Desde la aprobación del Estatuto de los Trabajadores en 1980, el Sido Espanyol ha impulsado 57 reformas, de las cuales, nuevo de gran vainica. A pesar de esto, el diferencial de paro con la UE-15 y los problemas estructurales del mercado de trabajo español seguían muy presentes, y con la crisis económica, todos se acentúan. El paro se dispara hasta niveles muy preocupantes, que obligan en el Gobierno, bajo las presiones de las instituciones europeas y de expertos en la materia, a replantear de nuevo nuestro sistema laboral. De aquí que en 2012 se aprueba una nueva Reforma Laboral, que modifica profundamente nuestro marco laboral, alterando inclús aspectos que siempre se habían considerado intocables, y que no cuenta con el consenso de todos agentes sociales.
Si be es cierto que ninguna reforma laboral crea ocupación por sí sola, y que es muy difícil determinar qué hubiera pasado si no se hubiera llevado a cabo, desde la patronal sí que hemos detectado que la posibilidad de acudir a vías alternativas a la extinción de contratos, o las nuevas medidas de flexibilidad, han permitido que muchas empresas hayan sobrevivido, adaptándose a la situación económica actual, y sobre todo, que se hayan destruido menos puestos de trabajo.
Se demuestra pues, que cuando las empresas han dispuesto de herramientas suficientes para hacer frente a la difícil situación económica, estas han optado por las opciones menos traumáticas. Según los datos publicados recientemente por el Departamento de empresa y Ocupación, en Cataluña hemos vivido una caída importante de los ERO en términos interanuales, así como un cambio en la composición de estos: se han reducido los ERO de extinción de contrato, en beneficio de los de reducción de jornada o suspensión de contrato.
Es evidente que todavía hay que llevar a cabo más cambios, como es el caso de la simplificación de modalidades contractuales, que ahora se pone en marcha, y corregir algunos aspectos que el Gobierno no calibró del todo bien, como es la regulación del fin de la vigencia de los convenios colectivos y sus consecuencias en materia de conflictividad e inseguridad jurídica. Eso sí, si las modificaciones en el marco laboral no se acompañan de nuevas medidas de reactivación económica, por mucha flexibilidad que tengamos, nos quedaremos sin oxígeno.