ChatGPT y Google no son lo mismo. Cómo utilizarlos

ChatGPT es un modelo basado en inteligencia artificial orientado a generar textos coherentes a partir de las preguntas o temas que le dices. Su vocación es la comprensión y la coherencia, pero no el rigor. Pone más foco en el proceso de construcción de un razonamiento que en el proceso de documentarse para intentar ser preciso. Busca contextos antes que datos. En cambio, el buscador de Google se basa en una indexación exhaustiva de los contenidos que hay en la red, presentados de manera ordenada a partir de algoritmos que intentan evaluar qué enlaces son más o menos pertinentes. Por tanto, ChatGPT intenta redactar textos mientras que Google intenta ofrecer resultados. Uno escribe, el otro documenta. Nada que ver.

Por eso ChatGPT no se entretiene en especificar las fuentes que ha tenido en cuenta para elaborar el texto que nos presenta, porque en ningún caso pretende ofrecer información sino redactar textos. Pero es evidente que sobre este motor se podrán idear nuevos servicios y soluciones, algunos de los cuales pondrán foco justamente en esto: ofrecer información fiable ya redactada. Es el camino que está explorando Bing, pero también You o Perplexity. Es decir, ChatGPT no es una alternativa al buscador de Google, pero con su tecnología ya hay alternativas y aún habrá más, y Google está muy preocupado. La herramienta resultante tiene una lógica diferente: no hago una búsqueda, sino que hago una pregunta o inicio una conversación. Esta lógica es más poderosa, porque nos deja más cerca de un asistente que de un buscador, y a partir de aquí se pueden diseñar asistentes más específicos: un asistente para temas médicos, un asistente para temas legales, un asistente para redactar noticias, un asistente para escribir guiones… herramientas basadas en información y conjuntos de datos muy supervisados y evaluados.

"ChatGPT no es una alternativa al buscador de Google, pero con su tecnología ya hay alternativas y aún habrá más, y Google está muy preocupado"

Todo va muy deprisa pero aún no estamos aquí. Hoy por hoy ChatGPT es lo que es, sólo una herramienta orientada a las conversaciones y la generación de textos. Pero su interfaz es tan amistosa comparada con la seca relación de enlaces que ofrece Google, que a menudo caemos en la tentación de hacerle las preguntas a ChatGPT. El resultado es seductor, pero catastrófico si lo que querías era buscar información. Acierta mucho, pero muy a menudo se lo inventa. Directamente se lo inventa.

Documéntate con Google, redacta con ChatGPT. Parece fácil, pero pide una cierta técnica. Igual que hay técnicas para hacer búsquedas eficientes en Google, hay técnicas para tener conversaciones eficientes en ChatGPT. Lo realmente importante es no olvidar nunca que son dos herramientas diferentes y que cada una sirve para lo que sirve.

Parece una diferencia clara, pero no. Yo mismo hice un tuit lamentable muy confuso, que por suerte mucha gente corrigió y cuestionó (gracias @jesuspurroy, @rogergallart, @enricb, @RoSaMa, @polmaresma, @cenforlg, @sergio_spd, @Joel_imbergamo, @Luis__Lope, @drilfy, @karkinyolis, etc).

En este contexto me parece muy útil el trabajo que ha hecho el Observatorio de Ética en Inteligencia Artificial de Catalunya (OEIAC), que ha resumido en una infografía (en catalán, castellano e inglés) cómo utilizar ChatGPT:

OEIAC esp

 

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