Soledad empresarial covid-19

En momentos de crisis, el empresario siempre puede tener una gran sensación de soledad, aunque esté acompañado. Porque sobre él recae en último lugar la responsabilidad de tener que tomar decisiones a veces entre alternativas a cuál peor; cómo en el dilema del tranvía, en la que el conductor tiene que escoger entre el ramal con tres personas en las vías, y el que está con un hijo suyo.

"En momentos de crisis, el empresario siempre puede tener una gran sensación de soledad, aunque esté acompañado"

La crisis generada por covid-19 no tiene precedentes por su rapidez y profundidad. Desde el punto de vista económico y empresarial puede ser peor que una guerra, puesto que en estas los bares y el comercio están abiertos. Además, aumenta la soledad física, y de paso emocional, debida al aislamiento. El consejo obtenido online es más frío que el presencial. Por otro lado, quizás se está confinando en un ambiente no propicio para la reflexión tranquila; no se puede ni salir a dar una vuelta al parque para aclarar la mente y reflexionar. La magnitud es tal que es muy probable que los consejeros tradicionales como el gestor, fiscalista o abogado, estén saturados.

No hace falta ni mencionar cómo se agrava la situación si la enfermedad está afectando a alguien cercano.
El grado de soledad puede ser proporcional a la importancia de las decisiones que se tienen que tomar. Y en estos momentos estas pueden ser inmensas, puesto que en muchos casos el riesgo de quiebra es muy alto. No podemos esperar mucha ayuda de proveedores ni clientes, puesto que muy probablemente están en una situación similar. Las administraciones están desbordadas y superadas por este cisne negro.

Si ya estábamos en una situación VUCA (volátil, incierta, compleja y ambigua) después de la gran recesión, la disrupción tecnológica.... Pues ahora llega covit-19 y "si no querías caldo; dos tazas"

"Las administraciones están desbordadas y superadas por este cisne negro"

Qué hacer frente a esta sensación de soledat? Evitar caer en la depresión, y el ejercicio ayuda. Evitar caer en la desesperación, y el mindfulness ayuda. Mantener la cabeza fría y pensar antes de decidir, sin entrar en la parálisis por análisis. Tenemos clara la escalera de prioridades? Tocamos de pies en el suelo? Tenemos en cuenta toda la información disponible? En todas las personas implicadas? Todos los puntos de vista? Todas las alternativas? Los pros y contras? Las consecuencias a largo plazo? Los efectos colaterales? Hemos contrastado opiniones? Hemos sido positivos y creativos? Poner por escrito ayuda a garantizar que se están siguiendo todos las pasos; y en todo caso permitirá revisar a toro pasado, lo que siempre es una buena fuente de aprendizaje.

Cómo dijo Goethe "el carácter se forja en la tormenta".

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