Retomar el espíritu innovador

La generación de riqueza en Cataluña ha sido históricamente ligada a la innovación y a una rápida adaptación a los adelantos tecnológicos: la construcción de la primera fábrica a vapor de España (1832), el primer ferrocarril de la península Ibérica (1848) o la constitución de la primera empresa eléctrica española (1881) fueron catalizadores de la revolución industrial y del crecimiento económico que encara hoy en día nos ha posicionado en vanguardia. Aún así, parece que los últimos años este espíritu innovador no está brillando por su fuerza. Un buen ejemplo es el cambio de regulación en el sector de las VTC propuesto por el Gobierno. Con la buena intención de proteger los sectores perjudicados, se frena el progreso tecnológico y se reduce el bienestar de la sociedad. Es necesario y crítico que se implementen soluciones que ayuden a los perjudicados y, a la vegada, promocionen la innovación.

"La generación de riqueza en Cataluña ha sido históricamente ligada a la innovación y a una rápida adaptación a los adelantos tecnológicos"

El desarrollo de nuevos procesos, productos o servicios gracias a un adelanto tecnológico suele generar beneficios para la sociedad gracias a una mejora de la eficiencia. El balance es positivo a nivel agregado, pero hay segmentos que salen perjudicados. Por ejemplo, la popularización de la iluminación eléctrica mejoró radicalmente la calidad de vida de la población, porque alargó las horas productivas y redujo el número de incendios domésticos. Aún así, los fabricantes de velas o lámparas de querosè se vieron seriamente perjudicados y perdieron el trabajo y el negocio. En el caso del taxi, la industria había sido regulada con un sistema de licencias como único método para garantizar la calidad del servicio y equilibrar la oferta y la demanda. Las innovaciones de aplicaciones como Uber y Cabify han posibilitado que todo esto se pueda hacer de manera mucho más eficiente mediante la tecnología. La puntuación de estrellas mantiene el alta calidad del servicio y los precios dinámicos permiten equilibrar la oferta y la demanda en tiempo real, puesto que responde a puntas de necesidad como, por ejemplo, acontecimientos deportivos. A pesar de esto, los taxistas se ven perjudicados con el cambio de escenario.

Es legítimo que tanto emprendidas como trabajadores perjudicados por un progreso tecnológico intenten presionar para evitar el cambio a sus industrias, puesto que su bienestar depende de esto. La solución más rápida y fácil para el Gobierno es proteger el statu quo. La nueva regulación propuesta para las VTC en Cataluña donde los usuarios tendrán que precontractar el servicio con un tiempo de antelación es un claro ejemplo. Este tipo de acciones perjudican seriamente el bienestar social a largo plazo porque frenan la innovación y la creación de valor que se deriva para la sociedad. Sabemos que la calidad de vida sería mucho peor si hubiéramos prohibido la transición de las velas a la iluminación eléctrica. También se habría perdido la creación de puestos de trabajo y riqueza de las industrias que aparecieron como consecuencia de la electricidad.

"El conflicto aparente entre innovar y proteger a los perjudicados es falso"

El conflicto aparente entre innovar y proteger a los perjudicados es falso. Se puede facilitar el cambio tecnológico y a la vegada defender el bienestar de aquellos que pierden con este cambio. En vez de orientar acciones a mantener la status quo, se tienen que orientar al hecho que las empresas y los trabajadores perjudicados puedan adaptarse a la nueva realidad marcada por la innovación.

Existen dos fórmulas posibles para asegurar la transición. La primera es fomentar la reconversión profesional. Con un plan de formación y recolocación es posible reconvertir trabajadores de un sector a las nuevas oportunidades que brinda la evolución tecnológica, sea al mismo sector o a otros que crecen. Esta solución proporciona una ocupación a los afectados y permite orientar el mercado a los sectores con potencial de crecimiento. La segunda es rescatar los afectados. A veces, la reconversión profesional no es posible debido a factores como la edad, la diferencia de habilidades necesarias a otros oficios o la vulnerabilidad social. En estos casos entran en juego instrumentos como los incentivos fiscales, las transferencias de renta u otras políticas sociales.

La elección del peso de cada una de las fórmulas es compleja y la implementación final dependerá de las características de cada sector, la demografía de la fuerza laboral afectada y la distribución de sectores a la economía local. En el caso de los taxistas afectados por las VTC, el fondo de transición propuesto por Cabify en que se cobraría 5 céntimos por kilómetro recorrido en VTC para compensar los taxistas sobre endeudados es un buen paso en la dirección adecuada.

"El Gobierno tiene el deber de ayudar a los perjudicados por el progreso tecnológico, pero tiene que evitar hacerlo mediante la perpetuación del statu quo"

Cataluña se ha caracterizado históricamente para generar riqueza por la sociedad mediante la innovación y la adaptación rápida a los adelantos tecnológicos. El Gobierno tiene el deber de ayudar a los perjudicados por el progreso tecnológico, pero tiene que evitar hacerlo mediante la perpetuación del statu quo. Una buena solución sería ayudar los afectados a adaptarse a través de la reconversión a nuevas oportunidades laborales y fomentar rescates sin prohibir el cambio. De este modo, conseguiremos mantener Cataluña en vanguardia de la innovación y a la vegada proporcionar dignidad y bienestar a la sociedad.

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