Entre el ruido electoral: ¿20.000 euros o 20.000 libros?

Todavía me acuerdo en Bachillerato, en la clase de Economía, cuando los compañeros de clase teorizávamos sobre cuáles serían las mejores medidas económicas para paliar los efectos de la crisis económica del 2008 y, especialmente, ayudar a aquellos hogares más desfavorecidos. Entre las primeras propuestas estaba, obviamente, la de imprimir más billetes. Y nos costó de entender, pero lo hicimos: esto hace que la moneda pierda valor y provoca inflación.

Y estos días me ha venido este recuerdo a la cabeza porque, justamente, hubo una compañera que propuso algo que estos días estamos escuchando en campaña electoral: dar una cantidad de dinero a aquellos que se estrenaran en la mayoría de edad para reducir las carencias económicas que su futuro paro -o el de sus padres- les provocaría a sus vidas.

La propuesta la ha anunciado ahora Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda de España y candidata a la presidencia del Gobierno de España al frente de Sumar, con una medida que ha denominado herencia universal. Se trata de una transferencia de 20.000 euros para todos aquellos jóvenes que cumplan 23 años a partir de la puesta en marcha de la medida. Bien, inicialmente anunció que estaría destinada a jóvenes de 18 años, aunque 24 horas después rectificó subiendo la edad a los 23 años y especificando que solo podría utilizarse en casos de reinserción laboral, para emprender un negocio o mejorar la formación; descartando, por lo tanto, que se puedan destinar a la entrada de una vivienda, para un viaje o un coche.

Justo es decir que la medida no tiene carácter retroactivo. Los mayores de 23 años -pese a que tengan 23 años y un día- serán desde aquel momento 20.000 euros más pobres que todas las generaciones que los sucedan.

"Los mayores de 23 años -a pesar de que tengan 23 años y un día- serán 20.000 euros más pobres que todas las generaciones que los sucedan"

Aviso: rehuiré de cualquier análisis político o partidista. No encontraréis en VIA Empresa una reflexión sobre la motivación que puede haber detrás de proponer una medida así pocas semanas antes de las elecciones. No me paro en la acción política, ni en sus tempos o maneras, sino en la propuesta económica, que a pocos ha dejado indiferentes.

Imagino que muchos nos habremos hecho la misma primera pregunta: ¿Qué habría hecho yo si, con 18 o 23 años, me hubieran dado este dinero, sin haber hecho ningún esfuerzo para ganármelo? Las respuestas serán de lo más variadas, si nos vamos a la historia personal de cada uno. Yo probablemente no habría trabajado aquellos dos veranos del bachillerato como monitora de casal o no hubiera compaginado la universidad con un pequeño trabajo de tardes, que me hizo valorar, con esfuerzo, el dinero que entraban a mi bolsillo y que me aportó las primeras experiencias profesionales.

¿Habría decidido emprender? Sin una bola de vidrio, mirando los datos, no tiene pinta. Según el Informe GEM España 2022-2023, el 80% de las personas que han creado un negocio recientemente tienen entre 25 y 54 años. Y el 75% de los emprendedores potenciales (aquellos que quieren emprender en los tres años próximos) están en la misma franja de edad.

Quizás para fomentar el emprendimiento, la vía idónea no sea repartir un cheque al portador, a ciegas, sin filtrar por proyecto, capacidades o viabilidad económica. Ya hay entidades y redes públicas para acompañar los emprendedores a la hora de convertir su idea en una empresa viable. Si queremos fomentar el emprendimiento y ofrecer más oportunidades, destinemos más inversión.

"¿Habría decidido emprender? Sin una bola de vidrio, mirando los datos, no tiene peine"

Pues la misma lectura hago para la formación o la reinserción laboral, los dos otros motivos por los cuales se darían los 20.000 euros. Tengamos en cuenta que la medida tendría un coste -según calcula Sumar- de unos 10.000 millones de euros (el 0,8% del PIB), cuando el Ministerio de Educación, por ejemplo, tiene un presupuesto anual este 2023 de 6.408 millones de euros.

También genera controversia pensar de dónde salen y dónde llegan estos 20.000 euros. Saldrían, según han anunciado, de un impuesto a las grandes fortunas, pero se repartirían indistintamente, sin filtros por necesidades económicas. No se reparte por méritos ni por requisitos económicos. ¿Qué sentido tiene que llegue a familias que no lo necesitaban o a proyectos que no acontecerán éxitos empresariales?

Y puesto que hablamos tanto de esta cifra, de los 20.000 euros, aprovecho para darle la vuelta completamente -con un poco de morro- para hablaros de otros 20.000, estos sí, dignos de celebración. Cambio de registro: la librería Ola apenas ha celebrado esta semana que ya cuenta con 20.000 referencias de libros en catalán. "Un espacio todo en catalán es lo más revolucionario que hay", afirmaban en un tweet este domingo. Así, para cuando estos días escuchemos hablar una y otra vez de esta medida, ya tenemos algo para alegrarnos y huir del ruido político que inevitablemente nos acompañará este julio.

Hoy Destacamos
Lo más leido