Ciudad valiente, innovadora, creativa, mediterránea, compartida, feminista, verde, metropolitana… todas esas ciudades quiere ser Valencia. Durante el mes de mayo, Valencia ha querido repensarse, preguntarse qué ciudad quiere ser en el futuro. Y no solo desde un punto de vista urbanístico o del modelo de movilidad que necesita, sino desde una variedad de perspectivas que han convertido al Foro Urbano València 2030 en una gran plaza pública.
Durante décadas, la sociedad valenciana ha sido lenta, conformista y poco peleona. Sin embargo, en los últimos años, Valencia quiere. Quiere posicionarse como un hub de innovación y tecnología –y de hecho, ya lo está haciendo- y como una de las mejores ciudades del mundo para vivir y trabajar. Y también como la ciudad en la que todos los valencianos y valencianas queremos construir nuestro futuro y el de nuestros hijos e hijas. Una Valencia sostenible, saludable, equitativa e inclusiva.
Esta Valencia que queremos necesita una estrategia, una hoja de ruta que nos permita llegar adónde aspiramos e imaginamos. Y ese es precisamente el encargo que tenía el Foro Urbano València 2030 celebrado en mayo: recoger el relato de ciudadanos, periodistas, empresarios, representantes institucionales y académicos, expertos y expertas que han mirado Valencia con la curiosidad necesaria para lograr ese desarrollo integral, innovador, compartido y transformador de la ciudad para la próxima década.
2030 está a la vuelta de la esquina y ya somos una de las cien ciudades que deben ser climáticamente neutras en ese año, además de optar a Capital Verde Europea en 2024. El alcalde de València, Joan Ribó, decía en la clausura de las actividades de este Foro Urbano València 2030 que “hemos perdido demasiado tiempo, pero es ahora cuando todos y todas tenemos la responsabilidad y la oportunidad de conseguir un horizonte mejor para nuestro futuro. Se trata de un gran proyecto futuro para las próximas décadas”. Y no solo para conseguir completar la misión climática València 2030, sino para que Valencia sea una ciudad con aire más puro para respirar, menos contaminación y menos ruido, entornos más saludables, más espacios verdes de proximidad, más plazas y espacios públicos, mejor alimentación y de proximidad, una factura más barata de la luz y puestos de trabajo orientados a la sostenibilidad y la digitalización. Casi nada.
Mazzucato: "Nunca hubiéramos llegado a la luna si no hubiéramos asumido riesgos, experimentando y aprendiendo, como se hace en València"
La Misión climática València 2030 marca la agenda, sin embargo, no podemos ni debemos quedarnos “solo” con este hito. Esta ciudad, ahora dinámica, activa y valiente ha conseguido que 1.500 personas hayamos participado en un foro de diálogo intergeneracional, diverso y abierto. Hemos participado de la innovación que suponen las misiones que ideó la profesora de economía de la Innovación, University College London, y directora del Instituto para la Innovación el Propósito Público, Mariana Mazzucato y que mantuvo un interesante diálogo con el alcalde Ribó. “Habéis sido inteligentes al utilizar los fondos europeos para desplegar proyectos innovadores y además, implementarlos”, dijo Mazucatto que añadió que “nunca hubiéramos llegado a la luna si no hubiéramos asumido riesgos, experimentando y aprendiendo, como se hace en València”.
Escuchando a Mazzucatto saqué pecho porque me siento de una ciudad que se arriesga, que pone de acuerdo a 31 de los 33 concejales y concejalas del Ayuntamiento de València para apoyar este proyecto, que crea espacios de diálogo para abrirse en canal y repensarse en voz alta como ciudad feminista y creativa e innovadora. Hay que ser valiente y València lo es.