reEvolucionar y revolucionar (II)

Este texto es la segunda parte del artículo publicado este sábado 22 de octubre.

El ámbito de la fiscalidad. Si dirigimos la mirada hacia el universo de las empresas, es fácilmente constatable que no todas son iguales. La inmensa mayoría pagan el impuesto sobre sociedades a tipo del 25 y 28%, sin diferenciar el beneficio que se reinverteix del que se distribuye como dividendo. Es decir, que este es el nivel impositivo general para los productos y servicios que ofrecemos, cuando dejan margen. Pero hay otro grupo de empresas que sus tipos efectivos están por debajo del 10% o, incluso, por debajo del 1% dentro de la UE.

Por lo tanto, hay unas diferencias que se perciben como agravios. Es injusto, genera insolidaridad por falta de contribución y provoca que la media y pequeña empresa pague la insuficiencia contributiva de las empresas con privilegios. En cualquier caso y mientras no llegue la equidad, proponemos tener información de "traçabilitat fiscal", para concienciar, incluso a la hora de consumir. Además, quiero recordar que según estimaciones oficiales hay un 25% más de PIB español que es economía no declarada. Hay que reconducir esta barbaridad pues supone una injusticia y una falta de equidad con todos los contribuyentes. Abordémoslo convenciendo, es decir, con simplificación normativa, retiment de cuentas y conducta ética de las partes.

El tercer ámbito es lo del mecenazgo. La responsabilidad social, empresarial y ciudadana, tiene mucho que ver con la capacidad individual de identificar el interés general y actuar para mejorar la sociedad en su conjunto. Quién cree en el poder de la ciudadanía, lo apodera y la responsabiliza en la filantropía y el mecenazgo porque despliegue todo su potencial. Por el propio interés del conjunto de la sociedad, no conviene mantener el monopolio del bien común en el Estado. Para entender su gravedad, hay que tener en cuenta que actualmente el Estado define qué es o qué actividades son de interés público a través del sistema de deducciones en el IRPF y en el Impuesto sobre sociedades.

Queremos estimular ciudadanos más responsables, creativos y solidarios. El marco normativo y fiscal actual no lo permite y desdibuja el efecto multiplicador que el mecenazgo genera. Se tiene que reEvolucionar.

En resumen, que el que tenemos y el que vemos no nos gusta bastante y depende de nosotros, de todos nosotros, cambiarlo. Es por eso que invito a todo el mundo a la revolución de la materia gris. Para afrontar con probabilidades de éxito la reEvolució digital, industrial, energética, tecnológica, pero también la humana, social, ética, y la democrática y política.

reEvolucionar es esencialmente inconformismo inteligente. Porque incorpora talento, riesgo, bondad y humor.

Esta es la propuesta de los empresarios y el compromiso de la organización que represento: promover la actitud de reEvolucionar y revolucionar.
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