Las 10 no–tendencias para 2021

Estamos en la época en que los profetas del management se arriesgan a prever lo que pasará el próximo año. Hacer una lista de tendencias para el próximo año es un recurso que continúa funcionando, es como si nos regalaran un abrelatas para deconstruir la complejidad. Después de lo que hemos vivido 2020 hace falta, sin embargo, mucha intuición para pronosticar lo que marcará nuestras vidas el próximo año. A pesar de todo, los constructores de tendencias son infatigables porque saben que siempre es goloso ofrecer perímetros donde refugiarse de las incertidumbres radicales. Y a veces, aciertan. Sobre todo aciertan si nos hacen pensar. Yo no me atrevo a hacer previsiones, pero las leeré todas, por si alguna me inspira. En cambio, sí me gustaría proponer que algunas cosas que no son tendencia se vieran como un revulsivo para nuestras empresas. No son tendencia pero son importantes. Os propongo 10 subrayados, 10 proposiciones aumentadas, 10 deseos tan antiguos y tan radicalmente actuales como para ser no-tendencias de 2021:

1. Las personas en el centro de las organizaciones es todo lo que tenemos que aprender de este 2020. Las empresas son comunidades de personas que trabajan para clientes o para consumidores que son personas.

2. El imperativo del 2x2. Las empresas tienen un doble reto: saber ser ambidiestras (explotar y explorar a la vez) y saber crear valor corporativo y valor social al mismo tiempo. De este 2x2 sale mucho más que cuatro.

3. El trípode que sostiene la estrategia. La estrategia no se despliega ya sólo con la planificación, sino que necesita la innovación y la capacidad cada día más estratégica de aprender y desaprender.

4. El binomio propósito y agilidad. Agendas llenas de sentido. Las organizaciones que saben operativizar su propósito con agilidad acostumbran a ganar la partida.

5. Transformaciones necesarias, ocurrencias prescindibles, deshinchar burocracias, esfuerzos inteligentes. La gestión del cambio siempre será difícil. No se trata de inyectar tecnologías, se trata de cambiar culturas, de que las personas tengamos agendas diferentes, que hagamos las cosas diferentes.

6. Liderazgos de egos contenidos. Líderes consistentes que dejan espacio a los demás. Liderar no es construir un personaje directivo, liderar sólo es servir. Liderar es poner por delante la cadena de la inspiración a la cadena del mando.

No se trata de inyectar tecnologías, se trata de cambiar culturas, de que las personas tengamos agendas diferentes, que hagamos las cosas diferentes

7. Trayectorias consistentes. La consistencia es la capacidad de evolucionar con aquellos a quienes queremos servir, y a veces de anticiparse a las necesidades que no han sabido expresar.

8. Bailar con la complejidad. Es nuestro reto, gestionar la complejidad sin incrementar, acostumbrarnos a los dilemas y no sólo a los problemas. Aprender a trabajar con múltiples soluciones personalizadas. Necesitamos un talento diestro con la complejidad y torpe con la mediocridad.

9. Culturas corporativas basadas en el respeto y la autenticidad, este es el verdadero great place to work. Si la gente se respeta entre ella también respeta a sus clientes.

10. Comunidades que crecen haciendo crecer a los otros. Comunidades de talento y buena gente que crecen juntas, que crecen haciendo crecer a sus clientes, haciendo crecer sensatament a los accionistas que han arriesgado, y haciendo crecer a la sociedad, puesto que como decía Drucker no hay empresas sanas en sociedades insanas.

Estas no-tendencias podrían valer para cualquier año y son un buen espacio desde donde acoger a todas las tendencias rompedoras que nos propondrán para 2021. Nuestras organizaciones están en cambio continuo, por eso es muy importante que el motor de la adaptación y de la transformación no nos venga de tendencias más o menos efímeras, sino del ADN de nuestras organizaciones

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