el año 2022 representaron el 22% de los titulados del sistema universitario catalán. Se trata de aspectos que influyen en la productividad y en la situación del mercado de trabajo, con una tasa de ocupación del 71%.

Finalmente, la innovación y transferencia tecnológica. Recientemente, se hizo público que Catalunya ha mejorado su posición en el ranking de innovación que elabora la Comisión Europea, y ha logrado la categoría de strong innovator. Aun así, el porcentaje de recursos que se destinan (1,7% del PIB) todavía se sitúa por debajo de los objetivos de la Agenda Europea 2020 (3%).

Un estudio de McKinsey apunta que la automatización con IA generará un aumento de la productividad mundial desde ahora al 2040 entre el 0,2% y el 3,3% anuales

Cada vez parece más claro que la sostenibilidad y la capacidad de integrar el crecimiento tecnológico exponencial serán factores determinantes de la competitividad futura. De hecho, un estudio de McKinsey apunta que la automatización con IA generará un aumento de la productividad mundial de ahora al 2040 entre el 0,2 % y el 3,3 % anuales.

Por lo tanto, la competitividad de nuestra economía y su capacidad de mejorar el bienestar de los ciudadanos al ritmo de nuestros vecinos, vendrá de la apuesta que hagamos por la innovación y el éxito al integrar la sostenibilidad y el crecimiento tecnológico. Catalunya cuenta con los activos para conseguirlo: una alta productividad del sistema de conocimiento, centros tecnológicos punteros, una política de clústeres de éxito, y la oportunidad de los Next Generation, entre otros. Solo nos falta, una visión a largo plazo que esté alineada.

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