Cuando valoramos la importancia real de las cosas y lo que aportan, a menudo, el camino más corto es imaginar un escenario hipotético en el cual el "qué", de repente, desaparece o deja de funcionar. Es entonces cuando toca analizar la nueva realidad y las consecuencias de no contar con este activo o recurso.
Lisa y llanamente, este es el ejercicio que hemos hecho desde la Coordinadora Catalana de Fundacions (CCF) cuando nos hemos preguntado cuál es el peso de las fundaciones de salud en el sistema sanitario catalán, y si este sería viable sin los recursos que aportan las entidades sin ánimo de lucro.
Las fundaciones de salud aportan entre el 19 y el 34% de los recursos sanitarios
A partir de aquí, nos podemos hacer muchas preguntas: ¿Qué aportan las fundaciones de salud? ¿Qué pasaría si no existieran? ¿Qué territorios se quedarían sin hospital de referencia? ¿Qué supondría para el sistema sanitario cubrir este agujero?
Para dar respuesta de la forma más empírica posible, propongo que nos adentramos en el terreno de los números, y lo hacemos partiendo de un dato en forma de titular: Las fundaciones de salud aportan entre el 19 y el 34% de los recursos sanitarios. Y esto se explica con las siguientes cifras (*):
· De las más de 100.000 personas asalariadas del sistema sanitario, hasta 24.824 (25,5%) pertenecen a fundaciones.
· Un 17,6% de las camas hospitalarias de Catalunya (6.292 camas) pertenecen a fundaciones de salud.
· Un 28,1% de las altas de hospitalización (268.951) son relativas a las fundaciones de salud.
· El 33,8% de las urgencias atendidas son realizadas por fundaciones de salud.
· Un 24,6% de los quirófanos en Catalunya (188) pertenecen a las fundaciones de salud.
Estos datos los expusimos en la jornada Las fundaciones de salud en Catalunya: servicio público, arraigo y tradición, organizada por la CCF el pasado 29 de marzo, un encuentro en qué planteamos un supuesto que liga con el ejercicio con el cual he empezado este artículo: ¿Qué pasaría si las fundaciones hospitalarias dejaran de funcionar? Si esto sucediera, hasta 7 comarcas catalanas se quedarían sin hospital de referencia: el Alt Empordà, el Baix Empordà, la Garrotxa, el Ripollès, el Bages, el Vallès Oriental y el Alt Urgell.
Hay que tener en cuenta que las fundaciones hospitalarias, a la vez, dan servicio en otras comarcas limítrofes que no tienen dispositivo hospitalario, por lo tanto, la dependencia de estos equipamientos es todavía mayor.
¿Qué pasaría si las fundaciones hospitalarias dejaran de funcionar? Si esto sucediera, hasta 7 comarcas catalanas se quedarían sin hospital de referencia
Pero no hablamos solo de hospitales, dado que ahora la mayoría de las fundaciones del ámbito de la salud tienen diferentes líneas asistenciales, como la asistencia primaria (20%), atención a la salud mental (31,1%), la atención sociosanitaria (57,8%) o la misma atención hospitalaria (55,6%).
Dicho esto, podemos decir que las fundaciones de salud representan una de las mejores expresiones de la colaboración público-privada sin ánimo de lucro -también denominada colaboración público-social o público-comunitaria - y demuestran su determinado rol a la hora de asegurar una sanidad pública universal y de calidad.
Mirando atrás, ya antes de la existencia del Estado, el desarrollo de la sociedad civil de Catalunya con vocación de servicio público y de las órdenes religiosas, permitió dar respuesta a las necesidades de atención de las personas, una atención llevada a cabo en muchos casos por fundaciones centenarias que hoy forman parte activa del sistema público de salud.
Las fundaciones de salud representan una de las mejores expresiones de la colaboración público-privada sin ánimo de lucro
Hace años que estas fundaciones llegan allá donde no lo hace la Administración, y se han integrado en la red pública de salud, convirtiéndose en pieza clave para garantizar la capilaridad del sistema sanitario y la cobertura de todo el territorio.
Catalunya es un ejemplo de cooperación intersectorial y, en este contexto, el ámbito de la salud puede considerarse como un referente de la colaboración entre la administración pública y las entidades del Tercer Sector, gracias a la cual se ha podido desplegar un modelo sanitario idiosincrásico y vertebrador que forma parte de la historia del país.
El ámbito de la salud puede considerarse como un referente de la colaboración entre la administración pública y las entidades del Tercer Sector
Como única entidad que representa el sector fundacional en Catalunya, la CCF trabaja atrevidamente para garantizar la continuidad de los servicios públicos que prestan las fundaciones, verdaderos instrumentos de la sociedad civil al servicio de las personas. Desde el Observatorio de Fundaciones, además, contribuimos a esta realidad facilitando los datos y el conocimiento necesarios para que se reconozca su valiosa tarea.
La voluntad de las fundaciones de salud, así como el resto del mundo fundacional, es continuar prestando servicio público y de alto valor añadido, ahora y en el futuro, y por eso es imprescindible contar con la complicidad y la colaboración de todos los actores posibles y andar en la misma dirección.
*Fuente: Idescat, Protectorado de Fundaciones, Central de Balances del Servicio Catalán de la Salud. Datos correspondientes en 2017 y 2018